(Imagen del diario "La hora nacional")
Quizás uno
de los temas más complejos en el movimiento scout sea el de ciudadanía, ya que
si esta se encuentra en el reino de los Fines actúa como ordenadora de todo el
programa en tanto la “carnada adecuada” teniendo estricta relación con el para qué
se juega, cuál es el sentido del Gran Juego y cuando éste tiene riesgo de
convertirse en solo un juego.
Tres textos
del Blog serán la base para lo que vamos a desarrollar, los cito de entrada
para que el lector pueda acudir a ellos como referencia en el momento que lo
considere, permitiendo a su vez reducir la repetición de conceptos a lo
indispensable. Los escritos son:
El tropiezo de BP:
Roverismo hacia el éxito
¿Por qué pensar que “Roverismo hacia el éxito” es un tropiezo en la obra
de BP? Ya hemos afirmado y comprobado (1) que el contexto de época con el
avance del comunismo sobre Europa habría producido en Baden Powell un retroceso
en su concepción de “ciudadanía activa” para plantearle a los jóvenes ingleses
un Roverismo en el que deben prestar atención a lo político, pero para cuidarse
de ello ya que podrían ser cooptados por los “charlatanes”. Un breve recorrido
por los títulos del texto nos marca claramente la dirección que BP decide tomar
en función de lo que entiende protegería a los muchachos y a su país, actitud
que se repite en distintos momentos de la historia del escultismo.
Señalar la
revolución rusa y el mandato de Lenin es clave ¿por qué?. Habíamos afirmado con
anterioridad la gran influencia que habría recibido Baden Powell de parte de uno de los
movimientos más progresistas de Inglaterra, el
art & craft que incluso conformara la primera cooperativa de
trabajadores en resistencia a la explotación obrera industrial cuyo nombre es
conocido para nosotros: San Jorge. Si nos referimos a la historia del
movimiento obrero y del avance en los derechos civiles, la Primera
Internacional Obrera de la cual formaban parte los sindicatos ingleses,
funcionó con sede en Inglaterra entre 1864 y 1871; la llamada Segunda
Internacional Obrera lo hizo entre 1871 y 1916 en New York siendo su estilo
reformista, participando de la vida política de los países… época del escultismo
de Roland Phillipps que nos lleva a la participación política en función de los
derechos civiles y la definición en 1919 del concepto de “ciudadanía activa”.
La Tercera Internacional Obrera conocida como Internacional Comunista se funda
en el mismo año por iniciativa de Lenín, dejando por fuera a los “socialista
reformistas”, cambiando la concepción respecto de la toma del poder político llamando
a la Revolución y al establecimiento de la “Dictadura del Proletariado” en
Europa y especialmente en Inglaterra. Estos datos dan luz sobre el contexto
europeo y por lo tanto de los jóvenes en esa época y ¡de “Roverismo hacia el
éxito”! donde el temor se hace presente reduciéndose el roverismo a
determinados servicios casi parroquiales limitando el planteo a una vida con
orientación en el trabajo, especialización y disfrute de las artes scouts. A
partir de allí podemos comenzar a hablar de la elisión que se produce respecto
a la vida política que no implica necesariamente lo partidario.
Gilcraft o el
afianzamiento de un Roverismo ¿apolítico?
No es lo
mismo hablar de la creación del escultismo que de la invención del escultismo.
La Creación es un concepto que deriva de la visión judeocristiana donde se crea
ex - nihilo, de la nada; en cambio la
invención en la tradición griega implica que de distintos elementos surge algo novedoso, aún
acosta del inventor que quizás no era lo que buscaba. Si bien es interesante la
discusión de los distintos elementos que participaron en la construcción de lo
novedoso la respuesta nunca se encuentra en el análisis de los mismos ya que a
partir de lo nuevo se constituye otra cosa. Muchos de los investigadores de BP
se preocupan por señalar a las influencias de distintos movimientos de la época
pero desde un punto de vista analítico de poco sirve ya que con todos esos
elementos lo que se hizo es… otra cosa: el escultismo, donde cada una no vale
por sí misma sino en la interrelación con otras.
Considero al
escultismo como una invención con la cual BP se encontró y de golpe muchos
niños y jóvenes quisieron jugar el juego… pero como en todo, de lo que se trata
es de quienes se apropian del invento y los fines para los que lo usan; esa
discusión es mucho más interesante porque la piedra con que tropieza BP implica un retroceso sobre la “ciudadanía activa” sirviendo a los sectores políticos
dominantes para fijar posición apropiándose de un escultismo que crecía en los
barrios más humildes para convertirlo en burgués de corte liberal, ya que por
temor de su propio fundador se había desestimado el lineamiento orientado a la
lucha por la justicia, la dignidad humana y la democracia, afín al ambiente
privilegiado (desde lo intelectual y político) en el que había crecido Baden
Powell. Esta "pequeña amputación” sufrida en el escultismo es quizás uno de los
motivos por los que aún hoy los jóvenes al entrar en edad de compromisos abandonan
los grupos scouts hacia otros destinos de participación ciudadana… las excepciones
son claras cuando comparamos qué hacen en ese
punto los que crecen, y qué los que decrecen.
Rovers de
Gilcraft (1933) es considerado complemento de R.E. Cuando comenzamos a leerlo lo
primero que conviene es preguntarse ¿a qué jóvenes está dirigido? Para
responderlo sería interesante conocer detalles del contexto juvenil de la época en
la que fue escrito: ¿Cuántos jóvenes terminaban sus estudios primarios? ¿Cuántos
tenían accesibilidad a lo que conocemos como escuela secundaria? ¿Cuántos
accedían al mundo del trabajo desde pasada la pubertad? ¿Cuántos ingresaban al
mundo el trabajo en la época que eran Rovers? ¿Cuántos a la Universidad? ¿Cuál
era el promedio de edad de casamiento para un joven y una joven? Para dar solo
una cifra con referencia a la educación: se calcula que en los países con buena
escolarización, hacia 1940 (7 años
después de que fuera escrito Gilcraft) un 70% de los niños terminaba la
primaria mientras que la tasa de estudios
secundarios (pubertad/adolescencia) era menor a un 15 %; el otro 85 % ingresaba
tempranamente al mundo del trabajo como aprendices, trabajadores menores de edad
(de allí surge una legislación específica al respecto) o en el trabajo
familiar. Todos estos motivos - entre otras cosas – permiten afirmar que desde
el punto de vista sociológico la adolescencia es un fenómeno novedoso de la posguerra (pero de la que termina en 1945) ligado
a la generalización de la educación secundaria y la postergación al ingreso del
mundo laboral.
Nuevamente preguntemosnos
¿a qué sector de la juventud estaba destinado de Rovers de Gilcraft? ¿a todos los sectores juveniles? ¿se animan
a responderlo?
Bien… ahora leamos un poco que se les dice a los dirigentes… Si con Baden
Powell se articulaba en la Promesa y los Principios la Patria, con lo que
llamaría “ciudadanía activa” dentro del reino de los fines (lo que permitía
puntos de unión y de conflicto) una torsión que notamos en Gilcraft es cómo el
concepto de Patria se desplaza en su significación hacia el Estado; y por otro
hacia el Hogar produciendo un cambio en las relaciones internas de los
elementos que conforman la estructura o sistema del escultismo… veamos por qué.
Si la Patria es aquello que se liga a lo
común, lo que hace a la identidad de las personas y pueblos, los afectos entre
quienes la comparten, el lugar donde se vive trabajando y construyendo con
otros; el Estado es la forma en la cual se constituye el gobierno en ese lugar,
que puede ser cualquiera aunque el
escultismo muestra un ideal democrático en tanto la “ciudadanía” como concepto se desprende de ello. Alguien dirá ¿importa la
diferencia?... y la respuesta es sí, porque las autoridades en la democracia se
constituyen a partir de elecciones entre distintos sectores que piensan de
distinta manera la función del Estado por lo que el conflicto es inherente al
sistema, de la misma manera que la existencia de gobiernos que beneficien a la
mayoría y gobiernos que beneficien a minorías… allí entra a tallar el tema de
que no es lo mismo ser leal a la Patria que a quienes ocasionalmente ocupan el
poder en los organismos del Estado. Si esto último sucediese el proceso
democrático se anula en tanto se estatuye al movimiento como Aparato del Estado
(como el caso de las Fuerzas Armadas) con la imposibilidad de conflicto y acción
política, tal como sucedía en los buenos primeros tiempos del escultismo con
ese fánatico del Ideal scout (según BP) que fuera Roland Phillipps… y esto estaría
sucediendo ¡en el marco de la democracia! Imposibilitando o siendo “mal visto”
o “por fuera del ideal” la participación de los jóvenes (no de las
organizaciones) en la lucha por nuevos derechos, marchas o manifestaciones para
la recuperación de derechos perdidos, la participación en distintas organizaciones
para que se generen políticas de protección, promoción, etc. ya que implicaría
una “politización” del escultismo porque entrar en conflicto con las
autoridades instituidas ¡A las que se les debe lealtad aunque sea un Dictador
o un Neoliberal que hambrea a su pueblo!
Es de esta
forma que el escultismo queda en una posición más cercana a la religiosa que a
la política, donde la beneficencia y la caridad pasan a ser los objetivos
ocupando el papel que el liberalismo económico (a la manera de lo que define Adam Smith) deja
en manos de los “particulares”. Este punto es importante porque es el origen de
como se ha interpretado por décadas la supuesta “apoliticidad del movimiento” cuando
se trata de una clara opción política de quienes se apropiaron ideológicamente de
la Organización Scout. El concepto de “ciudadanía activa” a partir del miedo de
BP al Bolcheviquismo y con lo que fuera en ese tiempo el inicio de los problemas con el fascismo, migra al de una “ciudadanía pasiva” en tanto los Rovers y los scout
no podrían ser agentes de cambio en un país (por más que repitamos en
automático eso de dejar el mundo en mejores condiciones de la que lo
encontramos) ¿Qué nos queda?: Tarea benéfica complementaria del Estado (cubrir lo que el gobierno no brinda), hacer viajes, mejorar en las artes
scouts.
Cuando
en Gilcraft se habla de los “deberes para con la patria” lo
primero que surge en el texto es la lealtad hacia las autoridades constituidas reduciéndose
lo político al conocimiento de la forma de gobierno y el cumplimiento de los deberes.
Por si esto fuera poco textualmente se dirá
que “A una edad un poco mayor, quizás el Rover llegue a una etapa en que las organizaciones fraternales, los partidos políticos, los clubes, las
sociedades y otras cosas por el estilo le llaman particularmente la
atención, muy especialmente aquellas en que el objeto principal de su
existencia son los discursos. Esta etapa
encierra graves peligros, pues la energía que posee el rover para el trabajo
activo y para el servicio, puede ser
desviada a canales más pasivos donde la energía se satisface con hablar y
escuchar.” Tremendo párrafo que muestra claramente la posición ideológica
organizacional sobre lo político –
social a lo que directamente coloca del lado de lo peligroso, solamente
discursivo
y pasivo. Asistimos aquí a la negación de lo
político como acción, sea en una hermandad, un club, un partido, una sociedad
de fomento, unión vecinal, grupo ecologista, etc. Si somos serioe debemos decir que en realidad si hay un
lugar donde desde hace muchísimos años la energía se satisface en hablando, en
un continuo blablablá ¡es en el roverismo y gracias a Gilcraft que los manda a
Investigar la realidad pero no a actuar en ella!, de allí el
paradigma de los foros que se hacen en algunas
asociaciones que son jornadas de simples hechos discursivos que no
cristalizan en acciones transformadoras de la realidad, provocando la huida de
jóvenes que realmente buscan una ciudadanía activa con la
participación en centros de estudiantes, agrupaciones políticas, agrupaciones
ecologistas, y sociales.
Respecto de cómo la Patria se subsume de alguna manera en
el Hogar (otro principio) lo observamos en lo que se establece como fin del
roverismo: “establecerse en la vida”, pero esto no es realizaría de
cualquier manera… no alcanzaría con ser un buen trabajador, en Gilcraft se
ubica la conflictividad inherente a las relaciones laborales de la siguiente manera “Otra
fuente de conflicto respecto a la
lealtad, que será causa de profunda meditación y dificultades para un Rover, es lo que concierne a su empleo. La cuestión de sus deberes para con su patrón, las exigencias del sindicato, las
posibilidades de ascenso en su trabajo, la atmósfera que prevalece en la
oficina o el taller, deberán ser
llevados por el rover ante su jefe” otro párrafo que merece particular
atención… la Lealtad al Patrón está en un lado y el sindicato ¡queda planteado
como si fuera otro Patrón que exige, cuando es un lugar de participación y
promoción de derechos donde justamente la participación hace la diferencia!... por si fuera poco pareciese que el Rover Scout debiera
ser una especie de informante del Jefe... y esto también se encuentra orientado
desde una concepción política determinada, no es inocente.
¿Qué sucede con el servicio Rover?… como decirlo sin
provocar mucho enojo… pasa a ser un poco “ombligocéntrico” y más ligado a lo
religioso que a lo político, ya que esto se encuentra visto como lugar de lo
peligroso. El primer servicio a la comunidad para el Rover es ¡Convertirse en un
buen trabajador! Y todo lo demás que no apunte hacia eso es “perfectamente erróneo”(sic).
La dimensión del otro queda literalmente
borrada y en vez de servicio bien podría haberse llamado “autoservicio”; veamos el texto: “En
lo
que respecta a los que ya forman parte de la hermandad scout –y también para
los demás- he de hacer hincapié en la posibilidad y necesidad de “servicio”, en
el ambiente ordinario que rodea al Rover y de señalar que debe ante todo,
tratar de aplicar los ideales a su vida diaria. Me parece que éste es el mejor
coronamiento de la experiencia scout y no el enviarle en busca de campos
especiales dónde operar.(…) “Por esto insisto en la
importancia de que el roverismo ponga el mayor empeño en estimular a sus miembros, individualmente,
para que se establezcan en la vida. Cualquier actividad que distraiga
al joven de éste su primer deber hacia la comunidad, es perfectamente errónea. La importancia de esta cuestión crece de día
en día; por tanto, el adiestramiento Rover debe enfilarse definitivamente hacia
capacitar a sus miembros para cualquier
empleo que puedan conseguir para ayudarlos a conservarlo, y, si fuera
posible, a mejorarlos y procurarles
intereses y aficiones que los mantengan ocupados en las horas libres”…
el Rover Ideal… un buen trabajador con algún hobbie que le permita huir de la
alienación … lo político nuevamente censurado, no debe buscar otros “campos especiales donde operar”.
Podrán pensarse que exagero (lo que no hay que descartar) pero es Rovers
de Gilcraft quien pone como paradigma del servicio las conclusiones del Moot de
Ontario realiado en 1932 que parecen extraídas de un grupo de “damas de la
caridad”… las comparto con Uds:
“IGLESIAS.- Cultivando flores, para el adorno de la iglesia;
ayudando u conservar las propiedades; ayudando en las juntas especiales
cooperando en la organización de diferentes eventos, tales como bazares; como
catequistas; tomando parte u organizando conciertos; para conseguir fondos;
estableciendo una biblioteca para catequesis.
HOSPITALES.- Transfusión
de sangre en comités de doctores; recolectando fondos; ayudando en los
dispensamos; ayudando con los enfermos que hay que sacar a recibir aire o sol;
visitando a los que no tienen quien les visite; escribiéndoles cartas,
etc.; reuniendo flores para distribuir ente los enfermos; haciéndoles fiestas;
haciendo algún arreglo especial para Navidad.
De
igual manera Mr. Bentley sugiere algunas actividades en beneficio de los
ciegos, los ancianos, los huérfanos, los encarcelados, y servicios que pueden
ayudar a la conservación y protección de los árboles y los pájaros de los
campos de juego, etc.”
Sobre el final Rovers de Gilcraft definirá al
ciudadano útil como aquel que cumple con los deberes ligándose dicho
cumplimiento directamente al Estado (por lo tanto a sus autoridades que a veces
pueden responder a intereses que poco tengan que ver con la Patria). A ellos se
les debe respeto, devoción y fidelidad… claramente las distintas formas democráticas
de entender el Estado no se encuentran en la agenda, sino se trata es del
gobierno encuentra instituido reduciéndose la participación al uso del
voto o en algún momento a ser candidato de algo aunque insistirá que “no es
nuestro propósito formar políticos”. La ciudadanía es una investigación para formarse opinión
al menos así está planteada, base firme de los foros donde se investiga, se debate, se laman expertos, se investiga y se les sugiere a otros lo que tienen que hacer… pero como dice Gilcfraft, todo esto “requiere cuidado y vigilancia de nuestra
parte”.
El texto plantea un Roverismo (y un
escultismo) como parte de los Aparatos Ideológicos del Estado, donde el
servicio se equipara a la caridad cristiana tal como lo entiende el liberalismo
económico (hijo del calvinismo religioso), ayudando a quienes no están bien pero sin cuestionarse ni participar
en nada “político” para que crear las condiciones para que estén mejor… claro… todo esto después de ocuparse
de sí mismo que previamente puntualiza como lo más importante. La acción
política (no partidaria) se encuentra desestimada… no forma parte de la
propuesta… la ciudadanía activa ha mutado a una ciudadanía útil al Estado
y al Patrón, con un ejercicio “sensato” de los derechos, en fin… a
una ciudadanía
pasiva que en 1919 BP había definido como lo que no
quería para los scouts, haciendo clara referencia que en los tiempos
difíciles había que ser activo y esto no era fácil…
Conclusión Preliminar:
La
idea del texto no ha sido cuestionar la importancia de que un joven se
establezca, trabaje honestamente, realice obras solidarias o de caridad, cumpla
las leyes y normas de su país, sino señalar que la amputación de lo político en
sentido amplio es en primer lugar una elección política realizada por un sector
hegemónico dentro del escultismo, que amputa en el seno del mismo uno de los elementos, dejando al
joven en una mala posición respecto de sus derechos y las acciones posibles a
realizar tanto en lo personal como con su clan. La censura de la dimensión
política del escultismo y del Roverismo atenta contra aspectos importantes de
la vida de un joven ya que los centros estudiantiles, partidos políticos,
organizaciones en función de la promoción de derechos, acciones de promoción y
desarrollo en la comunidad son de interés para muchos de ellos y hay que darles
lugar en el Clan, alojarlos… cuando eso no sucede se van, y los que quedan repiten el esquema elidiendo lo político como uno de los caminos de la ciudadanía.
En próximos escritos abordaremos
como retorna al cuerpo institucional la “ciudadanía activa” y de qué manera las
instituciones se las fueron arreglando para quitarse el “problema” de encima,
para “no saber nada de eso”
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