En las
ciencias sociales estamos acostumbrados a encontrar la discusión teórica del
control social y el poder en las grandes Organizaciones ligadas al Estado, pero
la bibliografía sobre la especificidad de estos mecanismos en Organizaciones No
Gubernamentales no es algo que abunde. A veces pareciera que cierta complicidad
ligada a un Ideal social obturara la posibilidad de análisis de las mismas… de
las ONGs no se habla, especialmente de sus sistemas internos de control social,
mecanismos de disciplinamiento y exclusión, generación de burocracias para
sostener el trabajo o un lugar de prestigio y poder.
El Voluntariado ¿una práctica
social o una práctica liberal?
Preguntarnos
sobre el voluntariado como tal es una cuestión espinosa pero a partir de
interrogarnos pondremos sobre la mesa las tensiones internas que se producen en
las organizaciones, y sus prácticas de control y exclusión.
Podría
decirse que los voluntarios siempre existieron pero la primera gran
organización de los mismos se dio en la “oscura” Edad Media donde la Caritas (caridad) es organizada por la
Iglesia Católica bajo la directriz de que no se puede amar a Dios si no se ama
a los otros; sobre el siglo X la
humanidad de Cristo va a ocupar un lugar muy importante produciéndose cambios
profundos en la relación con los otros, no es casual que en esta época surja el
culto a la Virgen María quien redimiría el pecado de Eva.
Hacia el siglo XI gracias a que el artesanado y la
posibilidad de acumulación del grano por aumento de la producción efecto de la
invención del arado de cuchilla, resurgen las ciudades. Esto trajo aparejado la mudanza de la nobleza
agrícola a la ciudad y un gran crecimiento de la pobreza por abandono de la ruralidad por los nuevos métodos de laboreo. El principio de
autoridad eclesial implicaba el principio de obediencia, constituía una servidumbre
voluntaria, principio rector de las ordenes religiosas que comienzan a surgir en
función de la atención de los necesitados. Con la expansión de la ciudad se expande la pobreza y aparecen Hospicios, Asilos, lugares de acogida generados a desde las Iglesia. Los gremios artesanales agrupados a
partir de un patrono (santo) también comenzarán
a ocuparse de los familiares de los artesanos.
La caída de las monarquías hacia el
siglo XIX y el surgimiento de los Estados Nación no implicaron la pérdida del Ideal
Social, especialmente en los países de tradición católica porque mantuvieron el
principio; este es un punto sumamente importante que el sociólogo Max Weber dilucida
en su conocido trabajo sobre la ética protestante y el capitalismo. Señalamos este
punto porque no son equivalentes los ideales liberales de la revolución
americana con los Ideales sociales de la revolución francesa que operarán como
factores importantísimos de la relación social a partir de la Libertad,
igualdad y fraternidad que se desprenden de la cosmovisión católica. La
diferencia entre ambas revoluciones (la americana y la francesa) perduran hasta
nuestra época en las visiones del Estado Liberal o de los Estados Sociales, y
es que a la americana le faltan dos detalles… la igualdad y la fraternidad.
Con la aparición del “ciudadano” la
obediencia voluntaria se traslada del rey hacia una figura más abstracta: la
Patria o nación, fusionándose en las constituciones nacionales los
ideales aristocráticos y burgueses reconfigurando el poder y la
autoridad a través de las democracias liberales.
El Estado comienza a asumir aquello
que antes gratuitamente y en función de la salvación divina realizaban las
órdenes religiosas y los gremios. En la edad media había dado comienzo un voluntariado
secular organizado que luego se reconfigurará a partir de los postulados
ideológicos liberales regidos por el concepto de individuo donde lo que antes
tenía carácter de obligatorio (la ayuda al otro) pasa a ser cuestión de los
“particulares” desprendiéndose del liberalismo político un orden moral distinto del
hombre con relación al trabajo y al otro, que deja de remitir al Otro (Dios). A
partir de allí podemos organizar las experiencias de las hoy llamadas ONGs diferenciándolas
por un lado de las que surgen de una “práctica social” (que se desprende de una
visión de mundo y a partir del otro se relaciona con el Otro) de las que surgen
de una “práctica liberal”, agrupando
individuos en función de algún interés común con una lógica de manejo más
ligada al mercado, que puede prescindir de una vinculación al Otro, aunque se
realice con otros.
El voluntariado se ha ido adaptando a
los distintos contextos sociales siendo en la actualidad una realidad compleja
respecto del análisis, especialmente a partir de la caída de los Grandes Ideales
sociales sostenidos en la religión o la política en tanto promotoras de
lazo social que se organiza en relación a Valores - sean estos morales como el
escultismo, o deportivos como las Olimpíadas del siglo XIX- En las organizaciones actuales no es seguro que el otro, el supuesto destinatario
del trabajo voluntario, sea el centro de la tarea y aquello que brinda
satisfacción personal convirtiéndose muchas veces en un medio para el logro de
otros fines.
En la posmodernidad el otro ha dejado
de ser el Otro desde donde retorna la satisfacción de un bien-hacer provocando
un cortocircuito donde por un lado se sostienen enunciados pero en las
prácticas concretas se prescinde de ese otro (y del Otro que regula las
relaciones) en función de una afirmación del
Sí-Mismo que no escatima en estrategias de baja estofa donde la eliminación
del adversario se convierte en condición para el desarrollo de las ambiciones
personales o sectoriales. Cuanto más grande es una organización no
gubernamental su estructuración se complejiza y se corre el riesgo de que sus
voluntarios tengan solo un valor instrumental con relación al objeto
institucional que se convierte en una Idea o concepto, reduciéndose la
participación en el caso de alguna de ellas al pago de una cuota o la compra de
un producto para que otros hagan lo que uno debiera hacer; en otras de las
grandes ONGs (por ejemplo el fútbol) son otras las cuestiones que tallan fuerte
como el manejo económico. En otras ONGs la industria farmacéutica y las
petroleras hacen uso de ellas para hacer lobby en función de colocar sus
productos en nombre de los derechos que supuestamente dicen defender, y también
existen las que en nombre de derechos liberales son utilizadas para menoscabar
elecciones e incluso presionar mediáticamente a gobiernos en función de
intereses sectoriales bajo la idea de “libertad de prensa” cuando lo que en
realidad defienden son métodos de desgaste social de gobiernos a partir de
injurias, mentiras y ocultamiento de la información.
¿Qué ocurre o ha ocurrido con las
organizaciones scouts? ¿podemos entenderlas como prácticas sociales o prácticas
liberales? como ONG ¿a quien sirve y quienes se sirven? ¿se animan a avanzar en
ello?
Imagen http://www.radiolaprimerisima.com/noticias/189327/el-lado-oscuro-de-las-ong
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