domingo, abril 05, 2020

¿Por qué es importante trabajar con los personaejes del LTV?




            En los últimos días tuve dos conversaciones con amigos que me motivaron a escribir el presente texto. Cronológicamente la primera fue Darío Sassi con quien he compartido grandes aventuras desde nuestra adolescencia, más allá de que con el trabajo y el tiempo no nos veíamos mucho, la apertura del grupo “Cruce de los Andes” dentro de la BPSA volvió a acercarnos y de allí retomamos viejas conversaciones. La segunda con Gerardo Martínez Hernández con quien nos une otro tipo de aventuras scouts ligadas a la producción teórica, educativa…contenidos que nos permitan colaborar con la creación de otros mundos posibles.  Con Darío conversábamos sobre cómo en algunas prácticas los nombres de la selva funcionan a título de “apodos” o “alias” desconociendo los dirigentes el LTV y su importancia a la hora de generar representabilidad en el mundo infantil, ya que los distintos personajes ponen en escena características distintas de autoridad en sus distintas figuras; debemos pensar que hasta la edad del ingreso estas características suelen condensarse en un Todo en las figuras familiares (padres), para luego ser volcado en otras figuras de autoridad como los docentes. Por otra parte Gerardo me había pedido que lea el libro que está por publicar que se llama “Guía para el educador aprendiz de la comunidad de manada”, lo que más que trabajo ha sido un enorme placer ya que se nota el esfuerzo titánico que ha significado su escritura logrando además sencillez para su lectura y un abordaje abarcativo de la mayoría de los temas (sino de todos) que importan al momento de dirigir una manada. Imposible no dirigirse a su texto y la gran relación que realiza con el ambiente, la mística de la manada y los resultados desde el punto educativo (lo que es una recomendación de lectura para cuando salga).

El “imperativo supuesto” en la infancia



            Desde el momento que nacemos y damos nuestros primeros gritos y llantos, aparece un Otro que nos auxilia (las funciones maternas y paternas). Estamos a su merced para vivir… es quien nos alimenta, quien nos dona el lenguaje y las palabras para nombrar las cosas y lo que nos pasa, nuestros afectos son moldeados en la relación vincular primordial que conformará una matriz de repetición para toda la vida. Para el niño es un imperativo supuesto que ese Otro ocupa un lugar sin falla. ¿eso significa que los padres no fallan? Para nada, los padres fallamos y mucho, el imperativo supuesto es del niño en tanto para él es cuestión de vida o muerte que el Otro sea consistente, por eso lo común es que asuma como propia esas fallas “No es el Otro, soy yo”.

            ¿Por qué decimos que se forma una matriz vincular repetitiva? veamos un ejemplo. El psicoanalista Jacques Lacan decía que si un padre/madre golpea a su hijo pequeño, este podría preguntarse ¿me pega porque me ama? De esa manera, el vínculo familiar patológico irá dando forma a una estructura vincular que el niño pondrá en juego en su vida con los otros (la escuela, la manada) y en su vida posterior, repitiendo el patrón establecido en estas relaciones tempranas.

            Para el niño todo lo que le ocurre es “normal” y “universal”, supone que es así con todos, siendo un impedimento para denunciar el maltrato e incluso situaciones de abuso, situaciones de las cuales puede considerarse responsable de lo sucedido sosteniendo el supuesto imperativo de que la falla no está en el Otro sino en él. En caso de catástrofe subjetiva donde el Otro se convierte en monstruo o declara su inexistencia por su ausencia (desamparo), a veces la conducta evidenciada en el jardín de infantes o al inicio de la etapa escolar (conducta que puede variar desde el mal comportamiento a los problemas de aprendizaje) lleva a que los docentes soliciten la consulta medico/psicológica o hagan a intervenir a los gabinetes pedagógicos de las escuelas para ocuparse del tema.

            Existen dos tiempos donde el Otro comienza a ser cuestionado por el niño, el primero de ellos coincidente con la escolarización, el segundo con la adolescencia. Estamos acostumbrados a pensar en el  tiempo de la adolescencia por la evidente rebeldía que se padece en los hogares y en la escuela, pero no le prestamos mucha atención al primer momento de la caída de los padres que es doloroso aunque no haga mucho ruido, siendo tan importante (incluso más) que la crisis adolescente … sin lugar a dudas la “pedagogizacion” de la infancia desde una perspectiva escolar (cómo enseñarles) ha sido una buena excusa para reducir los problemas a cuestiones “técnicas” o “nuevos métodos” donde los adultos no se cuestionan sobre cómo encarnan su función sino sobre qué saben y qué no, lo que evidencia que este supuesto infantil de otra manera, también puede ser sostenido por los adultos en lo que llamamos “pedagogía”.

            Siempre recuerdo que el origen de la escritura de la página “Apuntad alto” (hoy blog) fue un texto llamado “Volver a BP” en el que hacía referencia al cambio provocado en la región americana de la OMS donde sus “pedagogos” decían que los niños ya no fantaseaban como antes, que el LTV no importada y era solo un “ambiente”, que era una pavada que los adultos se llamen con los nombres de la selva y que se tomen en serio los cuentos, sumado a otras cosas más… todo esto al año siguiente fue refutado por el Best Seller de “Harry Potter” luego convertido en película, y a partir de allí referente en aventuras y valores para más de una generación de niños… pero no se hizo acuse recibe, la pedagogización cognitiva había sido puesta en marcha y no se iba a detener.

La importancia del LTV ante la caída del imperativo supuesto



             La caída del imperativo supuesto es muy angustiante para el niño, porque cuando se encuentra con la falta del Otro no sabe bien qué hacer con ello en tanto a su edad aún precisa la garantía de su consistencia, por lo que muchas veces ellos mismos por una serie de operaciones psíquicas adquirirán algunas identificaciones negativas con el objeto de tapar esa falla que luego serán difícil remover. ¿Por qué es angustiante? En primer lugar porque el Otro primordial se le presenta al niño como un Todo que mediatiza su relación con el mundo y  se convierte en garante del ser, entonces si cae el Otro él también cae. Muchos casos de depresión infantil y otro tipo de síntomas en las infancias se producen en medio de este proceso. Si el Otro puede ser dividido en distintos aspectos y funciones, la caída no es total ni tan dura, permitiendo al niño echar mano a otro tipo de identificaciones ya no totales (igual a papa, igual a mama) sino parciales (esto de papa/mamá si, esto de papa/mamá no).

            No es difícil pensar en la función de los cuentos de la infancia y su papel en estos procesos, siempre atraen a los niños y cuando más horrorosos mejor (mi hija no dejaba de ver la película Coraline con fascinación, una y otra vez… años más tarde le provocaría el miedo que antes no había tenido) permitiendo representar y ubicar distintos aspectos en la figura del Otro primordial dividiéndolo  en el Bueno y el Malo, la bruja y la madrina, etc. En el caso del Libro de la Selva se introducen una serie de personajes que permiten al niño pensarse en relación a ellos y reconocer en cada uno, distintos aspectos del Otro, por lo que no es una tontería que los dirigentes no se tomen en serio el cuento… la efectividad del trabajo en la manada se basa en un profundo conocimiento del LTV, sus personajes, y la transmisibilidad de los valores en las actividades, lo que Gerardo Martínez Hernández aborda de una manera fantástica en el libro de próxima publicación.

            Si el lobato es el cachorro humano, una serie de personajes del LTV representan aspectos de sí mismo, otros aspectos del Otro pero ya no solo como bueno o malo, sino en un abanico que permite ubicar distintas características, nombrarlas, y que ya no funcionen como un Todo sino como aspectos diferenciales, permitiendo trabajar sobre qué hacer con ello… el cuento en sí es una maravilla que el dirigente de manada no puede desconocer su utilidad en cada una de sus historias, las frases más importantes, la utilización del “código” o lenguaje de la manada al momento de hablar de determinados temas.

            ¿Qué características de ese Otro se diferencian en el LTV? Akela es la autoridad que se gana por la fortaleza y el combate con otros. Bagheera la autoridad ganada por la astucia, la agilidad, el saber técnico. Raksha la autoridad ganada por la protección a los cachorros. Baloo la autoridad que otorga la sabiduría (no el oso tonto de la película de Dysney). Hathi la autoridad de la Ley que rige para todos. Kaa  es quien rescata a Mowgli de sus enemigos los monos, es una serpiente temida por todos por ser dura e intransigente, sin embargo, salva a Mowgli, pero no de mala gana, aunque fue difícil convencerle en un principio, es terca y si no le convences, te elimina; por el otro lado está Capucha Blanca, que es una cobra que cumple con un objetivo que ya no tiene más sentido, porque sus cuidadores han muerto, resguardando un tesoro que causa la muerte. Shere Kan la máxima negatividad del Otro devorador. Tabaquí la autoridad que se obtiene del servilismo a los poderosos. Podemos agregar más personajes e incluso más características, pero esa es tarea de los dirigentes que tendrán que conocer el cuento y sus posibilidades al dedillo para poder utilizarlos junto con las representaciones de los personajes, en función de las necesidades del proceso de crecimiento y desarrollo de los lobatos.

            Sin saberlo cuando se decide utilizar el LTV como base de la manada, BP se mete de lleno en una de las características del grupo de edad: de la misma manera que en el juego de los chicos se instituye una doble espacialidad, la del espacio de juego y la de la realidad, en la reunión de manada sucede lo mismo, y esta doble espacialidad es marcada por el Tótem que divide un espacio de otro, la caracterización de los personajes y la invitación a cada uno de los niños a seguir el camino de Mowgli (progresión). A diferencia de la espacialidad del juego solitario o con algún amigo que posibilita representar situaciones, en el caso de la manada tenemos un juego social a lo que se agrega que si los adultos asumen la posición que conviene, pueden intervenir en el juego por las posibilidades de representatividad de la analogía.

            Últimamente poco se menciona del romanticismo de los niños, aunque BP lo repitió hasta el cansancio; la fantasía articula el mundo, pero no solo en los niños, también en nosotros. Si pensamos en el funcionamiento de las cosas ¿acaso la idea misma de “humanidad” no es una enorme fantasía compartida que día a día se da de bruces con la realidad y aun así es la existencia de esa fantasía la que genera efectos y cambios sobre la realidad? ¿acaso no es la fantasía quien nos hace actuar para que algo de la idea de humanidad sea posible? ¿acaso los avances de la humanidad no surgieron primeramente de fantasías? ¿cuántas cosas de nuestra vida cotidiana partieron y parten de ellas? La fantasía es un mundo, y como tal no tenemos que menospreciarlo, B.P., habla constantemente de la necesidad de promover el Romanticismo en los chicos. No es la fantasía por la fantasía en si misma sino como la posibilidad de generar un espacio creativo, que puede ser visto en el sentido de “Re-creación” transformadora especialmente desde la perspectiva crítica.

            Si tenemos en cuenta lo que venimos planteando en primer lugar podremos notar que lo que algunos consideran accesorio, en realidad es lo importante. Es necesario crear el espacio de la selva para que en él sucedan cosas que convienen al desarrollo de los niños. Es necesario no solo conocer, sino relatar los distintos cuentos, hacer uso de ellos, caracterizar los personajes teniendo en cuenta que para los adultos nos van a servir de analogías ante distintas situaciones y para los niños van a ser experiencias del espacio de la selva.

            Tenemos que explorar las posibilidades de cada personaje en función de la realidad que definimos como educadores respecto de los niños en general y de cada niño en singular, más allá de que existe un formato general (como bien desarrolla Gerardo Martínez Hernández), el mismo debe adecuarse y utilizar en función de las realidades de los niños que participan de la manada.

            Cuanto más trabajemos los personajes, sus danzas, los momentos de reflexión; mayor será la posibilidad de representatividad de distintas situaciones de la vida cotidiana sin necesidad de un abordaje directo que puede ser generador de resistencia por parte de los niños. No debemos olvidar que en el abordaje que los psicólogos y psicopedagogos realizan con relación a las problemáticas infantiles siempre se juega y se trabaja a partir del juego, por supuesto que la idea no es ser terapeutas (no se trata de eso) sino de tener en claro que la escolarización del movimiento scout puede derivar en el asesinato de las enormes posibilidades que se encuentran en el mundo imaginario de la selva.

Repensar nuestras prácticas



             Muchas veces conversando con dirigentes scouts de las distintas organizaciones he observado cómo se encuentran atravesados por prejuicios “racionalistas” y “cognitivos – comportamentales”. En esas situaciones pienso ¿Qué pasaría si ellos tomaran conciencia de que también están atravesados por fantasías, y que el racionalismo es una de ellas?  Muchos no lo saben pero los dioses griegos primeros fueron nombres de características humanas para convertirse luego deidades, entonces cuando un griego se ponía violento decían “está influido por Ares”, si se alcoholizaba “Dionisios habita en él”. Maravillosamente la separación entre la deidad y la persona humanizaba al hombre que dejaba de ser Otro completo en tanto aparecía Otro (deidad) que lo atravesaba. ¿Nos damos cuenta de que la sabiduría de Baloo, el liderazgo de Akela y la Ley representaba por Hathi funcionan como atravesamientos que no permiten que en un personaje se encuentre “todo”? Akela puede liderar pero no de cualquier manera, existe una Ley más allá de él; que Akela lidere no lo hace sabio… y así las distintas relaciones que cumplen la función de multiplicar las figuras del Otro que empieza a ser cuestionado por el niño, siendo el espacio imaginario de la selva un modo posible de representabilidad… aun en casos de catástrofe subjetiva (sean por violencia familiar, abuso o abandono subjetivo aunque vivan en la misma casa y le compren todo lo existente en el mercado) esta forma de trabajo da sus frutos.

            Los invito a pensar… ¿Cuántos adultos miran el horóscopo o buscan en su carta natal la influencia de los planetas para explicar algunas de las cosas que le suceden? ¿Cuántos en su Facebook entran en los jueguitos que en teoría definen su personalidad o predicen su futuro? Si lo vemos desde esta perspectiva, los adultos - griegos o no- también utilizan categorías explicativas y personajes en búsqueda de revelar algunas de las cosas que les pasan y tratar de hacer algo con ellas (lo que incluye aceptar lo que nos ocurre como una especie de “destino” marcado en otro lugar, como los astros).

            No se trata de burlarse de un grupo de dirigentes que representa personajes sino de captar su verdadera potencia a la hora de imaginarizar un tiempo de la infancia que necesita herramientas para ser elaborado, en tanto el niño vive situaciones que le resultan impensables porque la caída del imperativo supuesto implica un agujero en la representación en el cual todo su ser puede caer. Pensemos que si en el caso de los griegos las explicaciones de las inconductas de los adultos era el estar habitado en ese momento por Ares o Dionisios, o en el caso de quien gusta de la astrología su mala suerte es porque justo Venus se juntó con Urano, esto también da la posibilidad de pensar que el adulto en otro momento puede no estar habitado por ese dios, o que cuando Venus se separe de Urano sucederá otra cosa, siendo la base de que el Otro no es completo sin que sea necesario caer en un agujero por ello … y ese Otro en la infancia son los padres, la familia, la escuela y por qué no, el escultismo si no se trabaja estando advertido de ello.

            La actividad en la manada permitirá por analogía que los niños ubiquen que muchas veces el otro se equivoca y eso no tiene que ser tragedia, que hay una diferencia entre la Ley de Hathi y cuando pretende imponerse la sin límites de shere kan, que muchas veces se actúa como Tabaqui y otras como Kaa… son innumerables las combinaciones que de esta forma pueden trabajarse en la manada, brindándole a los niños también la posibilidad de otras identificaciones porque nadie es el Otro por completo y es un tiempo donde importa señalar que hay Otro del Otro, para matarlo está el tiempo de la adolescencia, pero primero es necesario que sobreviva en la infancia, despegado de las figuras significativas.



(Ilustraciones de Pierre Joubet)

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