jueves, diciembre 27, 2007

La educacion imposible

En esta serie de textos que versan sobre los “Fundamentos del Escultismo” y las distintas torsiones que se han provocado en el programa Badenpoweliano, avanzaremos ahora sobre algunos presupuestos básicos en la mezcla teórica que se utiliza para justificar y velar n el MACPRO su adoctrinamiento comportamental.

Pedagogía = Cero educación

Si uno habla con un dirigente Scout común con experiencia en el trabajo con los chicos dirá que la escuela enseña y el escultismo educa. Si cambiamos de perspectiva y hablamos con un profesional de la educación probablemente diga otra cosa, como por ejemplo que el escultismo recrea y la escuela educa y enseña. Distintas perspectivas ante un mismo hecho: el escultismo.

Cuando la mirada del escultismo es la de la “pedagogía” puede suceder que nos encontremos ante un movimiento que por su simpleza es considerado que “educa en menos” por lo que se lo reduce a la “recreación”. Un movimiento que históricamente posee una forma determinada de trabajo con los chicos (sistema de patrullas), una Ley a la que se adhiere, y determinados contenidos técnicos que para el pedagogo no son significativos para la vida de alguien. Lo que el Pedagogo no dirá es que la Pedagogía por más “progresista” que se diga en sus análisis no escapa a los límites de su origen que es el ocuparse del ámbito escolar, y su mirando respecto del mundo como generalmente está determinada por las necesidades del “sistema educativo”, que no son ni mas ni menos que necesidades políticas, ya que la Escuela es uno de los Aparatos Ideológicos del Estado, transmisora por excelencia de la ideología dominante en un momento dado en un país determinado.

Con relación a la pedagogía Jacques Lacan dice que cuando examinamos en detalle sus presupuestos nos encontramos que en los distintos casos lo que produce es “reducir la eficacia de la enseñanza a cero”, aunque más allá de los pedagogos “la enseñanza existe” ¿Qué quiere decir con esto que parece icnomprensible?

Si por ejemplo tomamos la teorías de Jean Piaget, nos encontramos con una serie de etapas de desarrollo evolutivo que dependen de la edad y por ello lo que en un momento de la vida de un niño resulta incompresible y prácticamente imposible de lograr; cuando pasa al período siguiente de maduración “los conceptos que habrían parecido extremadamente complicados en una etapa anterior () les resultan inmediatamente accesibles a mentes muy jóvenes. No hay necesidad de ningún intermediario”. Los estadios de Piaget se suceden unos a otros más allá de la intervención del Pedagogo y de la cultura en la que un sujeto vive. Como dato anecdótico y a la manera de ejemplo-testimonio, hace unos años atrás cuando trabajaba en docencia con comunidades rurales sucedió que una maestra afirmaba que sus chicos eran “fronterizos”, que no podían aprender porque no habían alcanzado el estadio evolutivo necesario; con una colega amiga especialista en Piaget le sugerimos realizar una actividad sencilla de cocina, hacer una torta… y por medio de ella comprobamos que el problema de la enseñanza estaba en este caso en el aula porque los chicos estaban en el estadio de la inteligencia esperable para su edad. Lo que sucedía era que los contenidos de la educación y el método utilizado no eran apropiados para el estadio en que se encontraban.

¿Qué hace la pedagogía? simplemente ubicar esos puntos de cambio entre un estadio y otro para ordenar conocimientos posibles y métodos, para “hacer avanzar lo que se llaman las capacidades mentales del niño mediante problemas que las superan ligeramente. Ayudando al niño a abordar estos problemas, digo ayudándolos solamente, se hace algo que no sólo tiene un efecto de prematuración, un efecto de apresuramiento sobre la maduración mental, sino en determinados períodos que se llaman sensitivo, permite obtener verdaderos efectos de apertura y de desencadenamiento. Determinadas actividades de aprensión tienen en ciertos dominios efectos de fecundidad especiales.” Por ello que podemos decir sin ningún inconveniente que un aspecto del MACPRO funciona con la lógica del señuelo para los dirigentes que al no ser pedagogos se encandilen con una serie de objetivos que los chicos y chicas lograrán en tanto sean normales (Porque el Macpro es válido solo para chicos de inteligencia promedio hacia arriba). ¿Por qué? Desde el aspecto constructivista el niño o adolescente promedio obtendrá todos los objetivos correspondientes a su estadio, máxime ante la ausencia de contenidos (que junto con los métodos debieran articularse en un Programa) Esto ocurre porque se toma como baseuna teoría del crecimiento que asienta sus raíces en la biología, y para sus logros como dice Jacques Lacan“No hay necesidad de ningún intermediario”. De allí la afirmación de que si un chico ingresa en los caminantes a los 16 años, debiera hacerlo en la etapa de progresión correspondiente a esa edad ya que ¡Los “objetivos constructivistas” los tiene logrados más allá de los pedagogos y más allá del escultismo!. Entonces, lo que queda es el adiestramiento comportamental “acorde” a la edad, la conductas a modelar, lo que se llama en la grilla las “actitudes”.

¿Cuáles son las consecuencias de esto? Si el logro de parte de los objetivos no depende de lo que sucede en los Scouts sino de la vida y el tiempo porque las estructuras de la inteligencia se dan evolutivamente; y se propone un escultismo sin contenidos que son aquellos que introducen la diferencia (los que BP nombra como “las artes scouts”) nos encontramos en el centro de esta fórmula: Pedagogía Macpro = cero educación ¿por qué afirmamos esto? Si entendemos a la educación progresiva desde una perspectiva biológica, constructivista y comportamental vaciada de contenidos, lo único que estamos haciendo es nombrar distintas etapas por las que se progresa evolutivamente sin necesidad de intermediación. En cambio si entendemos a la educación progresiva como lo que se asienta en etapas biológicas y tiempos lógicos de desarrollo introduciendo la diferencia, estamos obligados a retomar las nociones badenpowelianas de esfuerzo, mérito, descubrimiento y trabajo sobre lo singular en la especialidad, para encontrarnos nuevamente con una estructura similar al tradicional programa del escultismo, donde lo evolutivo se da por sentado y por ello se ubica en la oferta educativa contenidos de progresión comunes a todos, contenidos variables que se relacionan con el objetivo de la “ciudadanía activa” y áreas de especialidades con contenidos singulares en donde a decir de BP se pueda expandir la personalidad del muchacho, sin descuidar aquello que implica esfuerzo, mérito y reconocimiento para evitar “tragarnos” el señuelo niños, jóvenes adultos.

El programa es una oferta donde un sujeto puede realizar su proyecto personal.

Si quisiéramos marcar una diferencia fundamental entre la propuesta cognitivo-comportamental de Macpro y el Escultismo tal como lo hemos conocido y vivido, es que el MACPRO construye un proyecto para un sujeto universal, y el escultismo tradicional ayuda a que un sujeto singular pueda realizar su propio proyecto. La diferencia teórica e ideológica no es menor siendo un observable en cualquier documento de la OSI.

Si bien lo abordamos en escritos anteriores, no está mal recordar que el escultismo parte del grupo natural, introduce el sistema de patrullas, propone la adhesión a la Ley Scout como eje de valores de una persona (no es un listado interminable de conductas a adquirir), lo ayuda por medio del método scout a que pueda construir su Proyecto de vida en su máxima singularización; teniendo claro que en la vida no se puede ser Todo porque esto es imposible. Con el transcurrir del tiempo estamos satisfechos cuando luego de unos años reconocemos a quienes fueron “nuestros” scouts en distintos ámbitos de la vida desarrollando su Proyecto en forma comprometida y ética en como maestros, gremialistas, líderes comunitarios, médicos, artistas, colectiveros, políticos, ONGs y todo lo que se les ocurra… en ellos -y en nosotros como testimonio de la vivencia de los valores- se hace realidad el sueño de BP de “ciudadanía activa” donde cada uno desde su diferencia aporta a la construcción de un mundo mejor.

En cambio cuando la orientación es “construir un proyecto para un sujeto universal” la cosa se complica, ya que no es tomar un rasgo sino ser Todo… esto lo encontramos de entrada en el Proyecto Educativo donde podremos leer como meta una descripción de la “persona” que se va a modelar. Si nos dirigimos a la malla del Macpro en ella encontraremos una descripción programada, punto por punto de conductas para lograr el “modelo”, basada en etapas evolutivas y muchas veces a contrapelo de la conducta esperable para la edad. Eric Berenguer señala al respecto a lo que denomina “secta” cognitivo-comportamental dos cuestiones que no podemos ignorar:

1) Reducir a un sujeto a alguien que se puede manipular a través de un sistema de aprendizajes “no sólo es un gran error, sino que es una gran y enorme mentira contra la cual tendremos que debatir los próximos años”
2) “Al mismo tiempo, la combinación entre esta neo-lengua (con referencia a lo que se denomina cognitivo-comportamental) y la ideología de la evaluación da como resultado la exigencia de un sujeto repleto y competente a la hora de mostrar sus ‘competencias y habilidades sociales’, lo que produce una enorme segregación de sujetos nombrados precisamente como "incompetentes e inhábiles sociales”

La previa evaporación de la mística scout y los grandes relatos ocurrida en la contemporaneidad es alentada en el seno del escultismo por sectores que apoyan el nuevo programa ya que el vaciamiento simbólico es una oportunidad para producir un vuelco hacia una especie de cartografía cognitiva - conductual de las edades donde se encontraría la clave de la educación, respondiendo al problema que se plantea con la misma receta ideológica que lo ha provocado, en este caso en su versión “correctora”, “normativizadora” y universal.

Por medio del método planteado se tiene la ambición de escribir el modelo de hombre planificado quien podría dominar las “pasiones del alma” y reaccionar a los estímulos sociales de acuerdo al “programa”, al simple costo de que renuncie a su subjetividad. Por ello lo que ya observamos con la aplicación del nuevo programa regional y lo que observaremos con el correr del tiempo es aquello que parafraseando a Berenguer podríamos denominar segregación, pero en nuestro caso ya que no somos parte de la Educación Formal Obligatoria, debemos sumarle la autosegregación de quienes cuando van creciendo (adolescentes y jóvenes) no quieren prestarse a un esquema que es vivido como controlador para sus vidas, que los desconoce como sujetos que no están puramente determinados por la biología y la programación; y que por ello gozan, desean, eligen, se equivocan; sujetos que no quieren ser adiestrados como si fueran ratones que deben responder a la vida con una “conducta tipo” señalada en un protocolo, sino que quieren construir una forma de representarse propia, singular, posible.

Los resultados del Programa Regional no se hacen ni se harán esperar, lo señalábamos en el artículo sobre Roverismo en los modos de respuesta que encontramos y encontraremos:
a) La lógica de la “simulación”, del “como sí”, cuyo efecto es un escultismo practicado por jóvenes cuyo discurso es sobreadaptado y fantástico, pero con poco impacto concreto en la vida personal y en acciones personales o comunitarias concretas; al que llamaremos escultismo de ficción y de salón.
b) La lógica de la autoexclusión (dejar la rama), generada por la enorme carga que implica para un joven el ser “Todo” con el costo de negar lo propio, lo singular.
c) La lógica de “Hagamos lo que podamos” ya que “el programa no sirve entonces vemos que rumbo queremos tomar”.


Bibliografía:
Jacques Lacan, Seminario 10

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