miércoles, julio 10, 2024

Los modos de Aprendizaje y el Escultismo

 


               A veces merece la pena detenerse y pensar qué sucede a lo largo de las actividades scouts durante un lapso de tiempo. Luego de hacerlo y si contamos con las herramientas de análisis adecuadas, podremos darnos cuenta de que en general, el escultismo como marco educativo cuenta con una diversidad de formas de aprendizaje a través de prácticas, espacios y materiales específicos, que se adaptan de forma flexible a los distintos estilos de aprendizaje de los niños y adolescentes.

               ¿Por qué hablar de aprendizaje cuando lo común es referirse a “educación en valores? Sencillamente porque en el siglo XXI con la caída de los Universales y con ello de las Referencias, la “Educación en Valores” se ha convertido en un concepto vacío. El acto simbólico que pone fin a una larga agonía para los únicos “valores comunes” (DDHH) que funcionaban como acuerdo humanitario y referencia, fue realizado en mayo de 2023 por el embajador de Israel Gilad Erdan en la Asamblea General de las Naciones Unidas, mediante la ruptura pública de la “Carta de las Naciones Unidas”

               Referirnos al aprendizaje en lugar de la “educación en valores” es dirigirnos hacia los procesos mediante los cuales un niño o adulto adquieren conocimientos, habilidades, destrezas, conductas y también valores diferenciales respecto de otros, los que marcan la orientación inherente a las decisiones éticas que rigen la vida cotidiana y los posibles conflictos que se desprenden de ella.

Cada uno de estos elementos que conforman el aprendizaje scout deben explicitarse con claridad. El escultismo propone una serie de conocimientos que consideramos típicos y pueden explicitarse sin grandes inconvenientes, complementado a su vez con una serie de conocimientos que se orientan en la “Buena Acción” que, de forma progresiva, se va transformado en Acción Social y Participación Ciudadana para la construcción de mejores mundos posibles para todos.

La inclusión social y su relación con los modos de aprender.



                “Escultismo para muchachos” fue escrito pensando en una base social inclusiva proponiendo un abordaje que privilegia la diversidad de modos de aprender, considerando el DUA (Diseño Universal de Aprendizaje) promovido por UNICEF y otras organizaciones podemos decir que en la práctica del Escultismo encontramos los modos de aprendizaje kinéstésicos (aquellos que se basan en la utilización del cuerpo a través del juego y la técnica),  visuales (aquellos que se pone en juego las distintas formas de representación, a través del juego y la técnica) y los auditivos (a partir de la escucha de otros que convertidos en instrucciones o decisiones, utilizando como medio el juego, el relato y la participación en la toma de decisiones). El punto de anudamiento ético, serán los Valores específicos que se desprenden de los Principios rectores, los Deberes y la formulación de forma libre y responsable de la Promesa Scout, que a partir de ese momento se convierte en la brújula que orienta las distintas acciones.

               El diseño de la actividad scout (desde una lectura realizada desde el DUA) consiste en el desarrollo de un conjunto de acciones que, si bien son comunes al grupo de edad, ponen en juego conocimientos, habilidades, destrezas y conductas que se articulan en diversos trayectos de progresión para cada uno de los participantes, lo que podríamos señalar como uno de los aspectos históricos y centrales del “Sistema de Patrullas”

               ¿Cómo se llega a las actividades? No de cualquier manera. Las Patrullas trabajan sobre los trayectos personales de progresión, los deseos y las necesidades, utilizando múltiples formatos para el abordaje de contenidos y diferentes tipos de registro de las experiencias. El método scout en sí prevé dos modalidades de trabajo: el que sabe (quien ya ha adquirido el conocimiento y la experiencia) le transmite al que no sabe; alguien que sabe (sinodal) enseña a la patrulla.

Si bien la experiencia de aprendizaje siempre es personal los modos de lograrla son cooperativos en tanto incluye a los otros. Los dirigentes a través de los distintos organismos se constituyen como Equipo de Apoyo tanto para los Guías de Patrulla como para cada uno de los participantes favoreciendo la construcción de escenarios personalizados e inclusivos, trabajando en la evaluación, diseñando y proponiendo apoyos específicos que requieren los participantes, lo que implica  orientar las adecuaciones en la progresión y la programación de las distintas experiencias de aprendizaje que se proyecten en la Patrulla y la Rama o Sección. El equipo de dirigentes no es un espectador del juego como muchas veces se pretende desde cierta idealización de la infancia y juventud, los contenidos mínimos de progresión definen el juego común, su adaptabilidad y flexibilidad la inclusión social, la actitud ética orientará la forma en que cada uno adhiere a la Ley Scout.

Si en sus orígenes el Escultismo era inclusivo de las distintas clases sociales por la diversidad de modos de aprendizaje y por contenidos sumamente útiles para la vida real, por los procesos de cambio social y cambio de programa realizados en la Organización Scout mayoritaria, ya no es seguro afirmar que esto ocurra con la niñez y la infancia considerando su distribución social - como afirmaba en  el artículo anterior-

Si el Escultismo se ha transformado en un juego de clase media urbana, los jóvenes dirigentes de esta época poco conocen del valor que tiene para la niñez y juventud mayoritaria de nuestro país los aprendizajes mal llamados “tradicionales”, sencillamente porque poco tienen que ver con su construcción de la realidad que parte de ese 30 % de la población para erigirse como paradigma de la niñez y juventud.

Para el 70% de los niños y jóvenes tiene significación  el uso del fuego, en tanto se vive en viviendas calefaccionadas a leña o de forma mixta porque no se tiene o no se puede pagar el gas; los primeros auxilios son importantes ya que sirven para una primera atención en casa -lugar donde ocurren la mayoría de los accidentes en la niñez- o simplemente sin para cambiarle el vendaje de las piernas a la abuela utilizando no cualquier trapo sino vendas o telas previamente desinfectadas; también importa el saber cocinar utilizando adecuadamente los alimentos, porque en las villas los hermanos mayores les cocinan a los menores mientras sus padres trabaja; es fundamental el conocimiento básicos de técnicas de rescate urbano en los lugares donde las ambulancias y los bomberos – si entran – tardan una hora o más en llegar; importa el conocimiento seguro del manejo de las herramientas donde la autoconstrucción es la única posibilidad de tener un hogar o mantenerlo constituyéndose dicho conocimiento muchas veces en una posibilidad de oficio o trabajo real para los jóvenes, de igual manera los conocimientos de huerta urbana en tanto constituyen un aporte importante y real en la dieta familiar. La lista de los conocimientos característicos del Escultismo e incluyen los distintos modos de aprenderlos de forma progresiva es importante y produce una diferencia concreta en la vida diaria de los niños y jóvenes que practican Escultismo. Abandonarlos excluye de hecho, una enorme porción de la niñez y juventud de nuestro país.



¿Por qué ha sucedido esto? Los cambios de Programa llevados adelante en las últimas décadas por la organización scout mayoritaria produjeron un desequilibrio en los modos de aprendizaje implícitos en el escultismo al privilegiar el decir (parlamentarismo) sobre los otros modos de aprender. En lo concreto dichos cambios funcionan como un sistema de segregación / autosegregación que a su vez impulsa a ocupar lugares de decisión a jóvenes que disponen de moratoria social y vital en tanto pertenecen al 30 % de la población, los que incidirán con el tiempo en la oferta de programa que volverá a actuar segregando – autosegregando al impulsar hacia “adentro” de la Organización el ideario, la construcción de la realidad y las problemáticas percibidas por ese grupo social específico, considerando como no significativo aquello que para la gran mayoría de los niños y jóvenes sí lo es. Desde los discursos institucionales con un falso igualitarismo podrá decirse que “todos pueden ser parte y decidir”, pero esto podría ser sí sólo sí las condiciones sociales, el acceso a la educación, las moratorias sociales y vitales de niños y jóvenes fuesen igualitarias y el Programa que se ofrece inclusivo.

 

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