martes, mayo 09, 2023

En los bordes: Fotografía y subjetividad

            Vivimos en una cascada de imágenes que pululan por la red social, desde las clásicas fotos y selfies hasta los videos breves que los usuarios no dejan de mirar cuasi hipnotizados, lo que ha provocado objetivamente desatención en otros aspectos de la vida como las relaciones sociales reales, el rendimiento escolar y laboral. Si por un lado las miramos, como diría el Psicoanalista Jacques Lacan también somos mirados desde ellas en tanto nos plantean entre otras cosas qué desear, amar, odiar y pensar.

Si bien la clase social media o media baja ha naturalizado el uso de internet y las distintas aplicaciones, esto no es homogéneo como parece. En los Bordes el smart sigue teniendo uso telefónico casi exclusivo ya que quienes pueden pagar “datos” son muy pocos y generalmente son utilizados en función familiar agregándose que la posibilidad de tener una cámara en el aparato permite que  su memoria se convierta en el lugar donde se aloja el álbum de fotos. Esto que puede asombrar a muchos lectores, pero es algo que quedó claramente expuesto en la pandemia y las dificultades con la escolarización, en tanto los chicos y chicas solían usar el wifi de la escuela o de algunas plazas barriales que disponían de conexión gratuita, lo que provocó un enorme impacto negativo en la igualdad de oportunidades en la educación formal, ya que el 60 % de los niños y niñas de nuestro país está en situación de pobreza quedando por fuera de la red… “desenredados”. Quienes trabajamos con las poblaciones vulnerables tenemos muy en claro que la comunicación con los chicos y chicas no puede establecerse por grupos de whatsapp o similares; quien intente hacerlo de esa manera repetirá el esquema de exclusión que se vivió en pandemia.

            La utilización de la fotografía como escritura singular es un recurso relativamente nuevo en tanto la digitalización ha permitido – comparado con la época de los rollos de fotografía y posterior revelado- que los costos sean muy bajos en tanto hasta el celular más barato dispone de cámara, lo que permite realizar una serie de fotos sin costo, para luego decidir -dado el caso- cuál o cuáles imprimir o trabajar mediante programas que vienen incluidos en los teléfonos o en una computadora externa. Los mecanismos de selección de cuáles fotos guardamos y cuáles no, son determinados por la memoria del dispositivo, aunque existe la posibilidad de guardar gran parte en “la nube” que ofrece de forma gratuita un espacio para las fotos.

Mirar o ser mirado

¿Qué nos permite la fotografía? En primer lugar,  una mirada activa y la decisión expresada a través del dedo de instituir un recorte temporo-espacial con el cual tomar una foto. Mientras que la “selfie” busca afirmar un yo – ilusión, narcisista; el acto fotográfico constituye una escritura o marca de un yo-sujeto, tanto respecto del paisaje como de un rasgo particular del mismo.

El semiólogo Roland Barthés definirá al Studium como el lugar compartido donde realizamos la “cacería de fotos” y al  Punctum como el recorte que realiza cada participante dentro del mismo sin confundir al objeto de la realidad que es fotografiado con la operación que se realiza. Una actividad que siempre resulta interesante es pedirle a los chicos y chicas que tomen una foto de un detalle del Studium donde comprobamos fácilmente que no todos dirigimos la mirada a los mismos sitios y que el interés de cada uno es despertado por detalles diversos. Allí se expresa la subjetividad del fotógrafo, quien redobla su mirada hacia un lugar para que, mediante un corte temporo-espacial, retener una imagen elegida que podrá ser reproducida como impresión o desde la memoria de la cámara. Si realizamos una impresión en papel de las distintas fotografías y las exponemos en una pared se forma un mosaico por demás interesante, y si esto es acompañado por el relato de por qué se realizaron las distintas elecciones mejor aún en tanto se invita a la articulación de la mirada y el lenguaje.

            El acto fotográfico implica entre otras cosas un recorte simbólico a través de dar un marco a la cascada de imágenes a la que nos vemos expuestos continuamente eligiendo retener una de ellas por lo que se constituye como afirmación del yo – sujeto. Si bien es efímero no deja de tener efectos, veamos algunos de ellos en la lógica de los bordes:

-      Constituyen un Otro como terceridad en tanto la fotografía se ofrece para ser mirada por los compañeros o la comunidad

-      Mediante el artificio fotográfico se constituye una temporalidad efímera que exige al fotógrafo detener el cuerpo y prestar atención a lo que produce

-      Colabora en la constitución de la espacialidad al establecer un punto y una puntuación, la de la foto.

-      Suspende el “exceso de cuerpo” característico de los bordes, de alguna manera opera en el mismo sentido que los llamados juegos de acecho

-      Provee un anclaje simbólico efímero en tanto la foto, su nominación y exposición crean el “lugar del fotógrafo” y su reconocimiento. En caso de una “especialidad”, si se trabaja de la forma correcta produce un anclaje simbólico más estable.

-      Permite operar creativamente sobre el medio.


Fotogramas

            La fotografía artística en los bordes que requiere una elaboración más compleja genera efectos subjetivos más que interesantes. Elaborar fotos creativas o fotogramas para el armado de historias requiere una preparación que va más allá de la captura del detalle, en tanto el objetivo cambia al proponerse intervenir sobre el medio en un acto de reescritura. La filacteria ha sido y es uno de los modos de sobrescritura de las imágenes desarrollado a lo largo de la historia; consiste en agregar agregar palabras a una imagen que en algunos casos se reduce a “dar nombre” (La Gioconda), en otros significación como en los Escudos de Armas (ideales), las historietas (argumentos) o las clásicas propagandas visuales que inundan la red. El fotograma a construir será el resultado de una operación previa que es la de aquello que quiere escribirse en la foto, si se realiza en la patrulla esto implica creatividad, participación, conversación y decisión conjunta. Una foto creativa contiene en sí un mensaje, una serie de fotos dentro de un guion constituyen una fotohistoria que puede convertirse en fotonovela si se realiza un argumento escrito que se suma al montaje.







 

No hay comentarios.:

Relatos Scouts Distópicos. T3 C2: la paradoja de Wildowl

  Paradoja de Wildowl: "Todo sistema corporocrático anula los sistemas democráticos que imponen regulaciones a la producción buscando r...