“Nuestra lista de subproductos de
caballos sacrificados era bastante buena: las crines y las colas se usaron para
rellenar en el hospital; la piel luego de quitar y escaldar el pelo se hirvió
con la cabeza y las pezuñas para hacer el queso de cerdo;la carne fue cortada y
picada; los intestinos se cortaron en tiras largas y se utilizaron como pieles
de salchichas para la carne picada; los huesos y trozos de carne se hirvieron
en la sopa… todo lo relacionado con el animal fue utilizado, con excepción del
chillido”
Baden Powell – Sketcjes in Mafeking
& East Africa
Introducción
Quería
comenzar el artículo destacando el trabajo de Gustavo Alvarez, quien desde hace
años viene realizando una tarea de Investigación brillante. Desde el punto de
vista de recolección de datos una verdadera maravilla, podría decirse que está
al nivel (incluso supera) los trabajos de recolección de datos para una Tesis
Doctoral permitiéndonos con su reconstrucción de los distintos aspectos de la
vida comunitaria, tener la sensación de poder caminar imaginariamente por el
lugar. No cualquiera puede realizar un tratamiento de datos como el que hace
Gustavo. No emite juicios de valor, no realiza interpretaciones forzadas conociendo
los límites de la interpretabilidad. No prima la intención del lector por sobre
los textos, tampoco especula gratuitamente sobre la intención del autor.
En el ámbito
del Escultismo, como en cualquier ámbito donde se ponen en juego distintas
ideologías, la historia de Baden Powell se ha convertido en territorio de discusión.
Generalmente los datos no son tratados de la misma forma que lo realiza Gustavo,
sino desde la intención lectora, de forma lineal y continuista,
en algunos casos asombra cómo desde la Biografía se Baden Powell se busca hacer
equivalente un aspecto de la vida personal, con aspectos educativos del
escultismo en los tiempos fundantes. Si quienes leen este artículo se
encuentran en relación con las Ciencias Sociales, sabrán lo peligroso que es
derivar sistemas de ideas o metodología a partir de los datos Biográficos de
sus creadores.
Dentro del
tratamiento de los datos biográficos de una persona también existe una lectura discontinuista,
que generalmente se utiliza en posiciones que señalan los puntos de ruptura,
tensiones y novedad. Las lecturas continuistas intentan “solucionar”
las tensiones o rupturas leyendo los datos con las respectivas correcciones de
las tensiones, lo que implica falseamiento y la construcción de cierta
mitología que evita lo discontinuo.
Los salames de Mafeking
La pandemia de Covid 19 y los medios
tecnológicos disponibles en nuestra época, han potenciado las posibilidades de
comunicación entre scouts de distinta parte del mundo, especialmente mediante
la utilización de plataformas donde las videoconferencias se convierten en un
medio más que interesante para realizar actividades formativas de las
instituciones, pero también informales y abiertas, siempre y cuando las
personas cuenten con los medios tecnológicos de la era de la digitalización.
Seguramente
muchos de nosotros, en nuestro tiempo libre y de aislamiento preventivo, en vez
de mirar una serie o una película, decidimos participar sincrónicamente de
alguna de las actividades propuestas, o simplemente sabiendo que se encuentran
alojadas en la Web verlas en otro momento. Cada cual elige en función de lo que
le interesa en el momento, o en función de los participantes de la
videoconferencia que se ofrece, porque considera que puede ser interesante
escucharlos.
Teniendo en
cuenta esto, el otro día se me ocurrió ver un video donde participaban 4
personas, con dos de ellas había trabajado en Scouts de Argentina (Jorge
Fernández y Héctor Carrer), uno de ellos había visto una vez cuando era pibe en
mi ciudad y había intercambiado mails (fines de los 90) durante un tiempo por
cuestiones que hacían a las concepciones de Programa (Alberto del Brutto) y un
cuarto que no conozco personalmente, pero con el que he intercambiado muchas
veces de forma respetuosa, Martin Mezzanote. La “Mesa conversatorio Baden
Powell”, organizada por “Animando el Programa” de Scouts de Argentina parecía
una propuesta interesante para escuchar por la calidad de los disertantes
dentro del movimiento scout.
Quiero
detenerme en esto último. El concepto de “calidad de los disertantes” dentro del
movimiento scout se encuentra delimitado por algunas cuestiones. La primera de
ellas es que reconocimiento de saberes es una Suposición de Saber que se
produce dentro de una comunidad respecto de algunas personas que la conforman. En
el caso del movimiento scout mayormente por voluntarios cuyos trabajos tienen
poco que ver con mundo Académico, la Investigación y el ejercicio Profesional
en Ciencias Sociales o Ciencias Humanas en general. En este último caso no
alcanza con la Suposición de Saber, los saberes se ponen en tensión con otros
saberes y se validan a partir de distintos mecanismos: La investigación
científica, la participación en Congresos de las Profesiones, la Publicación en
revistas especializadas, la Publicación de libros o artículos en libros, la
referenciación con autores que han trabajdo el tema, etc.
Una cuestión
que no es menor y que la vemos en cualquier manejo de biografías o datos institucionales
es la diferencia entre el conocimiento producido con los métodos de las
distintas ciencias y el conocimiento producidos desde la Suposición de Saber de
quienes participan dentro de la Institución en una posición de Hegemonía que
busca sostenerse. El conocimiento que se produce bajo los cánones de las
ciencias ubica claramente límites respecto de las interpretaciones y la
interpretabilidad, de igual manera que utiliza herramientas historiográficas,
institucionales y semiológicas. Esto nos permite establecer una diferencia
fundamental respecto al uso de datos biográficos y la interpretación de los
escritos de una persona: Si se realiza desde la Hegemonía es posible que un excelente
lector teniendo disponibilidad de realice un análisis de los mismos en función
de los intereses del lector y no tanto del texto en sí, algo que señalaba al
comienzo del escrito.
Con relación
a la interpretación de datos, Umberto Eco en su texto “interpretación y
sobreinterpretación” ejemplifica de forma exagerada a lo que puede llevar el
manejo de datos: alguien puede concluir que Jack el Destripador fundamenta sus
crímenes en el Evangelio de San Lucas. En el caso de los scouts, con un ejemplo
no exagerado sino sencillo, cotidiano, puede ser que alguien concluya que la
inspección matutina de las carpas en los inicios del escultismo se debe a que la
madre de BP le exigía a sus hijos que ordenen la habitación, lo que es una
hermosa mitología que se puede realizar diciendo que se trata del Logos.
El
tratamiento de los datos no es una cuestión menor y genera efectos,
especialmente cuando se los enuncia desde una posición de Supuesto Saber para
la comunidad o la organización. Quien asevera que la inspección matutina de BP se
produce por el hábito introducido por una madre obsesiva, podría concluir sin
análisis previo que por ello, no sería necesario continuarlo… Aquí vemos la
diferencia entre la intención del autor y la intención del lector de datos y
cómo - según Roland Barthes - se crea un mito entendido un fenómeno
comunicativo, de lenguaje, a partir de la historia con una intención concreta
de transmitir un mensaje… El historiador Carlo Guinzburg señalará claramente en
“el queso y los gusanos. El cosmos según un molinero del siglo XVI”; que
el universo del que lee (textos, datos) puede encontrar lo que quiere en ellos,
y el pensamiento hegemónico termina diciendo que es lo que hay que leer desde
su posición de dominación. La pregunta que se evitaría es sobre la utilidad para
el niño y joven del ordenamiento de la carpa. Pequeñas mitologías que algunos postulan
como Logos.
La
Suposición de Saber (transferencia) es determinante para que una comunidad tome
como verdadero lo que una persona dice, pero no alcanza para afirmar que dicha
creencia pueda sostenerse en los ámbitos donde se discute respecto de la
producción de saber y su validez, algo que la comunidad scout desconoce y que
los disertantes, si son profesionales no debieran desconocer. Veamos un
ejemplo, si Peter Mc Laren o Marco Raul Mejía (viejos scouts) fueran Directores de
Programa o Formadores en una Asociación Scout y se realizara una
videoconferencia sobre educación popular y escultismo, coincidiría el lugar de
“sabios” - que opera como suposición de saber por parte de la comunidad scout -
con la corroboración de su saber dada la continua participación en medios
académicos, científicos y publicaciones. Aún así esto no implica que su opinión
sea rigurosa, pero cualquiera puede ponerlas en tensión con otros saberes. Cuando en una disertación esto no ocurre, solo
queda la suposición de saber que nos dirige a dos posiciones posibles (1) Que
el disertante asuma una posición ética aceptando que sus conocimientos tienen
validez relativa por la creencia en la “autoridad” de quien los enuncia,
dejando lugar a otras formas posibles de producción del conocimiento (2) Ocupar
el lugar de “sabio” que otros adjudican haciendo lo posible por alimentarlo,
rechazando cualquier conocimiento que diga algo distinto.
La posición más complicada siempre será
ocupar el lugar de “sabio”, sostenido en la creencia que se genera a partir del
prestigio obtenido por algunas aptitudes o lugares de poder que se han ocupado,
pudiendo afirmarse en ese lugar gracias a la articulación que realizan del propio
narcisismo con cierta astucia competitiva que se utiliza para rechazar a
cualquiera que para ellos compita con el lugar de Otro del saber (cuestionado su “sabiduría”), sosteniéndose básicamente
desde el Otro del Poder basado en la sola autoridad generada a partir de la
creencia de la comunidad. En todas las organizaciones scouts tenemos “sabios” y
en todas ellas los “sabios” son un problema en tanto su posición discursiva
siempre es la de Amo, a veces desde el ejercicio del poder directo, a veces
desde la utilización del poder desde las sombras. Algunos gozan con esa
posición, otros luchan para no quedar entrampados en la misma, ambas implican decisiones
éticas.
Volviendo a
la videoconferencia, la que escuché con detenimiento dado que como toda persona
disfruto de las anécdotas (aunque difícilmente sumen a la producción de saber, como
decía en un párrafo anterior, suman a la construcción mitologías), notaba como
en varias ocasiones se hacía referencia a lo “tradicional” con cierto sarcasmo,
pero sin referencia a ninguna persona u organización en particular, un recurso
común en los debates que generalmente tiene por objeto afirmar una posición, en
tanto muchas afirmaciones se producen
“en contra de” otro, como modo de diferenciación. Si estos otros
estuvieran en el debate, podrían ocurrir dos cosas: el inicio de una dialéctica
que puede producir más conocimiento, o una pelea a la manera de cancha de
fútbol generada por posiciones asumidas en una lucha de Egos.
Allí, en el
minuto 1:35 me veo sorprendido por una grotesco insulto de uno de los
disertantes, que apunta hacia una persona… hacia mi persona. “Hay un salame de la ciudad que yo provengo que habla del
escultismo comercial, hablando de esto, entonces tiene una obsesión con cosas
que no son, que no conocen, y las disparan como si fueran realidades, y son
inventos, son el mito, que decía pato antes”. Las coordenadas para
ubicar al “Salame” son dos: “de la ciudad donde provengo” y “escultismo
comercial”. La categoría “escultismo comercial” (que es una categoría de
investigación y reúne los requisitos para ser considerada de esa manera) fue
una creación realizada en conjunto con Gerardo Martínez Hernández. El amigo
Gerardo vive en México, yo en Argentina y en la misma ciudad natal del
disertante, ergo… el “salame” de referencia sería yo, y los que leen sobre
escultismo lo ubicaban perfectamente.
Una Falacia Ad Hominen “o en contra del hombre
consiste en atacar a la persona que está argumentando en lugar del argumento en
sí. Lo más común es decir que la otra persona es corrupta, que la otra persona
hizo tal cosa, que es inmoral; es decir simplemente atacarle, insultarle,
directamente cuando ya no se puede discutir de par a par”. Más allá del mal
gusto y la molestia que me produjo, no es casual que lo primero que se diga “salame”
apelando a la “autoridad” de supuesto “sabio” … esta injuria (hecho o insulto
que ofende a una persona por atentar contra su dignidad, honor) se relaciona
directamente con la posterior desestimación de una categoría de análisis. No
pretendo que todo el mundo me aprecie, sería algo que más que alegrarme, me
generaría preocupación. Me llama la atención como en algunos niveles de las
organizaciones no se diferencie la simpatía o antipatía que se puede tener con
una persona, con los argumentos que construye con los cuales cosas se puede
acordar o no, y además se puede fundamentar en contra. En cualquier lugar, el
debate sobre las prácticas sociales y educativas se realiza desde diversos
discursos, cuando existe uno solo, nos encontramos ante un problema.
Los que han leído mis escritos, todos ellos argumentados,
referenciados bibliográficamente como corresponde (lo que se llama “mostrar el
juego” sin ocultamientos) no tienen por qué adherir a ellos, ya que no se
postulan como Verdad. Por supuesto que marcan mi posición de lectura, de
análisis, se fundamentan desde mi formación profesional y mi participación en distintos
grupos de trabajo e investigación, pero antes que todo eso… en mi posición
ética.
La videoconferencia no deja de ser interesante y
recomendable, quizás convenga mirarla desde el lugar del “salame”, no les
recomiendo la posición de “salchicha de copetín”.