sábado, febrero 22, 2025

El escultismo desde el espejo de Narciso

 


La épica que impulsaba al Roverismo como “hermandad al aire libre y de servicio” se ha perdido. El Escultismo de nuestro tiempo - en su mayoría- ha dejado de ser un Gran Juego para convertirse en un Gran Simulacro.

Hermandad

La cobardía moral es una característica de nuestra época y se conforma por el temor y/o rechazo a guiarse de acuerdo con principios éticos, dando lugar a la relatividad general de los “valores” referenciados en el propio Ego que se relaciona con los demás desde una perspectiva utilitaria, acorde a la propia "conveniencia".

De igual forma que en los cómics o series donde lo bueno y lo malo varían acorde al personaje central que tendrá siempre todo permitido, la propuesta scout se centra en el “Yo” y en el pronombre personal de la primera persona del singular el “mí”, marcando claramente su carácter de relación con el Tener (posesión) y no con  el  Ser.

Los distintos análisis respecto de la cultura actual que se presentan como "novedad" para realizar cambios en la propuesta scout, hacen referencia a aquello que no ha dejado de ocurrir durante el transcurso de la historia humana (la condición humana es invariante, la única diferencia es tecnológica),  pudiendo reducirse a la tensión entre la fórmula: “o yo o el otro” con "yo y los otros". Claro está que no es lo mismo partir de una u otra fórmula porque los  valores que se desprenden son claramente diferenciales: los “valores actuales” caracterizados por el narcinismo y el culto al Yo, versus los valores que se originan en la posibilidad de pensar y sentir un “nosotros” para trabajar en construir un mejor mundo para todos. 

Como “hermandad”, el escultismo ya no se diferencia de las fraternidades de un club de fútbol, rugby o cualquier actividad deportiva de tiempo libre, donde se habla de lo que les pasa a ellos y si se habla de los otros no es para ir a su encuentro sino como simple ejercicio de “parloteo” donde la referencia seguirá siendo el “Yo” (o el pronombre personal de la primera persona del singular) por sobre la posibilidad de preguntarse sobre los otros.

El concepto de “marco simbólico” (“fondo motivador” o “telón de fondo”) con el cual se define al escultismo es válido para cualquier tipo de juego o deporte… incluso para los juegos online donde los algoritmos están ocultos a la vista del jugador gracias al “telón  de fondo”. Si se trata solo de un "telon de fondo", termina ocurriendo lo que maravillosamente señala el final de la película “The Wall”  de Pink Floyd: del otro lado del muro (o del telón) no hay nada… nihilismo social contemporáneo, nihilismo juvenil actual.

El “viejo” concepto de marco místico se ofrecía como medio de desconexión de la lógica del mercado para conectar con lo sagrado de la naturaleza y del hombre, pudiendo acceder a lo humano desde una lógica que apunta a lo Trascendente, aquello que nos HUMANIZA y HERMANA… como del otro lado del telón hay algo, esto permite discriminar y determinar de qué valores se trata en el escultismo y orientar la vida con ello... no es nihilista.

No es casual que algunas organizaciones scouts prefieran hablar de “los valores de los jóvenes” refiriéndose claramente a los que se encuentran determinados por el mercado y el poder real devenidos -a veces- en “opinión pública”. La importancia de alinear   las asociaciones juveniles a los intereses del poder tiene siglos de existencia, por ejemplo el Emperador Augusto (53 AC – 14 DC) puso mucha atención en ellas declarándolas  importantes para la política imperial, interviniendo sobre sus programas para sobrevivencia del imperio, de allí la promoción de los Colleguia Iuvenum. ¿Acaso  pensaban que las juventudes son un tema político  desde el inicio del siglo XX?

Servicio

Respecto del concepto de “Servicio” ha sido reemplazado por la tibia Solidaridad que, como su etimología lo indica, no está para cambiar las cosas y marchar hacia un mundo más humano (donde todos puedan vivir con dignidad), sino para mantener el mundo “solido”. Cuando Pierre Lerroux extrae dicha palabra del lenguaje de la física y de lo legal, la pone en circulación partiendo de la idea base de un mundo socialista donde la horizontalidad sería un hecho. En una sociedad como la nuestra, el uso del término “solidaridad” no se relaciona con el socialismo ni siquiera con el Estado de Bienestar, sino con aquello que criticaba Lerroux: la “caridad cristiana" entendida como vertical, que no apunta a cambiar nada (aunque el sentido de cáritas no es ese, su mal uso es una desviación también ocasionada por el poder, de igual manera que ha pasado con el término solidaridad). La palabra “solidaridad” tenía más de medio siglo de uso en distintos ámbitos, pero Baden Powell eligió para su propuesta la palabra SERVICIO.

¿Qué diferencia el Servicio de la Solidaridad en nuestra época que está lejana a constituirse como socialista o como un Estado de Bienestar?

Mientras el Servicio es una actitud gratuita basada en el amor al prójimo (yo y los otros), la solidaridad en  nuestra época “solidifica” el sistema socioeconómico de distribución del mundo y de las riquezas tal cual está, cuidando que no se resquebraje. De la misma manera que con el emperador Augusto, las organizaciones juveniles deben ser convertidas en militantes del imperio o en nuestro caso de los intereses de los grandes sectores de poder económico concentrado. Las juventudes actuales cosméticamente deben operar sobre el  desastre del mundo, pero sin cuestionarse verdaderamente aquello que lo produce, sólo de forma “políticamente correcta”. La función de la solidaridad de las asociaciones juveniles es solidificar el sistema socioeconómico taponando las posibilidades de construir mejores mundos para todos.

Desde esta concepción “Agustiana” reloaded, en nuestro tiempo sería de “buen scout” realizar acciones solidarias pero sin preguntarse por las condiciones del país o del mundo que provocan que dichas necesidades de ayuda requieran de nuestra intervención… esto sería “hacer política” y no sería de “buen scout”. La pregunta por las condiciones afecta las relaciones con el propio Ego de cada miembro, afecta las relaciones con los gobiernos que sostienen el sistema injusto, con los sponsors del movimiento y con los negocios que los adultos scouts montan gracias al escultismo.

Finalizando este escrito resuena en mi cabeza la frase de Dom Helder Cámara “Cuando alimenté a los pobres me llamaron santo; pero cuando pregunté por qué hay gente pobre me llamaron comunista”. Sería bueno que los jóvenes se pregunten, sin  importar de qué se los acuse.

domingo, enero 05, 2025

Escultismo e inclusión social en los barrios populares

 



“La educación es el dominio ingenioso de los procesos naturales del desarrollo...

no sólo influye sobre unos u otros procesos del desarrollo,

sino que reestructura, de la manera más esencial,

todas las funciones de la conducta”

                                                                                         Lev Vygotsky

El Sistema de Patrullas no es solo un juego

Roland Phillips es reconocido por haber escrito “el sistema de patrullas”. Como joven perteneciente a la clase media alta no dudó en abrir tropas scouts en las comunidades más pobres de las áreas industriales, aquellas que se encontraban en el margen y que sirvieron de marco referencial para el desarrollo de dicho “sistema”

En la actualidad la presencia del escultismo en los sectores populares es escasa o nula; las áreas de las comunidades más pobres ya no son consideradas lugares propicios para abrir una tropa scout ni para que jóvenes que surjan del movimiento decidan servir a la niñez que tiene más necesidad del escultismo. Los barrios populares cuanto mucho son considerados “objeto de servicio” de una etapa del currículo de los Rovers de clase media, siendo elegidas previo a reunir los “méritos suficientes”.

“El Sistema de Patrullas” - escrito en función de la experiencia educativa con los que menos tienen- ha sido “mejorado” sobre fines de los 60 en una dirección acorde a quienes disponen de mayores recursos sociales, económicos y cognitivos.

A diferencia de otras prácticas sociales como los centros socioeducativos comunitarios de barrios populares complementarios a la escuela, oratorios, actividades artísticas y sociales que se realizan en merenderos; el marco “clásico” del hacer y del aprendizaje scout se constituye como un espacio para la vivencia, la reflexión y la participación marcado por una Ley común a la que voluntariamente cada uno decide comprometerse para, a partir de allí, guiar su conducta cotidiana. Después de todo ¿dónde ocurre la falla social?... en la construcción de las regulaciones sociales en general que inciden en las afectivas… un sistema de aprendizaje que tome los mismos valores relativistas respecto del individuo y su relación con los demás, con suerte puede ofrecer un lugar de contención donde los niños no estén tan expuestas, pero difícilmente pueda colaborar de forma intencionada con la construcción de las regulaciones y sentidos necesarios para ordenar y pensar la vida.

Cuando Alain Badiou analiza el surgimiento de los universales a partir de la obra de Pablo de Tarso deja en claro que para que exista pecado tiene que existir una Ley, sino la ofensa no se constituye como tal, por lo tanto el Ego pasa a ser la medida del mundo, llevando a la lucha a muerte con el otro acorde al capricho de cada uno. La Ley Scout constituye el marco moral que será en parte recubierto por la ética entendida como el recorrido subjetivo de la Ley que cada uno realiza a partir de las propias marcas subjetivas, encontrándose siempre en cierta tensión.

La construcción de la Ley exige la renuncia al “todo se puede” en una sociedad que se promociona exactamente lo contrario: “Just do it”. Una vez que se adhiere a la Ley no se tratará de bien y de mal desde un discurso de la culpa, sino de su observancia y la responsabilidad respecto de sí mismo y de la comunidad en la que se sustenta en la Ley. Por responsabilidad entendemos (1) la toma de conciencia de nuestras acciones y decisiones (2) La asunción de las consecuencias que generan nuestras acciones y decisiones.

Una vez que se adhiere a la Ley, se instaura un proceso reflexivo que permite considerar diferentes opciones, evaluar de forma informada y sin prejuicios las consecuencias de nuestras acciones. La adhesión a la Ley permite la construcción de una postura crítica; la ausencia de Ley lleva a la construcción de una postura narcisista que pretende imponer lo propio en el lugar de lo común.

Pobres, pero no como antes


La pobreza y marginalidad de nuestra época no es la misma que a comienzos del siglo XX. La degradación de las distintas instituciones sociales que brindaban cohesión a las infancias ha estallado, llevándose puestas a instituciones que servían para la contención y educación de los niños. Migraciones, desempleo, familias ampliadas y fragmentadas, madres adolescentes, niños con “adultos responsables” preocupados por su propio goce dejando en estado de abandono real a los hijos, drogas, narcomenudeo, sinsentido de los valores, etc. inciden directamente en la problemática de los niños en general y con mayor potencia en los sectores donde las necesidades básicas no están cubiertas.

Los niños cuestionan las lógicas sociales sobre cuales se han construido las instituciones: no estudian, no prestan atención, rechazan las reglas o tienen serios problemas de conducta. El mensaje de los medios no cuestiona la situación de pobreza denigrante o el sistema socioeconómico productor de despojos humanos que vende ilusiones por smart… se cuestiona a los docentes y a las familias, que “tienen el deber de educarlos” en una sociedad que se ha degradado tanto que la palabras “valores” (la de mayor uso en la derecha y ultraderecha política) se ha convertido en sinsentido… a no ser que se complemente con “mercado”

Los niños tienen posibilidades, si los adultos hacen lo que deben.

Si desde la salud mental tomamos en cuenta distintos diagnósticos del DSM 5, podemos decir que en las infancias marginadas hay una mayor incidencia de los siguientes trastornos: Trastorno de conducta, Trastorno de apego reactivo, Trastorno de relación social desinhibida. Cada uno de ellos manifiesta síntomas particulares que se multiplican en situaciones de pobreza y marginación social. Con el apoyo adecuado los niños pueden huir de un destino siniestro, desde el grupo scout se tiene la posibilidad de construir otros rumbos y mejores mundos posibles para ellos.

TRASTORNO DE CONDUCTA.



Presencia de un patrón repetitivo y persistente de conducta que viola las normas sociales y los derechos básicos de los demás.  Los síntomas comunes son: (1) Agresión a personas o animales, acoso, peleas, crueldad, destrucción de propiedad. (2) Violación de reglas y normas (robo, mentiras, ausentismo) (3) Engaños (engañar, manipular, falsificar) (4) Falta de empatía y remordimiento por el daño causado a otros.

Puede iniciar en la infancia (antes de los 10 años) o en la adolescencia (después de los 10 años).

 

TRASTORNO DE APEGO REACTIVO:



El maltrato, la negligencia de las familias – cuidadores y experiencias traumáticas pueden dar origen a (1) la presencia de un patrón de conducta inhibido y retraído hacia quienes lo cuidan (2) mínima respuesta social, afecto positivo limitado, irritabilidad, tristeza, miedo

Las situaciones que lo provocan pueden ser: (a) abandono - privación social con NBI insatisfechas (b) cambio repetitivo de cuidadores lo que implica la ausencia de un vínculo estable (c) entorno que limita la posibilidad de construir vínculos estables.

Puede iniciar a partir de los 9 meses, se comienza a manifestar antes de los 5 años. 

TRASTORNO DE RELACION SOCIAL DESHINIBIDA



Con origen similar la de Apego Afectivo, se caracteriza por falta de inhibición en las relaciones sociales.

Dentro de las causas están el abandono temprano, la falta de cuidado adecuado, y la exposición a situaciones traumáticas.




¿Realmente el movimiento scout puede hacer algo? 

Roland Phillipps estaba convencido de ello; quienes aplicamos el sistema de patrullas en los sectores populares también, será porque si bien las condiciones de pobreza y marginalidad no son las mismas que en 1912, sí lo son las problemáticas de desregulación de las relaciones y el enfrentamiento social que se produce cuando las mediaciones culturales fallan y no colaboran en construir comunidad.

El escultismo desde el espejo de Narciso

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