jueves, octubre 24, 2019

El desarrollo ético del Clan Rover




            La perspectiva con la que el Roverismo realista tradicional aborda la “ciudadanía activa” tiene como base el “aprender haciendo” y aportes de abordajes actuales de las pedagogía crítica y creativa; de allí que la experiencia vital constituye siempre el cimiento adecuado para dirigirnos hacia una educación en el desarrollo de la ética y los valores. Hablar de experiencia vital es poner el foco en las necesidades e intereses que surgen de la realidad cotidiana de los Rovers en particular y de las comunidades con las cuales se trabaja como resultado del movimiento que se realiza en dirección al encuentro del otro y de los otros, propio de la orientación que el movimiento brinda bajo la práctica del Servicio.

            Los distintos contextos en los que vivimos (los que exploramos en nuestras travesías ) nos invitan a la realización de un examen profundo, a la búsqueda de distintas relaciones y fundamentos, al descubrimiento de las debilidades e incoherencias en los modos de expresión del poder que nos brindan una realidad previamente interpretada. El encuentro con ella y los distintos actores sociales resquebraja la interpretación previa y nos lleva a elaborar planes para el abordaje, obtener nuestras conclusiones, promover algunos cambios que impacten positivamente en dirección a una buena vida de la comunidad, favoreciendo articulaciones en dirección a la construcción de una sociedad más justa. 

            Es allí donde nos preguntamos ¿Cómo se articula el Proyecto Vital del Clan con el Proyecto Vital de cada uno de los Rovers? Sin lugar a duda existe una relación dialéctica entre uno y otro. Cuando hablábamos de la Carta de Clan decíamos que el perfil del Clan y del Rover Scout surgía de (1) La actualización de los desafíos que se desprende de Ley Scout en las características de nuestra época (2) El análisis del contexto material, social y político en el que está inserto el Clan Rover (3) Las necesidades e intereses de los Rovers.

            El Perfil se construye en función de esta triple articulación, lo que hace necesario en primer lugar que el grupo realice un análisis crítico, donde se pongan en juego cada uno de los pasos para el desarrollo de un Plan Vital Grupal especificados en el escrito anterior. Es en el Perfil del Clan y del Rover Scout donde se expresan las Orientaciones Valores de la Comunidad de Destino y Sentido. De lo que estamos hablando es de la construcción del Esquema Conceptual Referencial y Operativo (ECRO) sobre el que se funda la comunidad, siendo a su vez dinámico en tanto es revisado cada cierto tiempo. Este ECRO realiza la tarea de contextualizar lo Universal en lo particular de nuestra comunidad y a partir de allí la construcción de lo singular en cada uno de los Proyectos Vitales.

            Los valores expresados en la Carta de Clan, más allá de estar contextualizados en la comunidad concreta, son siempre referenciales y fundamento para el desarrollo ético. Cada Proyecto Rover, Travesía o Servicio pone en tensión dichos valores y está bien que esto suceda, en tanto es en las acciones concretas donde los Rovers encuentran situaciones complejas o comunidades que parten de otras significaciones de sentido, donde lo que se sostiene en la CC es puesto en tela de juicio y el propio Clan puede reflexionar si de forma excepcional la orientación debiera ser otra a la propuesta, lo que implica la posibilidad de que aquello que es universal no aplaste a lo particular de una comunidad o lo singular de una persona. Muchas veces un valor abstracto nos impide analizar las relaciones sociales concretas y ponen un velo sobre las causas materiales y sociales que determinan algunos valores y comportamiento, tal es el caso de utilizar el mismo parámetro para la producción familiar donde los niños colaboran en el trabajo con la familia, o el trabajo infantil propiciado por las empresas frutihortícolas y las tabacaleras que avasallan los derechos de la infancia ¿acaso una situación u otra entran en la calificación de explotación infantil? ¿concluir que el trabajo del niño con su familia en determinados contextos y situaciones no puede ser considerado explotación sino modo de supervivencia ante un Estado ausente implica convertirse en un promotor de explotación y estar a favor de la injusticia social? ¿Acaso la familia que por la noche sale a “cartonear” llevando a sus hijos dormidos arriba del carro es abandónica y maltratadora? ¿o se trata de una forma de cuidarlos de los riesgos de seguridad en la villa miseria que van desde la posibilidad de un incendio de las casas de cartón o de que sus hijos sean invitados a ser “soldaditos” de los narcotraficantes -se dice “soldadito” a los niños que los narcos utilizan en la Ciudad de Buenos Aires para que avisen si la policía está dando vueltas, y por ello reciben una paga iniciándose muchas veces en el consumo o la venta de drogas- Esta y otras situaciones nos invitarán a poner en tensión nuestro ECRO en aquellos lugares donde los Rovers realizan sus experiencias, especialmente si se dirigen a las periferias existenciales donde los valores están “dados vueltas” para aquellos que se encuentran descartados del sistema social y despojados de todo cuidado.

            El Rover Piloto y el Equipo Transitorio

            Dos son las formas de que un proyecto Rover es propuesto a la Asamblea para que pueda realizarse. Una de ellas es donde un Rover Caballero/ Guardiana de la Luz, en función de sus necesidades e intereses enmarcados en la Carta de Clan, presenta un Proyecto Personal que necesita la participación de otros miembros de la comunidad (generalmente escuderos) que se sientan convocados por la tarea y decidan acompañarlo. La otra manera es que un Equipo Rover se conforme en función del deseo de realizar un Proyecto, por lo que luego de que sea presentado y aprobado se designará a un Rover Piloto para coordinarlo.

            Las dos formas remiten a realidades distintas, la primera de ellas a la de un Rover que se encuentra orientado en su Plan Vital (Caballero / Guardiana de la Luz); la segunda se basa en la necesidad de exploración social de los escuderos a efectos de ir delineando su Plan de Vida, por lo que se trata de una búsqueda creadora de experiencias vitales y la concreción de la práctica del Roverismo pudiendo surgir de los intereses y/o interrogantes de los jóvenes, de análisis previos realizados en el Concejo de Clan  respecto de las evaluaciones de actividades y proyectos. Es de esperar que en ambos casos las propuestas surjan del análisis reflexivo (Ver – Juzgar) y propositivo (Actuar) apuntando a un trabajo social concreto y al desarrollo de valores del Rover y del Equipo.

La Asamblea de la Ruta, El Concejo de Clan y el Proyecto Vital

            Luego de la realización de los Proyectos los organismos del Clan son los espacios donde los Rovers llevan adelante el tiempo de revisión de las experiencias en relación las actividades realizadas (Travesía – Descubrimiento, Servicio Social, Servicio Rover, Campamento en Soledad). La evaluación del Proyecto Rover y su incidencia en el Proyecto Vital del Clan y el Personal en su faz de ejecución se evaluará en la Asamblea de la Ruta. En este espacio se debatirá ¿cómo se han sentido con la activa realizada? ¿cómo evalúan su ejecución? ¿pudieron articular lo que han sentido con lo que han hecho o algunos de ellos obstaculizó la tarea? ¿Qué se debe tener en cuenta para próximas experiencias? ¿cuál es la relevancia personal que la tarea tuvo para los distintos participantes? ¿el compromiso con la tarea fue adecuado o hubo dificultades para ello? En el caso de dificultades y obstáculos ¿se evaluaron alternativas? ¿cómo y con qué criterios fueron tomándose las decisiones sobre la marcha de la actividad?

            La marcha de los Proyectos nos conduce al universo de los afectos y las valoraciones tan necesarios para el desarrollo ético  de un sujeto que se siente afectado y concernido por la realidad, de allí en el Concejo de Clan se evaluará la relevancia personal y comunitaria de la experiencia abriendo la posibilidad a los argumentos, autocorrección, ampliación de la mirada y con todo ello, gracias a la camaradería, la construcción de valoraciones éticas novedosas que no son fruto de parlamentar en forma vacía (como en el escultismo parlamentario) sino del compromiso significativo de haber puesto su cuerpo real en relación con los otros reales. Esta nueva Valoración coloca a los jóvenes en tensión existencial con su modo de vida (aquel que definíamos que se encontraba asentado en la rutina) permitiendo crear alternativas éticas, analizar otras situaciones, en síntesis, formarse como agentes activos que operan en la realidad, lo que con cada vuelta de proyectos les permite construirse como verdaderos ciudadanos activos que pueden no solo valorar lo existente, sino construir y desarrollar sobre ello. Si por un lado en este tiempo se impacta de alguna manera sobre el Proyecto de Vida del Clan, en cada Rover impacta de forma distinta en su Proyecto de Vida Personal, de allí como decíamos anteriormente, que es de este análisis donde algún Rover Caballero / Guardiana de la Luz o equipo puede a cuenta propia elaborar un nuevo Proyecto o que se conforme un pequeño equipo entre quienes quieren seguir avanzando con un nuevo proyecto basado en la experiencia vivida 

            ¿Por qué trabajar de esta manera importa? Una de las dificultades de los jóvenes de nuestro tiempo (también de los adultos) es la incertidumbre generada por la intolerancia en todas sus variantes (de clase, raza, genero, etc), la desigualdad, la injusticia social, la manipulación de los medios de información, la inmediatez y la prisa en un incesante estímulo a la sensorialidad por “rolear” y “stalkear” en las redes sociales no dejando tiempo al vacío necesario para pensar; todo esto constituye la serie de obstáculos a trabajar para que exista la posibilidad de la construcción de un Proyecto de Vida en quienes sin darse cuenta quedan presos en la servidumbre voluntaria a la infoesfera y los intereses que operan en ella.

            La reflexión crítica argumentada de las distintas realidades permite que los jóvenes encuentren algunas razones de por qué la realidad es como es, siendo la indagación el primer paso para construir el problema, lo que implica la toma de distintas posiciones para su definición y posteriormente por medio del proceso creativo propiciar distintas soluciones. La ausencia de problematización de la realidad opera hacia el joven como abandono en un mundo que en el caso de las clases medias tiene a convertirse en la sociedad de Peter Pan donde los jóvenes no crecen y lo único que importa es consumir -aunque sea objetos imaginados-; y en el caso de las clases oprimidas y marginadas donde se los descarta, operando los distintos excesos ante la imposibilidad de tener una mirada esperanzadora, constructiva y creadora que los localice como posibles artífices de los cambios personales y comunitarios donde es posible recuperar la construcción de sentidos y significaciones.

viernes, octubre 18, 2019

Las dimensiones del Proyecto de Vida Rover (segunda parte)

Guy de Larigaudie. Rover Legendario de la Ruta de SdeF


            Proyectar es lanzar hacia delante, pero sin descuidar lo que tenemos por detrás… nuestras determinaciones materiales, sociales y esencialmente las conformadas por la historia de nuestros afectos han dejado huella en nosotros mismos y, si bien por un lado nos han permitido llegar a este punto de nuestra vida, por otro también construyeron algunos obstáculos. La historicidad de cada vida es un dato que no puede ignorarse.

            Algunos jóvenes cuentan con que los padres o familiares han deseado algo para ello, lo que en les permite seguir esa dirección o elegir otra; el problema mayor es cuando ese deseo no se ha puesto en juego por distintas circunstancias de la vida, generalmente cuando las necesidades básicas se han convertido en tiranas produciendo que el único deseo de los padres sea que los hijos vivan. Esto último no es una exageración, basta conocer las cifras de pobreza en nuestra América Latina que afecta mayoritariamente a los niños y jóvenes, para darnos cuentas que si el escultismo no se prepara para alojar y ayudar a la construcción de sentidos de quienes ha vivido al margen, el propio movimiento pierde significación que el propio Baden Powell había señalado como objetivo principal.

            La construcción del proyecto vital de un Rover está doblemente condicionada, por un lado, un pasado que es imposible de cambiar, por otro un futuro que de acuerdo con lo que se plantee deberán generarse las condiciones para su posibilidad. El Proyecto Vital expresa las elecciones fundamentales de la persona, su forma de estar en el mundo, en ese sentido le permite al Rover anticipar, decidir y actuar en función de los fines propuestos.

            J. Nuttin[1] decía que “el hombre mas que simplemente adaptarse al mundo, busca adaptar al mundo a sus proyectos” y que “el proyecto de futuro introduce una cierta unidad en el conjunto de actividades que forman parte de él. Así la suma enorme de comportamientos realizados, por ejemplo, en la preparación de una carrera y la realización progresiva de un proyecto en la vida social, forma cierta unidad de conducta y de motivación. Cada segmento de comportamiento que se inserta en esta perspectiva de vida no es más que artificialmente aislado del proyecto de conjunto del que forma parte”.

            Teniendo en cuenta lo expresado por Nuttin, se nos aclara el por qué consideramos la Travesía, el Campamento en Soledad, el Servicio Rover y el Servicio Social como aquellos elementos centrales que desde el Roverismo le permiten al joven la construcción de un Plan Vital. También nos sirve para entender que el Proyecto del Clan esta expresado en la Carta de Clan donde la comunidad Rover expresa sus orientaciones principales para el despliegue de la vida personal y grupal, lo que implica que la misma no puede ser estática sino dinámica y revisada cada cierto tiempo, en tanto debe acompañar a su vez a las distintas conformaciones que tendrá la comunidad de acuerdo con el ingreso y egreso de jóvenes.

            Tal como lo plantea D´Angelo[2]el Proyecto de Vida enmarca las direcciones principales de despliegue de la vida personal o grupal, en el conjunto de las contradicciones de sus relaciones reales y de sus elaboraciones concientes e inconcientes, en el contexto material, sociocultural y en las diferentes esferas de su actividad social. Podríamos considerarla como una categoría de la praxis social – personal, en tanto revela la materialización del sentido de vida en direcciones concretas y alternativas de acción individual y colectivas

            Pensemos en el recorrido que un Rover realiza por la rama. Si en un primer momento en los equipos transitorios el joven Escudero explora a través de la participación en Travesías y Servicios distintas opciones que le abren un conocimiento experiencial de distintos aspectos de la vida, organizadas generalmente por los Rovers Caballeros (última etapa), cuando sea Caballero organizará Travesías y Servicios en los que podrán conformarse (o no) equipos transitorios donde escuderos y novicios obtendrán experiencias que los ayudaran a ir construyendo el rumbo de su propio Proyecto Vital. Como vemos existe una clara progresión para la construcción del Plan de Vida que es acompañada por el Clan en su conjunto y la oferta de programa cristalizada en la obtención de distintas Insignias que irán marcado los logros dentro del proceso.

            Es la identidad del Clan el campo propicio para la elaboración del Plan Vital. D´Angelo[3] plantea que en el Proyecto de Vida se articulan distintas dimensiones articuladas a la historia personal del joven, que están expresadas en el siguiente cuadro

Valores
Dimensiones
Especificaciones
     1) ETICOS

Dignidad







Solidaridad






Estéticos


Autonomía – autorealización
Amor – justicia





Cooperación – altruismo
Respeto – compromiso y acción social constructiva





Diversidad – belleza
Integración cósmica

Valores propios del individuo y su originalidad, independencia. Carácter constructivo de sus direcciones personales.

Darse a otros en vez de recibir de otros. Honestidad. Consideración del valor del otro como persona

Patriotismo

Disposición a la ayuda desinteresada, a la colaboración solidaria

Observancia de las diferencias generacionales, personales. Responsabilidad por las actividades escolares y sociales. Honradez. Ser proactivo

Apreciación de los hechos en todas sus facetas y en la dimensión de lo bello, en la unión de lo universal


2)      AUTOEXPRESION PERSONAL

Integración Personal













Autodesarrollo







Transparencia – no conflictividad
Apertura – flexibilidad
Autoconocimiento
Autovaloración
Autenticidad – identidad
Orientaciones Vitales (motivaciones)









Misión personal
Sentido social trascendente


Grado de existencia o no de conflictos, frustraciones, temores, mecanismos de defensa. Flexibilidad Personal

Sobre-subvaloración. Percepción realista – irrealista de sí mismo

Aceptación de sí mismo

Areas de desarrollo vital (Estudio, familia/amigos, trabajo, empleo del tiempo, vocación/profesión, social)

Dirección de progreso personal- social

Integración personal – social – universal

Consistencia entre aspiraciones – metas vitales y con los valores propios

Consistencia en diferentes esferas de la vida (profesión, familia, ocios, tiempo libre, sociedad)

Valoración de oportunidades y riesgos en los eventos vitales.
Asunción de situaciones vitales
Reestructuración del campo vital
Generación creativa



            Teniendo en cuenta lo expresado en el cuadro, el trabajo del Rover se orienta a poder lograr autoconocimiento en las distintas dismensiones para que, a partir de ellas pueda realizar la programación de tareas dentro de su Plan de Vida, esto implica por un lado realizar una valoración para con posterioridad trazar sus metas

3)      PROGRAMACIÓN DE TAREAS - METAS
dimensiones
especificaciones
Valoración
Se trata de valorar los distintos temas vitales producto de la cotidianeidad y de las distintas actividades realizada con el Clan: Travesías (descubrimientos), Servicio Rover, Servicio Social, Campamento en Soledad

¿Cómo lo siento?

¿Cómo lo hago?

¿Cómo soy respecto a lo que siento y a lo que hago?


¡Cómo /que debo cambiar o reorientar?

Sentir

Hacer

Autoexpresión
Consistencia
Ser

Autodirección y desarrollo

Configuraciones de Planes de Vida
Para ello es necesario partir de las experiencias vividas  o los temas tratados según lo expresado en el ítem “valoración”

¿En que me afecta y me involucra la experiencia realizada?

¿Qué postura asumir frente a la experiencia?

Alternativas posibles

Análisis a favor y en contra. Establecimiento de metas

Organización de las metas

Vías de logro, sus pro y contras



Relevancia


Compromiso


Elección

Decisión


Propósitos

Estrategias




[1] Nuttin, Joseph.- Problemes de motivation humaine. Psychologie des besoins fondamentaux et de projects d'avenir. Revue international de synthese cientifique. Vol. C‑11. Milano. 1967
[2] [2] Ovidio D´Angelo Hernández. Biblioteca FLACSO, “Autorealización personal y espiritualidad en las condiciones complejas de la sociedad contemporánea”

[3] Op.cit

domingo, octubre 13, 2019

Roverismo. La construcción del Proyecto Vital (primera parte)





El Roverismo como ruptura de la cotidianeidad


            Es interesante escuchar las respuestas que brindan los Rovers cuando se les pregunta por sus vidas y comentan su rutina, y con ella cierto aburrimiento derivado de la repetición de lo cotidiano. Cuando comienzan a hablarnos expresan sus vivencias habituales y comparten con nosotros – sin darse cuenta – las distintas determinaciones existenciales en tanto la vida misma es una praxis social donde cada uno de nosotros construye un modo de vida predominante, inmerso en las condiciones del contexto social, natural, material y espiritual. En las expresiones encontraremos lo que se considera “el sentido común” pudiendo definirse en función de que los sentidos que nos habitan se producen por la interrelación con la vida familiar, comunitaria e institucional, en los grupos informales los que conforman un conjunto de valores, normas sociales y creencias en los cuales encontramos sentidos para la vida apuntando a la construcción de alguna respuesta posible a la pregunta ¿Quién soy yo?

            El curso de la vida rutinaria es el lugar donde los jóvenes incorporan conceptos, afirmaciones, prejuicios por los cuales establecerán juicios sobre la realidad, sesgados en tanto el campo interpretativo de la misma encuentra sus determinaciones en los grupos con quienes se comparte el contexto vital. Si a esto le agregamos la ampliación que provocan las redes sociales y los modos de conformación de los grupos dentro de ellas, es un observable que generalmente los contactos se con “iguales” (narcisistas), bloqueando o la eliminndo o borrando aquello que pone en entredicho la valoración social común del grupo de pertenencia. En ese sentido la red social virtual puede aparecer como una especie de ampliación del propio Yo donde se rechaza lo diferente, lo que es distinto-de-mi, la otredad.

            De esta manera los jóvenes conforman su mundo de valores pero ¿Qué sería un valor? Para explicarlo de forma sencilla podemos decir que se trata del significado que se atribuye a los objetos, distintas situaciones de la sociedad y del contexto en el que se vivimos, constituyéndose como modo o estilo de vida de las relaciones cotidianas. Las Orientaciones valorales son estables conformando lo que Baden Powell entendía como Carácter, la producción de cambios en su estructura no es cosa sencilla siendo territorio en disputa con la potencia de los medios de comunicación y  de las redes sociales (infoesfera) ya no tan libres como en otros tiempos, que entre sus objetivos buscan operar sobre la formación de significaciones y sentidos a partir de los objetivos de los distintos intereses económicos y políticos, de allí que nos hallamos en el tiempo de la posverdad, los trolls, influencers y Cambridge Analityca direccionando el voto de los electorados dentro del mundo que llamamos “democrático”

            El escultismo ofrece a sus miembros la adhesión voluntaria a un Orientación Valoral Común sintetizada en los Principios, las Virtudes y la Ley Scout, reforzada en el Roverismo por la Carta de Clan abarcando los distintos aspectos de la vida de la comunidad. Si nos preguntáramos ¿Cuándo se comienza a formar el carácter? La respuesta es sencilla…con la formulación de la promesa scout y en el caso del Rover su Investidura. Antes de la formulación de la promesa o la investidura el joven se encuentra en el terreno de cierto relativismo que lleva cualquier debate a la discusión porque no se parte de una visión del mundo y la vida común, por lo tanto no existe un punto de amarre que permita la intervención del Jefe de Clan y del Clan a la hora de debatir sobre temas que se relacionan a los valores que se desprenden de la ley y que utilizamos para Ver y Juzgar lo cotidiano. La libre adhesión y su cristalización en la formulación de la promesa siendo la comunidad testigo del compromiso y corresponsable de su cumplimiento habilita a intervenir en el diálogo que apunta a desarrollar el carácter.

            El concepto de “Comunidad Subsidiaria” de MD Forestier apunta a señalar que es posible el acompañamiento en tanto existe un sentimiento de “solidaridad de destino que funda la camaradería y preludia el nacimiento de la amistad. Sienten que seguirán en la ruta juntos, que volverán a encontrarse por los caminos de la vida, y no se les dice bastante lo cierto que es esto” conforman una comunidad de destino donde, con una misma esperanza, se prepara una fuerza aunada para la acción ulterior”.  El scout o en este caso el Rover, se compromete a vivir acorde a los valores que el movimiento le propone y por eso la comunidad interviene, entendiéndose de esta manera el sentido de la prohibición al voto de quienes aún no han formulado su promesa, ya que la pertenencia a la comunidad se cristaliza en la promesa scout.  

            El trabajo del Clan y del Rover se basa en la ruptura de la cotidianeidad, única posibilidad para que un sujeto pueda poner en tensión el modo de vida cotidiano, con la orientación que ha decidido para direccionar su vida. El Clan Rover se constituye en primer lugar como espacio común que apunta a ser el eje de los otros espacios ¿cómo es esto? Si los rayos de una rueda son las distintas dimensiones de la vida, de los grupos y lugares en los que participa el joven, la Ruta pretende que esa rueda gire sobre el eje constituido por los valores que determinan un estilo de vida.

            ¿Por qué hablamos de ruptura? ¿Qué se rompe? El método scout por medio de la aventura de la vida al aire libre y el servicio al romper con la cotidianeidad, instituye una temporalidad distinta vivida con alta intensidad. Cualquiera que haya sido scout pueden dar fe de cómo los tiempos de lo cotidiano se van articulando con los tiempos del escultismo desplazándose el centro existencial del sujeto… la espera del sábado, de cada actividad, la vida de campamento, el servicio; son muestras de como el deseo comienza a direccionarse a “los scouts”, de allí la metáfora del eje y la rueda. Las experiencias en el movimiento scout pasan a ser la fuente principal que incide sobre las actitudes del joven en tanto será a partir de la Ley Scout y la Carta del Clan que comenzará a Orientarse en los Valores del escultismo de una manera singular -no es para todos lo mismo, cada uno encarna los valores de modo diferencial- objetivándose dichos cambios en la vida cotidiana y no al revés.

            ¿Por qué sucedería esto? El escultismo es una práctica social en la que uno de sus aspectos es la práctica educativa. En tanto praxis lo que suceda dentro de la comunidad permite la formación de sentidos en lo personal y grupal constituyendose como anticipación de las acciones que surgirán de la experiencia de trabajo, y la realización de las acciones pasarán serán causa de felicidad para el joven en tanto puede estar a la altura de aquello que anticipa en sus proyectos, lo que implica vivir prácticamente su compromiso. Este es un punto muy importante en la división que Forestier estableciera entre el escultismo realista y el parlamentarista, en tanto si no hay acción no hay práctica del escultismo, de allí que el escultismo parlamentario se asemeje a la escuela donde los jóvenes debaten generalmente en función de los temas que se exponen en los medios de comunicación o que se instauran a partir de la red virtual ¡y son traídos por ellos mismos, no de su experiencia! Se instala la paradoja de parlamentar sobre un tema aunque nada de ello les concierna o tenga que ver con su experiencia cotidiana, encontrándonos de esta manera con un sistema de pensamiento desamarrado del cuerpo, alienado que alienta la construcción de una doble moral donde lo que se dice no se encuentra asentado en la propia vivencia ni implica acciones concretas de compromiso y cambio en su cotidianeidad o en la comunidad de pertenencia. En esta doble moral los jóvenes opinan una cosa y hacen otra, como por ejemplo el apoyar políticamente valores contrarios a los que dicen encarnar.

La Travesía Rover / el descubrimiento como ruptura

            Anteriormente realizamos una presentación de lo que entendemos como Travesía Rover / descubrimiento clasificando algunas de ellas solo a título informativo.

            ¿De qué manera constituyen una ruptira?

            En primer lugar, se produce por fuera de la temporalidad de lo cotidiano; en ese sentido asume la forma de la aventura creando una temporalidad distinta, épica. Si los contextos son determinantes, para los Rovers el cambio de contexto y la salida al encuentro con el otro distinto se convierte en una posibilidad de experiencia novedosa, de allí que las vivencias de extraterritorialidad y extrañeza al dirigirnos hacia lo diverso nos ponen en contacto con otros sistemas que constituyen distintos sentidos. Generalmente cuando el escultismo parlamentario se dirige a los otros lo hace desde una perspectiva culturalista - turística que no ahonda sobre los determinantes materiales y sociales que inciden en las comunidades produciendo los discursos culturales y grupales; en cambio desde la perspectiva del escultismo realista, el encuentro con el otro es algo serio. Lla perspectiva crítica nos exige una posición distinta en el momento de VER. Podría decirse que en ambos casos existe experiencia, la diferencia es que en el Roverismo realista buscamos construir sentido de la experiencia vivida en tanto nos sentimos concernidos y convocados por ella. En el Roverismo realista se invita al joven a salir de la trampa de la ternura y comprensión cultural como reacción de autodefensa que obtura la posibilidad de capitalizar la experiencia. Es en el encuentro con el otro, la conversación y el conocimiento del modo de vida donde el Equipo o Clan Rover tiene la posibilitad de realizar un análisis crítico que permita adentrarse en los determinantes materiales y sociales de las comunidades por las que transita la travesía… lus sistemas de creencias, prácticas sociales y reflexiones, la relación con lo global; todo aquello que producto del encuentro impactará en su propio modo de vida invitándolo a la reflexión.

            Si bien la Travesía es una actividad transversal a todas las etapas del Roverismo, son los Escuderos que, al realizar una experiencia novedosa de encuentro profundo con los otros, requieren mayor acompañamiento de los caballeros y el Jefe de Clan con respecto a la transmisión de herramientas para indagar y problematizar la realidad y herramientas de comunicación humana, sensibilidad social y relaciones éticas con el otro. Todo esto se hace necesario de forma tal de no correr el riesgo de realizar “turismo cultural” que de por sí no tiene nada de malo, pero no cumple con los objetivos del Programa Rover.

            Si en la travesía / descubrimiento vamos logrando nuestro cometido, la experiencia de los Rovers será de pleno sentido ( lo que muchas veces describimos como mística) en tanto los jóvenes sienten que en esos momentos ellos pueden encarnar la Orientación Valoral expresada en la Ley, la promesa y la Carta de Clan. Si la travesía / descubrimiento lo vivido dejará profundas huellas en sus protagonistas que consideramos lo “educativo” de la experiencia y que no se borra por juegos de palabras porque está marcado en el cuerpo mismo de cada uno de los Rovers.

El campamento en soledad como ruptura de la cotidianeidad

            No hay dudas de que el campamento en soledad opera como ruptura de la cotidianeidad. Desde tiempos inmemoriales el hombre elige el apartarse de los otros para realizar experiencias de encuentro personal o con lo trascendente. Un Rover acampa antes de realizar su Investidura, y cada vez que lo necesita personalmente, como el montero Rover que armara su tienda en el jardín de la casa de campo de Baden Powell.

            Desde su preparación el Rover comienza una tarea de desprendimiento de aquello que es innecesario para la Buena Vida en tanto la frugalidad atravesará la experiencia de principio a fin. Como los grandes peregrinajes de otras épocas (por ejemplo, el camino de Santiago) o las experiencias originadas en el escultismo pero desarrolladas fuera de él como el Goum de Michel Menú; el cargar con sólo lo necesario en la mochila aliviana nuestro viaje siendo una práctica de despojarse de lo innecesario para la vida, generalmente ligado a lo que denominamos “consumismo. La sola imposibilidad del uso del celular y distintos elementos tecnológicos coloca al Rover en una tensión necesaria para poder desalienarse del objeto tecnológico y comenzar a descubrir que la felicidad no se encuentra en los objetos que el mercado nos plantea como “necesarios”. Si a esto le sumamos el menú sencillo, la acampada y todo aquello que es típico de un campamento nos encontramos con la creación de un escenario propicio donde el Rover encuentre en el ascetismo y la abnegación propiciadas por la experiencia otras dimensiones más satisfactorias y enriquecedoras producto del encuentro consigo mismo en la marcha, la acampada y la reflexión personal.

            Es en el campamento en Soledad donde el Rover podrá reflexionar previamente a su Investidura o hacer uso de este con el objeto de reflexionar sobre sí mismo desde una posición que no apunte a reforzar el Ego conformado por las interacciones intersubjetivas cotidiana (su modo de vida) sino por las condiciones materiales y socioculturales que marcan su existencia. Es en ese sentido que en el campamento en Soledad trabajará sobre los distintos pares axiológicos que señala D’Ángelo[1]

Hedonismo
Ascetismo
Egocentrismo
Sociocentrismo
autonomía
conformismo
esfuerzo
Pasividad, resignación
compromiso
Indolencia, desidia
rutina
creatividad
cotidianeidad
trascendencia
material
espiritual
utilitarismo
Cooperación

            Junto a la relación de tensión en los distintos pares axiológicos y en relación con el compromiso asumido de vivencia de la Ley y la Carta del Clan, el Rover podrá reflexionar sobre sí mismo y las distintas situaciones vividas tomando conciencia de su posición ética en tanto de lo que se trata es de cómo vivimos, cómo queremos vivir y qué sentido le damos a nuestras acciones cotidianas. Indudablemente el Campamento en Soledad en conjunto con la travesía y el servicio Rover pasan a ser los pilares para la construcción de un Proyecto de vida.


[1] Ovidio D´Angelo Hernández. Biblioteca FLACSO, “Autorealización personal y espiritualidad en las condiciones complejas de la sociedad contemporánea”

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