Breve historia de las muñecas y los títeres
Según una investigación realizada por
la artista Noemí Naon y la Lic María Cristina Alvarado, los descubrimientos
arqueológicos han demostrado que las muñecas y muñecos han existido desde la
época de los cazadores- recolectores. La palabra latina “puppa” que en un
primer sentido significaba mamá (poppa) o seno materno, dará la extensión a
“dar la poppa al bambino” y como diminutivo nombrará al pezón como pápula o
papila. Cicerón y Plinio utilizan “pupila” para una parte del ojo (la niña del
ojo) siguiendo la tradición griega de “Koré” que significa niñita, muñeca o
niña del ojo. ¿Por qué se
denominaría “puppa” a la muñeca? La simple experiencia de mirarse al espejo nos
muestra que en nuestro ojo vemos reflejada la propia imagen. Nos reconocemos
desdoblados en la imagen del espejo.
Las primeras muñecas y muñecos fueron objetos mágicos de protección. Quien utilizaba muñecas y muñecos se sentía seguro, a resguardo, como en el seno materno. La muñeca – muñeco talismán de las primeras culturas era construida por sus propios dueños con materiales y técnicas acordes al grupo social de pertenencia. Ese muñeco protector que se ofrece a los niños, se convirtió en aquello en lo que se desdoblaba proyectando su propia imagen… para los primeros padres era un objeto de protección, el niño lo fue convirtiendo en un juego donde proyectar distintas cosas, desde la exploración del cuerpo hasta los sentimientos de agresividad y amor. Con la muñeca y los muñecos los niños comienzan a construir su drama (narrativa)… el psicoanalista Juan David Nasio alguna vez afirmó que en la historia de los juegos infantiles con muñecos y juguetes, encontramos la historia de los padecimientos y las alegrías tempranas del sujeto.
La
utilización de los primeros títeres va de la mano con la narrativa que los niños
construyen con sus muñecos, los hacen hablar, sea un muñeco o mas que "dialogan" entre sí. Los adultos los comenzaron a utilizar en la
antigüedad para realizar distintas representaciones, como ejemplo las culturas
China, India, Japonesa, egipcias, griegas y romanas que montaban obras con
fines mágico - religiosos y con fines educativos donde relataban las aventuras de los
dioses, algo que se repite en la Edad Media pero para las celebraciones
cristinas. Con la incipiente desacralización del mundo el teatro de títeres
comienza a ser un espectáculo callejero donde se representaban historias,
cuentos e incluso donde se realizaban críticas políticas.
En 1930 la psicoanalista Madeleine Rambert introduce los títeres en la
psicoterapia con infantes. La técnica era sencilla, invitaba a los niños a
imaginar historias y representarlas con marionetas. Títeres y marionetas se
constituyeron como un elemento importante para la expresión de los sentimientos
inconscientes del niño que juega. En 1949 Francoise Doltó incorpora la
utilización del títere en el tratamiento con niños. Para la decada del 50 en
Argentina comenzaron a utilizarse en adultos,
considerándolos como un objeto intermediario entre el sujeto y el mundo,
rehabilitando a partir de su uso a pacientes internados permitiendo su
revinculación social. En 1982 la psicoanalista suiza Ursula Tappolet expone sus
experiencias como terapeuta publicando un libro orientado a la Educación. En la
década del 90 se afianza la utilización de los títeres en psicoanálisis con
niños dentro de las estrategias de juego – terapia y en el presente siglo se amplía su utilización en autismos y distintas discapacidades.
Objeto
mágico de protección donde para algunos se deposita lo angelical y para otros lo terrorífico (como el famoso muñeco vudú, doble de la persona sobre la que se ejercería la magia a partir de alfileres), desdoblamiento de la persona en la muñeca/muñeco donde
se proyectan distintas afectos y conflictos del sujeto. Objeto que protege e intermedia
con el mundo, dando la posibilidad de construir narraciones donde se asumen
distintos papeles en las historias lo que permite establecer juicios, obtener efectos
terapéuticos y tantas otras cosas nos animan a afirmar que, la utilización
de títeres en las distintas edades de los scouts y en sus distintas etapas no
es un recurso menor a la hora de buscar formas de trabajo que operen como
intermediaciones entre el niño y el mundo, el mundo de los niños y adolescentes con la realidad efectiva,
articulandose el trabajo a las posibilidades de desarrollo que nos brinda el método scout.
El teatrino en las ramas menores
El
escultismo no es un juego libre, tampoco es un juego inflexible. Es un juego
con reglas en un marco narrativo (lo denominamos marco místico) que ofrece a
los niños la posibilidad de orientarse en su experimentación del mundo y sus
aprendizajes que siempre implican valores humanos y humanizantes.
En un artículo anterior respondía a la pregunta ¿por
qué es necesario trabajar con los personajes de “el Libro de la Selva”? afirmando que en la infancia hay un momento
donde el niño necesita desconcentrar las imágenes de todo lo bueno y todo lo malo
de las figuras de su familia y también de sí mismo, allí es donde aparecen
algunos juegos con personajes de características diferenciales, constituyéndose
los muñecos y títeres como un espacio
privilegiado donde se alojan distintas narrativas de historias en las que cada actor
representa aspectos distintos.
Si prestan
atención a las historias de los dioses griegos, podrán darse cuenta que son
relatos de distintas pasiones humanas inexplicables desde la razón de ese
tiempo; tal es así que cuando alguien estaba enamorado Cupido le había arrojado
una flecha, si era peleador estaba poseído por Marte, si cantaba de forma bella era Apolo quien lo
hacía a través de él, si obraba vengativamente con las personas hacían su aparición
las “furias” y si alguien se encontraba abatido por la tristeza había caído en la
trampa de Ezis.
En el libro
de la selva cuando un niño/a o un adulto actúa con sabiduría decimos que es como
el oso Baloo, cuando alguien es duro e intransigente actúa como la víbora Pitón
Kaa, cuando nos quedamos en una posición que ya no tiene sentido actuamos como
la Cobra “Capucha Blanca”, cuando alguien actúa con malicia y daño con una
persona actúa como el tigre Shere Kan, cuando nos preocupamos porque todos
quedemos contemplados por la Ley obramos como el elefante Hathi, cuando somos
serviles con los poderosos actuamos como el chacal Tabaquí. Cada uno de los
personajes nos permiten expresar distintos aspectos que pueden estar en una
persona o que se ponen en juego en las relaciones, y que ello nos permiten establecer juicios y por ende, pensar en las distintas experiencias.
Personajes,
actitudes, proyecciones de distintos afectos que ponen en escena la posibilidad
de identificarse. Esa es la partida que se juega con los Títeres,
de allí su importancia. Como un pequeño ejemplo, el último sábado trabajamos
con el Teatrino, con posterioridad los chicos quisieron jugar un rato con las
siluetas especialmente Chil, el Milano - un personaje secundario del cuento -
el que más llamara su atención. Para los que no conocen, el Milano es un ave
que surca los aires de la selva, observando desde el cielo lo que ocurre en la
tierra. Servicial y valiente, gusta del canto y cumple un papel fundamental en
el rescate de Mowli cuando fue prisionero de los monos.
Debemos
dejar claro que no es función de los dirigentes-educadores scouts interpretar a los niños, eso es algo que
hacen los profesionales en los contextos clínicos donde existe una relación terapeutica en la que se está trabajando, lo que sí podemos y debemos
es tomar siempre que sea posible los deseos de los niños y ver cómo podemos
seguir avanzando a partir de ellos. Como todo juego, en definitiva, siempre se
trata de “jugar
a ser” por lo que tranquilamente en la programación de la próxima semana
podría incluirse desde cantos del Milano hasta la construcción de un barrilete volantín
con un Ave impresa con esténcil, actividad más que útil ya que permitiría
aprender algunos nudos, una técnica artística-artesanal y realizar una
actividad bonita en un tiempo donde en nuestra ciudad el viento se siente…
Aunque no le digamos a los niños que van a jugar a que son un Milano que surca los aires del barrio, viendo desde allí arriba lo que sucede debajo, atentos a los que otros necesitan; algo de esto ocurre gracias a la narrativa… ¿acaso en el juego por más que “desde fuera” se vea que el niño y el barrilete son distintos, “por dentro” el niño no se proyecta en ese barrilete?... es aquí donde a los adultos vendría bien recordar su propia infancia y sus juegos. Es allí donde se manifiesta la potencia educativa y liberadora del movimiento scout.
El teatrino en las distintas ramas del movimiento
Es claro que el uso de títeres puede ser una herramienta útil para las actividades de las distintas ramas, y en el caso del trabajo con inclusión resulta ser maravillosa. Construir su propio muñeco/ títere con distintas técnicas (papel mache – carta pesta, medias, etc) hasta construir el teatrino en la base – taller y preparar una obra con los motivos más diversos (recreativas, testimoniales, míticas) para ser presentada algún espacio como el grupo, una escuela, el hospital o simplemente en la plaza del pueblo cercana a nuestro lugar de acampe.
Espero que con
este pequeño escrito, un poco más largo que lo que las personas gusta leer y no
con la profundidad que me gustaría transmitir, puedan animarse en algún momento
a utilizar esta gran herramienta, que surge con los comienzos de la
humanización y aún hoy permite seguir humanizándonos.
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