Foto: Bruno Visconti
Un poco de historia
En
“Roverismo hacia el éxito” Baden Powell relata la historia de un Rover que,
luego de una larga excursión, se encuentra acampando en su jardín… es la
historia del montero Rover, arquetipo
de cómo el fundador del movimiento pensaba el Roverismo. Solo, en el jardín,
luego de su marcha y diversas tareas que había realizado, su aventura se
convirtió en la base de lo que conocemos con el nombre de Campamento en Soledad.
En nuestro país,
cuando se plantea lo que se denominará “partida Rover”, el campamento en
Soledad comenzó a ser pensado como un momento de Reflexión previo a que el
joven, luego de estar acompañado por la sesisena, la patrulla y el equipo, se
marchaba del movimiento a jugar su partida en la vida.
Los primeros
campamentos en Soledad constaban de un diseño de ruta junto a una serie de
cartas que funcionaban como “pistas” (posiblemente bajo influencia de los
Raids) donde se lo invitaba a reflexionar cuestiones relacionadas a su
existencia y su proyección en el mundo: ¿Quién soy? ¿Qué fortalezas y
debilidades tengo? ¿Cuáles son mis intereses que quiero desarrollar? ¿Quién
quiero llegar a ser?. Estas “pistas” muchas veces estaban acompañadas por
cartas de amigos y familiares que se abrían por la noche para que la soledad no
pese tanto, como otros recursos se utilizaban reflexiones, poemas, cuentos… y
en los grupos católicos muchas veces se usaban textos de un notable miembro de
la ruta de Scouts de France, Guy de Larigaudie, quien ejerció una enorme
influencia en las experiencias de los Rovers de Francia.
Con el pasar
del tiempo y de acuerdo a distintas costumbres y tradiciones la experiencia del
campamento en Soledad se fue ampliando, siempre a partir de la Investidura Rover.
Primeramente para momentos importantes… previos a la formulación de Rol (en la
ex USCA previo a Rover Compañero), previo a la partida… finalmente la
experiencia del campamento en Soledad se generalizo para cuando el Rover
Investido la precisara acorde a los distintos momentos de su vida o en
situaciones particular… el “montero Rover” que por algún motivo acampó en el
jardín de BP se convirtió no solo en el prototipo del Rover sino en una de las
actividades tan importantes como el servicio en tanto permiten el encuentro con
uno mismo, fundamental para poder dirigirse al otro de una buena manera.
Acampar en Soledad
Acampar en
soledad… una actividad que invita a la articulación de la aventura con la
reflexión personal. La aventura sobria pero necesaria, que invita a apartarse
durante la marcha de la circularidad del día a día que nos tiene a cada uno de
nosotros como parte de una maquinaria de producción y consumo, sujetados a
distintas demandas que suelen apartarnos de lo verdaderamente importante: la
ética de la vida y los sentidos que cada Rover necesariamente debe construir en
función de su singularidad que sirven para no perderse en caminos laterales que
se presentan como falsas ilusiones de felicidad.
Acampar en
Soledad implica seguir un camino que ha sido pensado para que el esfuerzo no
impida el encuentro con uno mismo. Nos encontrarnos con y en la naturaleza en
los reflejos de su belleza que se convierte en signo que nos interpela. Acampar
en Soledad es realizar un camino de despojo –entendido de la buena manera- de
los ruidos que impiden que entremos en sintonía con nuestros sueños y escollos
que debemos sortear.
Los
recorridos y las técnicas a emplear en el camino son distintos para cada Rover,
de allí la importancia del Concejo de Clan a la hora del diseño… si los Rovers
son un buen grupo de amigos seguramente no tendrán grandes dificultades para
poder ubicar cuál es el recorrido que conviene en este momento para quien
emprenderá la marcha.
Sugerimos
distintas modalidades de reflexión que se adaptarán acorde a las necesidades de
los Rovers… utilizaremos al menos dos de ellas en cada campamento en Soledad, estas
son: Meditar como una montaña, Meditar como los campos de flores, Meditar como
el océano, Meditar como Abraham (para los Rovers Católicos y Cristianos). Luego
nos ocuparemos de cada una de ellas, lo primero es el camino
Trazar una ruta
El trazado
de la ruta es esencial ya que el Rover a partir del encuentro con el camino y
sus vicisitudes tendrá posibilidad de adentrarse en sí mismo. Poco debe quedar
al azar: se elije el camino, se calculan las distancias y los lugares para
hacer un alto en el camino, las características del lugar y el tiempo de acampe
también son muy importantes. La conjunción de estos elementos permitirá regular
el encuentro consigo mismo. Es fundamental tener en cuenta que mucho tiempo de
reflexión en Rovers que por su características son activos y extrovertidos
pueden producir una mala experiencia, de la misma manera que mucho tiempo de
marcha y poco tiempo de reflexión pueden ocasionar lo mismo en Rovers con una
vida interior de mayor intensidad, por eso no hay dos campamentos en soledad
que sean iguales.
La marcha
hacia el lugar del campamento no se realiza de cualquier manera, se sugiere al
Rover que para que su experiencia sea más rica que camine de la siguiente
manera:
·
Respiramos
automáticamente y con ello nos perdemos de uno de los modos que las distintas
religiones y espiritualidades han ubicado como una vía central para la
generación de la conciencia de sí mismo y la apertura a la contemplación de lo
Absoluto. El modo en que caminemos tanto en la ida al lugar del campamento como
en su regreso ayudará a que la experiencia que realice el Rover sea más rica en
lo personal. La sugerencia es realizar tramos (los que el Rover considere)
donde respire de forma consciente ayudado por la oración (acorde a su religión)
o algún pensamiento motivador breve (como una breve oración o tantra). Mientras
se inspira mentalmente se dice la oración, cuando se detiene el aire también se
detiene el pensamiento, cuando se expira se sigue con la oración. La oración
/frase/tantra debe adecuarse a los ritmos respiratorios… en un momento no
importaran las palabras y se podrá caminar en un silencio acogedor,
contemplativo.
·
Caminar
contemplando el entorno natural nos pone en contacto con la belleza que a veces
se aparece de forma sorpresiva, en una imagen del paisaje, en un animal que
cruza nuestro camino, en el ruido del viento o del agua. Se sugiere al Rover
que si en el camino se encuentra con alguna de esas experiencias que se
detenga… que se anime a contemplar la belleza, la bondad, el amor, la libertad,
la infinitud, la paz profunda.
El acampe.
El
campamento en soledad se diseña no solo trazando un camino sino sugiriendo
algunas actividades donde ponga en juego algunas cuestiones técnicas básicas
teniendo en cuenta que el objetivo es que el joven no solo marche cómodo, sino
que también acampe de una buena manera.
Una vez en
el lugar armará su acampe será sencillo… es importante que no se trate
solamente de armar una carpa sino también de algunas construcciones básicas
para que se encuentre cómodo.
Como el
campamento se hace en soledad y sin hacer uso de medios tecnológicos (por
ejemplo el celular), algunos textos como “signos de pista” (reflexiones
scouts), el Evangelio (si es católico – cristiano) deben estar en su mochila.
Como Rovers
Scouts las experiencias de encuentro personal siempre se realizan con
intermedios de actividades que tienen estrecha relación con el escultismo, y
que el Concejo de Clan debe proponer.
El registro de la
experiencia.
El registro
de la experiencia tiene una doble utilidad, la primera de ella es que al ser
una especie de diario de viaje permite al Rover escribir sobre el campamento y
sus actividades, pero también volcar sus reflexiones que estarán siempre a su
disposición para cuando en otro momento las requiera. Otra utilidad es la de
proveer una actividad concreta que puede enriquecerse tomando fotos que luego imprimirá
para el registro, recolectando objetos.
Meditaciones /
Reflexiones
La elección
de meditaciones / reflexiones tienen por objeto que el Rover se encuentre
consigo mismo, constituyendo un espacio personal fuera del “ruido” de la ciudad
y los distintos medios que inundan la vida (redes sociales, whatsapp, etc). Su
diseño es variable y siempre será uno a uno. En esta ficha les ofrecemos una
modalidad que se basa en la Filocalia y en la oración Hesicasta del monje
Serafín, que tiene la ventaja de que en su primera parte se trata de una
exploración común a las distintas espiritualidades y solo en la última se
especifica para el catolicismo- cristianismo. Si la analizan no encontrarán
grandes diferencias con los métodos de meditación /reflexión conocidos, su
ventaja es el aprovechamiento del entorno natural para poder trabajar sobre uno
mismo.
La elección
de las meditaciones / reflexiones (las propuestas u otras) dependerá de los
objetivos del Campamento en Soledad.
Meditar como una
montaña:
Esta
modalidad de meditación puede ser utilizada cuando se trata de reflexionar
sobre la estabilidad, el enraizamiento, los cimientos que nos constituyen como
personas. Se invita al Rover sentarse en una posición inmóvil como la de una
montaña, tomando una roca en sus manos(si está en la llanura) o simplemente
contemplando la sierra. Es muy importante la inmovilidad al momento de realizar
el ejercicio. Como orientaciones previas se puede indicar que:
·
La
montañas tienen otro tipo de tiempo, otro ritmo respecto a la naturaleza en
general
· Antes
de construir una casa se coloca lo más firme, duradero, aquello que puede
soportar las inclemencias del paso del tiempo y de los golpes de la naturaleza.
·
La
montaña acoge al tiempo, a las distintas estaciones del año, reparte las aguas
lo que inicia el ciclo de la vida.
·
“El
Roverismo tiene ahora los pies en la roca, y no la cabeza en las nubes” BP
·
La
montaña existe, no juzga lo que sucede a su alrededor
· Para
los religiosos católicos / cristianos, la montaña hace referencia a la roca en
la que Cristo construye su Iglesia.
Meditar como el
girasol (las flores).
Esta
modalidad de meditación puede ser utilizada cuando se trata de reflexionar
sobre la fragilidad del tiempo, la importancia del instante del encuentro con
el otro y el Absoluto, el servicio. Se invita al Rover a sentarse frente a un
lugar con girasoles (o flores silvestres) contemplando su forma, su posición y
sus movimientos, los que podrá acompañar (o no) con la posición de su cuerpo.
Como orientaciones previas se puede indicar que:
·
Hay
un tiempo para crecer, formar el tallo y en el Roverismo un tiempo para
florecer que como todo en la naturaleza, se nos da gratuitamente.
·
La
raíz y el tallo de los tiempos de la infancia sustentan el tiempo de florecer
desde donde la planta desde su profundidad se orienta hacia el sol, la luz, lo
que permite la belleza. No hay flores en la oscuridad, por ello una flor
siempre se encuentra bien orientada.
·
La
flor es algo fugaz, también hay un tiempo donde se afea y se marchita, pero si
ha cumplido su pacto con el sol, dejará buena semilla.
Meditar como el
arroyo
Esta
modalidad de meditación puede ser utilizada cuando se trata de reflexionar
sobre aquello que permanece, sobre enraizarnos en el cauce que alberga vida y
no ser una gota de agua más en la corriente. Se invita al Rover a sentarse a la
vera del arroyo / mar y respirar acompasándose en los sonidos del arroyo. Como
orientaciones previas se puede indicar que:
·
Se
puede ser una gota mas del agua que corre perdiendo la propia identidad, o ser
cauce que albergue la vida
·
Como
el agua del arroyo los pensamientos van y vienen, algunos hacen espuma, otros
se estancan, pero si prestamos atención al cauce en él hallaremos la
tranquilidad. Podemos entramparnos en los ruidos de la superficie, o bucear y
enraizarnos en la piedra para no ser arrastrados por la corriente.
IMPORTANTE: Hasta aquí el grupo de meditaciones / reflexiones
son abiertas y no responden a una espiritualidad religiosa en particular, sino
a distintos modos que en oriente y occidente se han utilizado para meditar,
rezar, reflexionar. Lo que sigue tiene en cuenta una espiritualidad judeo –
cristiana.
Meditar como Abraham
La montaña,
el girasol, el arroyo son distintos elementos que recuerdan que el Rover debe
ir mas lejos, que al haber perdido el contacto con la naturaleza se siente
extranjero del mundo en el que vive… el hombre es el lugar donde el mundo toma
conciencia de sí mismo.
Para meditar
como Abraham el Rover debe colocarse frente al atardecer frente a su tienda y
observar las estrellas, el Concejo de Clan elegirá un texto breve donde se
relate alguna situación vivida por Abraham.
·
El
joven es invitado a encontrarse con la plenitud del titilar de las estrellas y
con ello su lugar en el Universo, EL ES ALGUIEN
·
Meditar como Abraham es adherirse por la fe a lo que trasciende el
universo, es practicar la hospitalidad, interceder por la salvación de todos
los hombres. Es olvidarse de uno mismo y romper los lazos más legítimos para
descubrirnos a nosotros mismos, a nuestros prójimos y al universo habitado por
la infinita presencia del “Único que es”.
Volviendo del
campamento en Soledad.
El Rover ha
explorado las distintas formas de tomar contacto consigo mismo, es por ello
que.
·
Cuando
se encuentra agobiado, atrapado en cuestiones donde el tiempo parece llevarlo
por delante, es capaz de ir al patio o la terraza, sentarse como una montaña,
meditar/reflexionar.
·
Cuando
siente orgullo y vanidad, recuerda que toda flor se marchita y
medita/reflexiona como un girasol
·
Cuando
siente cólera, disgusto, tristeza, cierra sus ojos, recuerda el arroyo, sus
sonidos y medita como el agua
·
Cuando
se siente impotente ante la realidad, medita/reflexiona como Moisés.
Buho Terco
BPSA - WFIS