La
perspectiva con la que el Roverismo realista tradicional aborda
la “ciudadanía activa” tiene como base el “aprender haciendo” y
aportes de abordajes actuales de las pedagogía crítica y creativa; de allí que
la experiencia vital constituye siempre el cimiento adecuado para
dirigirnos hacia una educación en el desarrollo de la ética y los valores.
Hablar de experiencia vital es poner el foco en las necesidades
e intereses que surgen de la realidad cotidiana de
los Rovers en particular y de las comunidades con las
cuales se trabaja como resultado del movimiento que se realiza en dirección al encuentro
del otro y de los otros, propio de la orientación que el movimiento
brinda bajo la práctica del Servicio.
Los
distintos contextos en los que vivimos (los que exploramos en nuestras
travesías ) nos invitan a la realización de un examen profundo, a la búsqueda
de distintas relaciones y fundamentos, al descubrimiento de las debilidades e
incoherencias en los modos de expresión del poder que nos brindan una realidad previamente
interpretada. El encuentro con ella y los distintos actores sociales
resquebraja la interpretación previa y nos lleva a elaborar planes para el
abordaje, obtener nuestras conclusiones, promover algunos cambios que impacten
positivamente en dirección a una buena vida de la comunidad, favoreciendo
articulaciones en dirección a la construcción de una sociedad más justa.
Es allí
donde nos preguntamos ¿Cómo se articula el Proyecto Vital del Clan
con el Proyecto Vital de cada uno de los Rovers? Sin lugar a duda
existe una relación dialéctica entre uno y otro. Cuando
hablábamos de la Carta de Clan decíamos que el perfil del
Clan y del Rover Scout surgía de (1) La actualización de los
desafíos que se desprende de Ley Scout en las características de nuestra época (2)
El análisis del contexto material, social y político en el que está inserto el
Clan Rover (3) Las necesidades e intereses de los Rovers.
El Perfil se
construye en función de esta triple articulación, lo que hace necesario en
primer lugar que el grupo realice un análisis crítico, donde se
pongan en juego cada uno de los pasos para el desarrollo de un Plan Vital
Grupal especificados en el escrito anterior. Es en el Perfil del
Clan y del Rover Scout donde se expresan las Orientaciones
Valores de la Comunidad de Destino y Sentido. De lo que
estamos hablando es de la construcción del Esquema Conceptual Referencial
y Operativo (ECRO) sobre el que se funda la comunidad, siendo a su vez
dinámico en tanto es revisado cada cierto tiempo. Este ECRO realiza la tarea de
contextualizar lo Universal en lo particular de nuestra comunidad y a partir de
allí la construcción de lo singular en cada uno de los Proyectos Vitales.
Los valores
expresados en la Carta de Clan, más allá de estar contextualizados en la
comunidad concreta, son siempre referenciales y fundamento para el desarrollo
ético. Cada Proyecto Rover, Travesía o Servicio pone en tensión dichos
valores y está bien que esto suceda, en tanto es en las acciones
concretas donde los Rovers encuentran situaciones complejas o
comunidades que parten de otras significaciones de sentido, donde lo que se
sostiene en la CC es puesto en tela de juicio y el propio Clan puede
reflexionar si de forma excepcional la orientación debiera ser otra a la
propuesta, lo que implica la posibilidad de que aquello que es universal no
aplaste a lo particular de una comunidad o lo singular de una persona. Muchas
veces un valor abstracto nos impide analizar las relaciones sociales concretas
y ponen un velo sobre las causas materiales y sociales que determinan
algunos valores y comportamiento, tal es el caso de utilizar el mismo
parámetro para la producción familiar donde los niños colaboran en el trabajo
con la familia, o el trabajo infantil propiciado por las empresas
frutihortícolas y las tabacaleras que avasallan los derechos de la infancia
¿acaso una situación u otra entran en la calificación de explotación infantil?
¿concluir que el trabajo del niño con su familia en determinados contextos y
situaciones no puede ser considerado explotación sino modo de supervivencia
ante un Estado ausente implica convertirse en un promotor de explotación y
estar a favor de la injusticia social? ¿Acaso la familia que por la noche sale
a “cartonear” llevando a sus hijos dormidos arriba del carro es abandónica y
maltratadora? ¿o se trata de una forma de cuidarlos de los riesgos de seguridad
en la villa miseria que van desde la posibilidad de un incendio de las casas de
cartón o de que sus hijos sean invitados a ser “soldaditos” de los
narcotraficantes -se dice “soldadito” a los niños que los narcos utilizan en la
Ciudad de Buenos Aires para que avisen si la policía está dando vueltas, y por
ello reciben una paga iniciándose muchas veces en el consumo o la venta de
drogas- Esta y otras situaciones nos invitarán a poner en tensión nuestro ECRO
en aquellos lugares donde los Rovers realizan sus experiencias, especialmente
si se dirigen a las periferias existenciales donde los valores están “dados
vueltas” para aquellos que se encuentran descartados del sistema social y
despojados de todo cuidado.
El Rover
Piloto y el Equipo Transitorio
Dos son las
formas de que un proyecto Rover es propuesto a la Asamblea para que pueda
realizarse. Una de ellas es donde un Rover Caballero/ Guardiana de la Luz, en
función de sus necesidades e intereses enmarcados en la Carta de Clan, presenta
un Proyecto Personal que necesita la participación de otros miembros de la
comunidad (generalmente escuderos) que se sientan convocados por la tarea y
decidan acompañarlo. La otra manera es que un Equipo Rover se conforme en
función del deseo de realizar un Proyecto, por lo que luego de que sea
presentado y aprobado se designará a un Rover Piloto para coordinarlo.
Las dos
formas remiten a realidades distintas, la primera de ellas a la de un Rover que
se encuentra orientado en su Plan Vital (Caballero / Guardiana de la Luz); la
segunda se basa en la necesidad de exploración social de los escuderos
a efectos de ir delineando su Plan de Vida, por lo que se trata de una búsqueda
creadora de experiencias vitales y la concreción de la práctica del Roverismo
pudiendo surgir de los intereses y/o interrogantes de los jóvenes, de análisis
previos realizados en el Concejo de Clan
respecto de las evaluaciones de actividades y proyectos. Es de esperar
que en ambos casos las propuestas surjan del análisis reflexivo (Ver –
Juzgar) y propositivo (Actuar) apuntando a un trabajo
social concreto y al desarrollo de valores del Rover y del Equipo.
La Asamblea de la Ruta, El Concejo de Clan y el Proyecto
Vital
Luego de la
realización de los Proyectos los organismos del Clan son los espacios donde los
Rovers llevan adelante el tiempo de revisión de las experiencias
en relación las actividades realizadas (Travesía – Descubrimiento, Servicio
Social, Servicio Rover, Campamento en Soledad). La evaluación del Proyecto
Rover y su incidencia en el Proyecto Vital del Clan y el Personal en su faz de
ejecución se evaluará en la Asamblea de la Ruta. En este espacio
se debatirá ¿cómo se han sentido con la activa realizada? ¿cómo evalúan su
ejecución? ¿pudieron articular lo que han sentido con lo que han hecho o
algunos de ellos obstaculizó la tarea? ¿Qué se debe tener en cuenta para
próximas experiencias? ¿cuál es la relevancia personal que la tarea tuvo para
los distintos participantes? ¿el compromiso con la tarea fue adecuado o hubo
dificultades para ello? En el caso de dificultades y obstáculos ¿se
evaluaron alternativas? ¿cómo y con qué criterios fueron tomándose las
decisiones sobre la marcha de la actividad?
La marcha de
los Proyectos nos conduce al universo de los afectos y las valoraciones tan
necesarios para el desarrollo ético de
un sujeto que se siente afectado y concernido por la realidad, de allí en el Concejo
de Clan se evaluará la relevancia personal y
comunitaria de la experiencia abriendo la posibilidad a los argumentos,
autocorrección, ampliación de la mirada y con todo ello, gracias a la
camaradería, la construcción de valoraciones éticas novedosas que
no son fruto de parlamentar en forma vacía (como en el escultismo
parlamentario) sino del compromiso significativo de haber puesto
su cuerpo real en relación con los otros reales. Esta
nueva Valoración coloca a los jóvenes en tensión existencial con su modo
de vida (aquel que definíamos que se encontraba asentado en la rutina)
permitiendo crear alternativas éticas, analizar otras situaciones,
en síntesis, formarse como agentes activos que operan en la realidad,
lo que con cada vuelta de proyectos les permite construirse como verdaderos ciudadanos
activos que pueden no solo valorar lo existente, sino construir y
desarrollar sobre ello. Si por un lado en este tiempo se impacta de alguna
manera sobre el Proyecto de Vida del Clan, en cada Rover impacta
de forma distinta en su Proyecto de Vida Personal, de allí como
decíamos anteriormente, que es de este análisis donde algún Rover Caballero /
Guardiana de la Luz o equipo puede a cuenta propia elaborar un nuevo Proyecto o
que se conforme un pequeño equipo entre quienes quieren seguir avanzando con un
nuevo proyecto basado en la experiencia vivida
¿Por qué
trabajar de esta manera importa? Una de las dificultades de los jóvenes de
nuestro tiempo (también de los adultos) es la incertidumbre generada por
la intolerancia en todas sus variantes (de clase, raza, genero, etc), la
desigualdad, la injusticia social, la manipulación de los medios de
información, la inmediatez y la prisa en un incesante estímulo a la
sensorialidad por “rolear” y “stalkear” en las redes sociales no dejando tiempo
al vacío necesario para pensar; todo esto constituye la serie de
obstáculos a trabajar para que exista la posibilidad de la construcción de un
Proyecto de Vida en quienes sin darse cuenta quedan presos en la servidumbre
voluntaria a la infoesfera y los intereses que operan en ella.
La reflexión
crítica argumentada de las distintas realidades permite que los jóvenes
encuentren algunas razones de por qué la realidad es como es, siendo
la indagación el primer paso para construir el problema,
lo que implica la toma de distintas posiciones para su definición y
posteriormente por medio del proceso creativo propiciar distintas soluciones. La
ausencia de problematización de la realidad opera hacia el joven como
abandono en un mundo que en el caso de las clases medias tiene a
convertirse en la sociedad de Peter Pan donde los jóvenes no
crecen y lo único que importa es consumir -aunque sea objetos imaginados-; y en
el caso de las clases oprimidas y marginadas donde se los descarta, operando
los distintos excesos ante la imposibilidad de tener una mirada
esperanzadora, constructiva y creadora que los localice como posibles
artífices de los cambios personales y comunitarios donde es posible recuperar
la construcción de sentidos y significaciones.