Huemules y
Timbúes se encontraban en pleno campamento. Era noche de fogón y Ruben afinaba
su guitarra pensando que quizás, con el correr de las horas y las brasas más
alguna que otra canción romántica, podría declararle su amor a Eleonor. Sacha,
Kemal y Maximiliam preparan un sketch donde mostrar sus dotes actorales con
un pequeño espectáculo circense. Mariah, Natalia, Alina, Verónica y Eleonor ensayan
distintas versiones del clásico sketch “mamá, me muero” que realizarán con diferentes
estilos musicales que van desde la música clásica hasta el tecnorap. Este sería
un fogón inolvidable, y no se equivocaban.
Al son del
Umpa Sacha se dirige hacia los leños. Mientras el fuego comienza a encenderse y
el “Gin Gan Guli” rompe el silencio nocturno. Un poco de magnesio en polvo en
las mágicas manos del Guardián de Leyendas, convertirá las llamas de fuego en
color verdoso. Las chispas se dirigen hacia el cielo para mezclarse con las
estrellas nocturnas, cuando de repente el universo parece resquebrajarse. Ante
la mirada atónica de los scouts, el campamento se torna difuso y uno a uno van
desapareciendo para despertarse en un lugar que desconocen ¿qué está pasando?
…
Una singularidad es un acontecimiento
único que tiene implicaciones importantes en un área determinada. Por esos días
la actividad solar venía en aumento. Pocas veces se había visto una lluvia de
partículas cargadas y alteraciones electromagnéticas de tamaña intensidad, que
si bien no duraría mucho tiempo, podía provocar alteraciones en todos los
sistemas basados en la tecnología. La tormenta solar a su paso barrería con una
importante cantidad de microsatélites produciendo un evento climático que arrasaría
con Ciudad-Puerto, destruyendo las estructuras de un Centro Clandestino de
detención perteneciente a una importante Corporación, donde mantenían detenidos
a quienes la Corporocracia consideraba peligrosos para sus intereses, pero que
no habían cometido delitos que pudiesen ser juzgados dentro del sistema penal.
En esa estructura se encontraban Huemules y Timbúes inmersos en un sueño
producido a partir de un implante en las manos, cuya función era proveer
contenidos de sueño y cuando el despertar se acercaba, inyectar un mililitro de
Morpheus para que el sueño continúe. El sistema automatizado había comenzado a
fallar y con el Huracán era imposible enviar personas para operarlo manualmente.
Todo tipo de comunicación se encontraba cortada y las redes de internet
satelital estaban fuera de servicio.
…
Sonidos de
sirenas se escuchan cada vez más fuerte, mientras el campamento literalmente se
resquebraja dando lugar a una oscura habitación donde el agua gotea por los techos
mientras un poderoso viento conmueve la estructura. Las luces de emergencia
están encendidas, Sacha intenta levantarse pero se siente amarrado y de alguna
manera lo está. Quita de su mano un aparato implantando, para luego extraer el
microtubo de alimentación parenteral por goteo que ingresaba por su nariz. Casi
sin fuerzas se levanta y se dirige a una puerta que se encontraba abierta, probablemente por
algún automatismo para casos de emergencia.
Una vez en
el angosto pasillo se da cuenta que el
lugar es pequeño, una especie de habitáculo donde, de cada una de sus
doce pequeñas celdas, comienzan a asomarse personas enflaquecidas, con
dificultades para mantenerse en pie, con cabellos largos. Teniendo en cuenta el
contexto de la tormenta, el encuentro en ese pasillo era digno de una película
de terror.
Sacha- ¿Quiénes son Uds?
Para su sorpresa, empieza a escuchar uno a uno el nombre de
sus amigos.
Sacha- ¿qué nos ha pasado? ¿por qué se ven distintos?
Alina- No sé, pero me pregunto ¿cuánto tiempo ha pasado?
¿estamos en una pesadilla o salimos de una que se disfrazaba de sueño? ¿por qué
nos vemos mas viejos?
La tormenta seguía golpeando a Ciudad
– Puerto. Huemules y Timbués formarían un nuevo circulo, no para cantar
canciones como en su sueño eterno, simplemente lo harían para abrazarse y llorar,
porque aún sin saber qué les ha ocurrido, saben que lo más importante es seguir
juntos.
Joaho- La tormenta terminó, veamos si podemos salir de este
lugar.
Ruben- Los controles electrónicos no funcionan, si liberaron
las puertas de dónde estábamos encerrados, posiblemente se haya liberado la
puerta principal del lugar, pudiendo abrirse manualmente.
Maximilian abre un portón de dos hojas esperando encontrarse
con el corredor de un edificio, pero la puerta conducía directamente al
exterior, donde cientos de contenedores con la marca “Tomonsan” se encontraban apilados.
La noche era oscura pero los rayos y algunas luces de emergencia permitían ver desde
la altura en la que se encontraban un puerto marítimo de cargas. Las olas
habían dado vuelta algunas lanchas de pescadores y los eucaliptos que rodeaban
el complejo de Tomonsan habían roto construcciones y cercas electrificadas.
Algunos robots de carga giraban sobre sí mismos mientras otros se golpeaban una
y otra vez con puertas que se abrían y cerraban automáticamente. Hacia la
costa, llamaradas inmensas provenientes de empresas petroquímicas y refinerías
de petróleo permitían ver, gracias a su reflejo, el puerto devastado y en el
fondo una ciudad oscura, supuestamente en idénticas condiciones.
Alina – Es nuestra oportunidad… no tenemos idea dónde estamos
pero marchémonos ya, con semejante desastre no creo que se ocupen de nosotros.
Sacha.- Bajemos de estos contenedores y busquemos un vehículo.
Con sus cuerpos debilitados pudieron bajar por las escaleras
y encontrar un camión con cúpula utilizado normalmente para tareas de
transporte. Maximiliam iría volante junto con Alina y Sacha, el resto en la
caja del camión. Comenzaron a avanzar no tanto hacia dónde querían sino por
dónde podían. Torres de electricidad y árboles derribados cortaban los caminos
hacia la oscura ciudad, sólo una ruta de ingreso al puerto por un sector sin forestación
permite alejarse del lugar.
Con la llamas de las empresas como gran antorcha que
iluminaba tenuemente el camino dejando la ciudad a un costado, llegan al barrio más
alejado que evidentemente estaba incomunicado, excepto por este camino que daba
un largo rodeo. La gente se encontraba guarnecida en sus casas. Encontraron unos viejos vagones
de ferrocarril oxidados, con un añoso cartel tirado por la tormenta en el que
se leía la palabra “scout”. Era una estructura firme que soportaría en caso de
que la tormenta regresase, por eso rompieron un viejo candado para ingresar
-nadie los iba a buscar allí- y decidieron pasar la noche. Una vez dentro surge
la pregunta ¿qué nos pasó?
Sacha - Recuerdo que el Abad nos hablaba del poder de vida y
muerte de la Corporocracia ¿recuerdan cuando nos decía? “Uds lo han visto.
Controlan sus comunicaciones, los sueños, les dicen qué es lo que hay que
desear, castigan a quienes tienen material prohibido como libros, cambiaron las
verdades de la historia, definen los programas de educación donde lo que es
contaminante no existe, demonizan las colonias que somos los que finalmente
recuperamos la tierra que ellos destruyen ¿Cómo aprender que no están destruyendo
el mundo ni matando personas si no es en una escuela controlada en sus
contenidos, con los medios de comunicación orientados a ocultar la verdad? La
mayoría de los que viven en las ciudades son casi autómatas manejados por una
gran central computarizada. Uds gracias a los scouts han podido comunicarse por
fuera de los sistemas controlados y pudieron conocer el mundo gracias a
nuestros Hackers… y ahora nos han traído una fórmula que suponíamos pero que no
podíamos dilucidar con nuestros equipos”
Verónica – Sí! Comencé a recordar! Le habíamos acercado la
fórmula del GEN 34F que la Corporocracia ingresaba en los alimentos
determinando que los sectores más pobres mueran antes, mientras que los más
ricos viviesen más.
Kemal – Si, habíamos huido en un camión desde el monasterio y
nos subimos a un tren porque nos perseguían. Yo estaba despierto mientras
viajábamos, ustedes dormían, en ese momento ingresaron cuatro hombres por un
pasillo y tiraron un gas, allí me dormí, luego desperté con Uds. hace un rato…
soñaba que estábamos de campamento e iba a comenzar un fogón.
Piero – Por eso no nos metieron presos legalmente y nos
llevaron a ese lugar… conocemos su secreto y no saben qué hemos hecho con su
fórmula que manipula la vida y la muerte de la población; si se hacía público
toda la Corporocracia estaría en riesgo.
Sacha – Según el almanaque a baterías de este lugar, han
pasado cinco años. Estamos todos muy doloridos, descansemos y veamos que ocurre
por la mañana; con la ciudad en estas condiciones y sabiendo que no es la
Justicia quien nos tuvo detenidos, no habrá una búsqueda policíaca detrás de
nosotros.
Huemules y Timbúes se recostaron en el piso del vagón para
dormir y esperar el día, implementaron el viejo sistema de guardias para
cuidarse, Joaho sería el primero.
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