En el año
2007 la Dirección de Capacitación del Ministerio de Desarrollo Social me invita
como expositor a participar en un encuentro Nacional de Capacitación que se
realizaba en la UTN Buenos Aires. La idea era que presente el trabajo realizado
en el Área de inclusión y salud mental en el Hospital de Día del HIGA Dr J.
Penna de Bahía Blanca, el cual había diseñado y presentado al MDS quien decidió
financiarlo. En el encuentro se iban a presentar una serie de trabajos hechos
por ONGS y financiados por el MDS en distintas partes del país.
De cientos
de Proyectos financiados eligieron unos 20 de distintas áreas y posiblemente el
que había diseñado fue elegido por haber trabajado sobre inclusión y
producciones alternativas en un momento donde la desmanicomialización se
presentaba como nuevo paradigma nacional en salud mental. El calibre de los
otros proyectos no dejaba de asombrarme por su impacto social en comunidades a
lo largo y ancho del país… uno de ellos desempolvó una mirada sobre el
movimiento scout que siempre había tenido y que quizás con tanta “propaganda”
de eliminación de las “recetas” y las “progresiones con contenidos fijos” (SIC)
ya no le prestaba tanta importancia. Podría decirse que esa exposición de una
ONG de Chubut fue la que me afianzó en la necesidad de un programa “tradicional”
que es el único realmente equitativo y acorde a las necesidades básicas de los
niños ya que el programa OSI partía de una concepción de la niñez con las
Necesidades Básicas Satisfechas sosteniendo como paradigma el niño/joven de
clase media para arriba.
¿En qué
consistió este Proyecto chubutense?. En la capacitación para la prevención de
accidentes infantiles a lo largo de la provincia, una de las principales causas
de muerte y la principal de daños irreparables para el resto de la vida. La
capacitación apuntaba a las poblaciones pobres y/o rurales donde se observaban
las mayores muertes por intoxicación con monóxido de carbono, quemaduras,
envenenamientos, amputaciones o lesiones graves de los miembros (uso de hacha)…
imposible que en mi mente no pasara como si fuera una película todos aquellos
conocimientos que había aprendido de pibe en los scouts y que seguramente a
muchos había salvado de algún accidente de ese tipo... lo que pasa es que la
estadística de los hechos que no ocurren es imposible. Por otra parte recordaba
las conversaciones con mi esposa, enfermera de terapia intensiva de pediatría,
donde muchas veces me contaba de accidentes domésticos que se llevaban la vida
de los pibes o que les provocaba lesiones de las cuales no había retorno.
Las Infancias (en
plural)
La Sociedad
Argentina de Pediatría afirma que los accidentes infantiles son la primer causa de muerte en los niños
entre 1 a 14 años:
Quemaduras, caídas, intoxicación por monóxido de carbono, cortes con objetos
punzantes, envenenamientos y ahogamientos son el combo mortal que produce el
30% del total de las muertes infantiles, sin contar la enorme cantidad de
secuelas físicas que van en un arco de la paraplejía a la desfiguración
estética que no figuran en estadísticas pero son un porcentaje importante entre
los que lograron salvar sus vidas en los accidentes.
Si los datos
anteriores son aterradores, al análisis agreguen que en Argentina el 62,8% de
los niños son pobres y es una tendencia creciente… un número que impacta en un
país como el nuestro al que se le suman las condiciones de vivienda y
accesibilidad a los servicios de salud y educación. Si se considera el precio
actual de las tarifas de gas (aumento 1800% cuando los salarios aumentaron 30
%) es altamente probable que las cifras de muertes por intoxicación de monóxido
de carbono al utilizar leña se disparen, en un país que puede tener una
población cálida pero no un clima cálido sino mas bien con inviernos fríos y en
la mitad del territorio del país extremadamente fríos (bajo cero).
Si bien
vivimos en otro tiempo, algunas de las características de la época de
surgimiento del escultismo se continúan, aunque de otra manera. Cada vez más
los hermanos mayores se hacen cargo de sus hermanos menores cuando los padres
van al trabajo (máxime si viven con uno solo de ellos) lo que implica una
cantidad de horas en las que el cuidado y la alimentación quedan bajo su
responsabilidad, lo que de hecho por la falta de experticia y el
desconocimiento los ponen en una situación donde no solo deben evitar
accidentes (por ejemplo al cocinar) sino contar con los conocimientos básicos
de practicar un primer auxilio en caso de un accidente hogareño. Cuidado… no es
algo que ocurre solo en los sectores pobres… mis hijos que van a un colegio de gestión
privada me cuentan que es una realidad de muchos compañeros de ellos.
Escultismo: una
propuesta con contenidos
La
progresión de los scouts puede entenderse también como un gran programa
preventivo para las infancias, de allí la necesidad de contenidos y prácticas
de los mismos (esquema de Escultismo para Muchachos) que se brindan a través
del juego bajo la mirada del adulto.
Con relación
a los adultos la Organización Scout realiza una tarea por demás importante a
través de los cursos de formación ¿Por qué? El primer dato que debemos tener en
cuenta es que los adultos son parte de la comunidad y no necesariamente tienen
los conocimientos necesarios en estas áreas (no los brinda la escolaridad) de
allí que el sistema de formación se transforma en el primer agente de prevención
dándole a los adultos no solo los conocimientos teóricos sino la práctica.
¿Cómo se transmite lo que no se conoce? ¿con un manual de seguridad?.Imposible.
Respecto de
los niños las actividades scouts clásicas o típicas y la mirada sobre estos
aspectos permite que el adulto vaya orientando el saber-hacer e incorporando en
juegos y competencias las habilidades
que son necesarias para la prevención. Muchos grupos scouts eligen no cocinar
en campamento porque creen que es un obstáculo para realizar las mejores
actividades scouts pero si no se cocina ¿Cómo aprendemos a manejar los fuegos,
la conservación de alimentos, el uso de los materiales de limpieza, las formas
seguras para evitar accidentes, el manejo de fuegos y brasas? Paradójicamente
dentro de algunos de los argumentos está que los chicos se pueden quemar y ¡es
cierto!... la mayor causa de consultas hospitalarias sobre accidentes hogareños
es porque los chicos al quedar a cargo de los hermanos, sin supervisión del
adulto, cocinan y por no saber se queman con el agua hirviendo de ollas y pavas…
pero en los scouts no solo está la supervisión del adulto sino que los
dirigentes enseñan a la Patrulla de Guías que son los hermanos mayores en la
tropa, o padres y sinodales realizan cursos de cocina para los cocineros
brindando los conocimientos y prácticas en condiciones de seguridad. Habría que
preguntase entonces ¿acaso la cocina no es una actividad importantísima en el
escultismo?
Recuerdo un
juego que realizaba con mis scouts que se llamaba “la carrera del herido”. Cada
patrulla designaba un “herido” que se iban lejos del lugar de acampe con un
dirigente, cada uno de ellos tenía una ficha con lo que le pasaba. Desde el
campamento y por medio de mapas la patrulla debía localizar al herido,
practicarle los primeros auxilios y transportarlo al campamento… los premios
eran por orden de llegada. En el lugar donde estaban los heridos se aplicaban
los primeros auxilios a la vista del dirigente y solo podían volver cuando el
herido estaba atendido correctamente y la camilla para transporte era segura…
los chicos se divertían mucho y aplicaban conocimientos que generalmente eran
abstractos. Podrá cuestionarse que las heridas eran imaginarias… pero no los
procedimientos para su tratamiento los que se constituyen en practica para la
atención de accidentes hogareños y en la calle ¿acaso un chico que cuida a sus
hermanos menores en la casa no debería conocer mínimamente el tratamiento de
una herida simple? … también de eso se trata la progresión.
Un buen
ejercicio para los dirigentes y las organizaciones sería analizar su propuesta
de contenidos de progresión y ver si se les da importancia, si se juega con
ellos… mirarlos desde la prevención de la salud no como materia de la escuela
(saber) sino como practica del escultismo (saber hacer). Si las Organizaciones
se informaran sobre las causas de muerte de la población y sobre muertes y
lesiones por accidentes quizás se darían cuenta de la importancia REAL que
tiene para la vida que esos conocimientos no sean amputados del programa en
función de otras supuestas “mejores actividades” que deben estar, pero sin
eliminar aquellas que a su vez colaboran
con la vida y la construcción de ciudadanía.
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