De un tiempo a esta parte la palabra
“religión” utilizada comúnmente en el movimiento scout, está siendo desplazada
por “espiritualidad”, bajo una fachada “progresista” en contra de lo
“conservador” de las religiones… algo que nos ha enseñado la “caída del muro de
Berlín” es cómo el uso de las palabras puede virar ideológicamente y lo que
supuestamente era progresista pasa a ser parte del proceso de alienación del Nuevo
Orden Mundial, y lo que supuestamente era conservador no siempre resulta así y
para muchos quizás, es el punto de partida para la producción de un sujeto
social que vaya más allá de su individualidad.
Es
interesante señalar que históricamente la palabra espiritual no se escribe sola
en tanto su sentido está acompañado por otra, por ejemplo, franciscana,
protestante, budista, de la madre tierra ¿por qué? La espiritualidad sola
es un concepto vacío. Etimológicamente se referencia al soplo, respiro,
lo inmaterial (que en occidente denominamos alma) y se relaciona a la
divinidad, a un Tercero respecto de nuestro propio Ego, de allí su referencia
directa a la religión. Un ateo o un marxista ortodoxo no utilizarían esta
palabra en tanto se parte de la materialidad, por ende hay lugar para el
“soplo” sino para las determinaciones.
¿Es posible
una experiencia “espiritual” sin referencia a la religión? Por lo que insisten en
decir sería aceptable a condición de que llamemos dicha experiencia del
ego con su nombre verdadero: “orfismo” producto del Yo que no se dirige a otro ni
a un Otro, a la manera de un sueño y en total coherencia con la
entronización del presente, la negación de la temporalidad de la humanidad y la
hegemonía de la autobiografía personal en oposición a la conciencia histórica y
social... en este caso si le concedemos la significación que desde el
poder pretende dársele, correspondería hablar de una espiritualidad
Imaginaria (algunos dicen el “amigo Imaginario”), lejos de la Simbólica
encarnada básicamente por las religiones y el cumplimientos de pactos…
entonces resulta que los que insisten que los religiosos tienen un amigo
Imaginario en realidad se equivocan en tanto son ellos los que lo tienen, en
tanto EL YO ES LO IMAGINARIO y justamente las religiones en tanto que
Simbólicas, descentran al YO de su trono (función simbólica).
Las características del orfismo
son coincidentes con lo que en la actualidad sectores sociales e intereses
dominantes empujan a nombrar como “espiritualidad” y que utilizan en la instituciones aquellos
que ocupan el lugar reservado a los responsables de la colonización pedagógica
(Inteligentzia según Arturo Jauretche), poniendose al servicio de la
construcción biopolítica de una subjetividad neoliberal donde la religión -
especialmente el cristianismo histórico - se transforma en obstáculo en
tanto siempre estará en germen su potencialidad para re – ligar la
experiencia yoica en el encuentro y lazo con otros y con el Otro, orientando
de esta manera la construcción del sentido a partir de la sabiduría
de siglos de humanidad desde donde proviene incluso la deriva salvífica
del Marx teólogo, para la construcción de una sociedad sin clases
(lazo social).
Hace unos años en su paso por
Argentina Gianni Váttimo señalaba que mientras tendemos a homogeneizar los
análisis políticos – sociales, desconocemos que los modelos económicos
orientales exitosos para el capitalismo /neoliberalismo se sostienen en culturas,
filosofías y valores que hacen un culto al desapego y la
individualidad donde si el otro vive o muere, come o no come, es indiferente.
Vattimo lo ejemplifica con la realidad de la India en un sistema de
castas que fue “resucitado” por la ocupación imperial inglesa
para poder controlar esa parte lejana del imperio, este sistema que
había sido abandonado al ponerlo en vigencia nuevamente coaguló una sociedad
donde cada uno debe resignarse al lugar “que les toco” y muy
pocos son los que pueden “subir”. Dos películas expresan de manera brillante la
realidad de la India, paraíso espiritual de los hombres santos desapegados del
mundo… una es la conocida “quiero ser millonario” que muestra como un niño marginal
llega a un famoso programa de TV; la otra menos conocida pero agudísima
respecto a la educación y la “meritocracia” es “3 Idiots”
Queda claro que para el Nuevo Orden
Mundial en nuestra época la ética protestante (Weber) es tan innecesaria como
las repúblicas democráticas. El “Yo soy” sin referencia alguna al Otro
o a una relación verdaderamente humana a los otros se impone como la nueva
“espiritualidad” necesaria para el capitalismo en su fase neoliberal. De
la misma manera que la cultura CEO es invadida por las filosofías y prácticas
orientales fragmentarias (occidentadas) donde “todo fluye” como en los
mercados; el orfismo y las religiones americanas avanzan en nuestro continente
orientados hacia los más pobres que hay que domesticar con la llamada “Teología
de la prosperidad” y de una especie de “meritocracia divina”
donde el individuo disgregado del lazo político-social ve obstaculizada desde
la religión, su lucha por condiciones más justas para todos, en tanto ellas son
“mundanas” y “no vienen de Dios”.
La mayoría de los humanos de esta
parte del mundo desconocen que los derechos sociales (e individuales)
occidentales provienen de la filosofía implícita del cristianismo histórico y
como decía Fiodor Dostoievski si Cristo fuera una mentira todos los valores del
occidente estarían construidos en una mentira ya que aún quienes se definen
como no cristianos defienden valores cristianos ...por eso para el
neoliberalismo se hace necesario romper con el núcleo ético de la
cultura para que no exista simbólico que regule la relación entre
las personas quedando cada uno abandonado a su goce, Imaginarizándose
la relación entre el ego y su propia vuelta sobre sí en las visiones órficas y
atemporales para instalar una “teología de la indiferencia yoica”
o el enfrentamiento directo, no mediado, entre personas e intereses. No se
apunta a la generación actual que ya empieza a sentir las consecuencias de la
degradación cultural de quienes los anteceden, sino a la siguiente que ya no contaría
con la transmisión intercultural del cristianismo histórico en su versión
creyente o en sus versiones ateas, basta leer entre líneas las propuestas
educativas de WOSM en especial su puesta a punto con el mito alimentado por Eduard Vallory del “niño que aprende solo”,
donde se señala la cultura como obstáculo y no como riqueza.
Es muy interesante la perspectiva del
filósofo y psicoanalista esloveno Slavov Zizek, señalando que lo que se
denomina “espiritualidad” es una visión extremadamente narcisista del sujeto y
su goce hedonista. La “espiritualidad” es vivida como
“interioridad” desgajada del lazo social a diferencia del
cristianismo histórico donde existe una experiencia de
interioridad impensable sin la acción en el mundo, los otros (Cristo es mi próximo
- prójimo) y el involucramiento para la construcción de un “mundo
nuevo” que no es vivido como “apariencia” sino como realidad que hay que
tomarse en serio. Slavov define como “pseudoespiritualidad”
a este neopaganismo hedonista que enseña a no comprometerse
demasiado con la vida y elije desconocer la maldad interna que solamente es
limitada cuando nuestra acción en el mundo opera como “milagro” en tanto nos
producimos como sujetos éticos. En otro de sus textos Zizek es determinante respecto de la
imagen de mundo indiferente o la apasionada en este caso del budismo y el
cristianismo histórico: “La posición budista es, en síntesis, de
indiferencia -un estado en el cual todas las pasiones están reprimidas-,
mientras que el amor cristiano es una pasión dirigida a introducir una
jerarquía en el orden de relación entre los seres”( ) “En un momento en el que
la tecnología y el capitalismo “europeos” triunfan a escala planetaria, la
herencia judeo-cristiana, como “superestructura ideológica,” parece amenazada
por el asalto del pensamiento “asiático” de corte Nueva Era. El taoísmo
posee todas las bazas para volverse la ideología hegemónica del capitalismo
mundial. Una suerte de “budismo occidental” se presenta ahora como
remedio contra las tensiones de la dinámica capitalista. Ello permitiría que
nos desengancháramos y conserváramos la paz y la serenidad interior, y
funcionaría como un complemento ideológico perfecto [del capitalismo].”
The Ego Island
Es interesante el
pulido diálogo imaginario como forma de argumentación que se establece en “La
Isla Verde” cuyo autor es Dominique Bénard (DB), especialmente en lo referente
al “desarrollo espiritual”, lo que nos lleva a inteligir el texto (leer entre líneas)
donde define que “el desarrollo espiritual es el descubrimiento del
significado a través de todos los aspectos del desarrollo y la actividad del
hombre”.
La sola
definición de significado a descubrir remite a una
existencia de sentido que el sujeto desconoce, y esto nos remite a dos
posibilidades: La referencia es externa al sujeto (religión) o se trata
del propio Ego que más que descubrir construye significación.
Pensemos en las actividades que sugiere “Vladimir” – naturaleza, apertura a los
demás, servicio – si las enmarcamos en una visión religiosa cristiana (la base
anglicana de BP) adquieren claro sentido, ahora si las enmarcamos en el Ego no
es seguro que el sentido sea el mismo, siendo altamente probable que con la
subjetividad neoliberal de nuestro tiempo la indiferencia, el aburrimiento o
que el otro se la arregle como pueda mientras me ocupo de mi goce sean determinantes
del sentido, máxime teniendo en cuenta
que el odio (y no el amor) es un afecto primordial, el mismo con
el que se presenta actualmente la política mundial que tiende a desagregar
lazos sociales.
Un elemento que
DB toma desde el naturalismo ingenuo es lo que denomina “maravilla”.
La naturaleza no remite directamente a “la obra de Dios” por mas bella
que sea, en tanto la condición para la pregunta por el más allá de lo
estético es el misterio y no la admiración. Si no fuera así nuestro
planeta no estaría al borde de la destrucción en tanto en la construcción de significación
mientras algunos ven la Obra de Dios, evidentemente triunfan quienes ven un
negocio altamente productivo sin registrar siquiera que en esos sitios a
destruir (las selvas latinoamericanas por ejemplo) los humanos que viven allí son
seres iguales a ellos, y no obstáculos a sus negocios y negociados que deben
literalmente ser eliminados.
Un dato
importante es que los símbolos no se encuentran en la naturaleza,
la naturaleza no los necesita sino el hombre como sujeto del lenguaje
por lo que si hablamos de lo simbólico volvemos a la doble estructura: o
son parte de una lectura órfica del Ego (ya no serían símbolos sino
signos en el sentido de que “es algo para mí”) que nos lleva a un naturalismo
mágico, o son el resultado de una interpretación religiosa lo que
implica un más allá del Ego. DB sabe (porque no es ingenuo) que en la
naturaleza no descubrimos símbolos universales sencillamente porque no existen,
es una falacia suponer la posibilidad del “aprendizaje de la lengua de los
símbolos”.
DB sostiene una
espiritualidad des – ligada (a diferencia de la re – ligada) en tanto propone
que a la “maravilla” (que no es misterio) le prosigue el encuentro con otros
(el grupo, otras comunidades) a partir del que se desprendería el “trabajo”
y de allí la producción de “sabiduría” definiendo a la misma como
“las actividades que permiten a los jóvenes desarrollar responsabilidad
hacia sí mismos y ser autodisciplinados” ¿What? Pocas veces he leído definiciones
tan chatas de sabiduría como esta, donde se la reduce a “conocimiento” a secas,
siendo la referencia plena el YO y no el Otro. Por si fuera poco el “culto”
es definido como “las actividades que llevan a los jóvenes a pensar sobre
los acontecimientos que han pasado y para entender el significado y el valor de
esas experiencias”. Veamos… la noción de espiritualidad que propone
en primer lugar es sin Dios, sin historia en tanto que niega
la Sabiduría producto de siglos de reflexión del hombre sobre lo
trascendente en general y sobre cada religión en particular, producto del YO donde
el sujeto no es cuestionado en su ser ni en su acción en el mundo,
sin bien ni mal, siendo el “culto” un “culto al Ego”,
lugar donde se asentaría “la brújula interna” de la felicidad
des-ligada de una referencia (remitirse al texto notas sobre felicidad y
roverismo)… la reflexión comunal no es para nada lejana al orfismo de las
religiones americanas descripto por Harold Bloom.
¿Hay salida de la Ego-Spirituality? ¿Cómo puede
pensarse la otredad cuando el mundo es mirado en espejo con el Yo?
La definición de espiritualidad (estrictamente pseudoespiritualidad) sin lugar
a dudas es una opción ideológica que tiene estrecha relación con el pensamiento
hegemónico que busca la producción de un sujeto anclado en el presente, con el
mundo a su imagen y semejanza, sin contradicciones internas, privilegiando la
autobiografía por sobre la conciencia histórica de la humanidad, donde el “ama
al prójimo como a ti mismo” cuya referencia siempre es el otro distinto de mi, se ha reducido a un “amate a ti mismo”, de
allí solo queda divertirse y ser feliz acampando o turisteando… para nada
lejano a la vieja crítica al movimiento scout donde se lo define como diversión
diseñada por la burguesía, para la burguesía y para reproducir sus ideales en
quienes no son parte de ella pero son necesarios para sostener el mundo que
ella gobierna.