miércoles, diciembre 19, 2007

actividades des-orientadas

Cuando alguien me pregunta por qué en estos tiempos se me ocurre hacer reflexiones teóricas sobre escultismo, respondo sencillamente que antes no necesitábamos hacerlo porque el dispositivo funcionaba sin mucha explicación, y esa es la verdad ¿cambió algo?... y sí…. Los pedagogos metieron la cola y al hacerlo cuestionaron lo que no se cuestionaba en dirección de adaptar el escultismo a las teorías que “cotizan” en el mercado pedagógico, o a la que ellos conocen, desconociendo que el escultismo tiene una pedagogía propia que funciona desde hace mucho tiempo y que no se basa en los paradigmas del sistema áulico.
Hace 20 años atrás (a 80 años del escultismo en el mundo) generalmente no se cuestionaba el formato del sistema de patrullas, las tradiciones, el saber-hacer propio de los scouts. Aún así siempre aparecía algún “descolgado” con una nueva forma de escribir los objetivos, o con algún “aporte” de la escuela que podía “servir” para los scouts… esto duraba un tiempo, generalmente no mas de 10 años que es el tiempo en que ha tardado el discurso pedagógico en cambiar sus “modas” o “estilos” en nuestro país. Las adaptaciones a nuevas realidades se producían sin mucha conmoción y tanto el dirigente como los chicos, mediante algunos textos y lo que podríamos llamar una práctica recurrente con relación a la transmisión de saberes y valores, lograron que el escultismo sobreviviera 100 años.
La situación cambia cuando se produce lo que hemos llamado torsión en los fundamentos por parte de la OSI, y comenzamos a pensar si lo que antes era ir agregando alguna cosita que otra (y tambien quitándola mas adelante) no se ha convertido en esta época con el cambio de programa en una ruptura epistémica[1] de la pedagogía que sostiene el escultismo.
En el escrito anterior, titulado “efectos de torsión en algunos conceptos básicos del escultismo” notábamos a partir de una frase pronunciada en la ASMAC (Asociación Scout de México) por el ex Director Regional GGE que el Programa OSI provoca tres efectos de torsión muy importantes en el escultismo Badenpoweliano. Señalábamos:
· Un pasaje de un programa basado en el carácter, a un programa basado en el comportamiento
· Un pasaje de un programa con contenidos privilegiados, a un programa de objetivos sin contenidos privilegiados
· Un pasaje de un programa que reconoce el mérito, a un programa que no reconoce el mérito
La frase motivadora del escrito era “La diferencia básica está en perseguir objetivos en vez de hacer una curricula de retos; ya no preestablecer actividades por los adultos y mejor diseñarlos con los jóvenes. El problema no es el programa sino el tipo de dirigente que el movimiento exige…”. Y finalizamos el texto diciendo que no es seguro deducir que en el Programa de Baden Powell las actividades eran prescriptas por los adultos y que los jóvenes no participaban en su diseño. Trataremos de comenzar a trabajar sobre este punto.
Orientaciones para Scouts.
Es importante partir del concepto de que por “actividades scouts” entendemos todo aquello que realizan los muchachos, de esta manera tanto un juego, una buena acción, una ceremonia o una tradición entran dentro de la variedad de actividades que orientan al muchacho en el camino del escultismo.
En el escrito “Conceptos básicos del Escultismo”[2] trabajamos sobre las diferencias básicas del “sistema de patrullas” con el “sistema áulico”, y entre otras cosas señalábamos que a) En el escultismo se respeta el modo de agrupamiento de los chicos y b) Las estéticas y tradiciones del grupo informal daban paso a las costumbres y tradiciones del grupo scout y la rama a la que se pertenece. Este punto es importante en nuestra época ya que parafraseando a Eric Laurent podríamos decir que si en las tribus urbanas el sujeto es “separado de sus tradiciones y de sus identificaciones… reconstituye identificaciones de nivel más bajo, menos costoso, que supone un esfuerzo de creencia menor, una reconstitución de comunidades inestables.”[3] , en los scouts es de esperar que el sujeto se encuentre con identificaciones y tradiciones más complejas en el nivel de la creencia, generando una mayor estabilidad que le permita orientarse durante un lapso de tiempo importante en el que forma su carácter; distinto de la prisa que implica el viraje del escultismo hacia una teoría del comportamiento. Esta cuestión no es menor ya que existen discursos dentro de la organización que tienden a menospreciar este aspecto sustancial para la formación del carácter, por lo que rápidamente a lo estable, o las “actividades prestablecidas” pasan a tener una connotación negativa, como si se tratara de fijeza.
El programa de Baden Powell promueve actividades preestablecidas, y eso es correcto, ya que las mismas permiten que el muchacho se oriente en una época en la que se encuentran desbrujulados en la vida, por las características propias de la contemporaneidad y la ruptura del lazo social ¿Pero cuáles son las actividades preestablecidas y que lógica obedecen? Notaremos algunos puntos:

La reunión de patrulla
La reunión del Consejo de Guías de Patrulla
La formación que reciben por parte de los dirigentes, GP y SGP en la patrulla de Guías
Las tradiciones y costumbres del movimiento.
El desarrollo de las “artes scouts”[4]
Salidas, campamentos, rally, raids
Los contenidos de la progresión personal, que van desde lo general para todos a lo más singular de la especialidad, lugar por excelencia de la educación personalizada que brinda el movimiento.
Estas actividades preestablecidas NO son diseñadas por los adultos exclusivamente, ya que cada patrulla las delinea y el Consejo de Guías organiza las actividades de la Unidad Scout. Cuando el sistema de patrullas funciona, es muy poco el trabajo de los dirigentes y eso lo he comprobado por experiencia personal.
Respecto de las actividades que se bosquejan, algunas son típicas o tradicionales, generalmente las que se relacionan a la técnica scout y la mística del movimiento. Es importante tener en cuenta que la transmisión por recurrencia es el método básico del saber –hacer, que en este punto se da la mano con la famosa frase que todos repiten sin saber bien que quiere decir que es “aprender haciendo”. ¿Qué es una práctica recurrente? Aquella que se establece entre dos sujetos o entre un sujeto y un pequeño grupo, en el cual una de las personas ocupar un lugar de conocimiento que transmite a otro/s a partir de la experiencia… y experiencia no quiere decir una vez, recurrencia hace referencia a lo que “vuelve a ocurrir”, a “aquello que se repite”, a lo que en el escrito “sobre la técnica scout”[5] hemos llamado “repetición creadora”. Esto que parece complicado no lo es tanto; Roland Phillips escribió “El sistema de patrullas” y lo tenía muy claro; allí nos decía que “el método ordinario de formación consiste en dar a los guías y subguías facilidades especiales para que adquieran conocimientos acerca de materias generales. Estos conocimientos pueden adquirirse de un modo –por la experiencia- (…) Cada guía debe adiestrar a su patrulla…” y para ello propone dos métodos: el Guía que enseña colectivamente, o el que sabe enseña al que no sabe. Roland Phillipps de entrada, lo mismo que Baden Powell rompen con la idea de una progresión individual; el reconocimiento del mérito, de los logros es personal; pero la progresión es cuestión de la patrulla y en especial del Guía de Patrulla.
Otras tipo de actividades se producen del lado de la ciudadanía activa, y no son actividades recurrentes y típicas, sino que de acuerdo a cada rama en forma progresiva irán ocupando cada vez un lugar más importante; aumentando con la edad las actividades ciudadanas, pero sin perder lo típico del escultismo.
Es en esto en donde no nos cierra la frase de GGE donde dice que “ya no preestablecer actividades por los adultos y mejor diseñarlos con los jóvenes.” Por lo expuesto cae de maduro que no se podría plantear una oposición tajante entre el Programa OSI y el Programa Badenpoweliano… excepto (casi nada) en el punto en el que el programa OSI responde desde una teoría del comportamiento en la que los contenidos de la educación no son importantes, por lo que la supuesta elección se daría por un conjunto de fichas de actividades (la mayoría diseñadas para actividades variables) eliminándose lo que es parte del método de enseñanza de los scouts: la práctica recurrente.
Muchachos y dirigentes quedan envueltos en propuestas conductuales cortoplacistas basadas en objetivos fijos y contenidos variables, a diferencia de la propuesta badenpoweliana de formación del carácter que no se caracteriza por ser cortoplacista y que posee contenidos privilegiados enmarcados en un marco simbólico.
La brújula de la progresión personal
El aprendizaje de los contenidos de la progresión, y la mostración del logro de ellos a través de juegos, campamentos, competencias, desafíos que se proponen los muchachos; están engarzados en el marco simbólico de la rama siguiendo la línea de la aventura épica en los scouts, el héroe en los caminantes y la ciudadanía en los Rovers.
Hoy es muy común hablar de autoestima, y para que sea sana es importante tener en cuenta que se conforma en base a distintas fuentes: La familia, el reconocimiento de la propia singularidad, el reconocimiento de los logros. En lo que viene por historia familiar es muy difícil intervenir, pero podemos colaborar en el descubrimiento de lo propio, lo singular (especialidades) y en crear una imagen de sí realista, siendo muy importante para ello el reconocimiento de logros objetivables, ya que de esta manera se logra regular en lo concreto las oscilaciones del “puedo todo” al “no puedo nada”. Los contenidos permiten formarse una autoestima equilibrada dado que se puede objetivar cuánto sé y cuanto no sé, qué me sale y qué no me sale, en qué debo esforzarme más, en qué me es mas fácil, con los comportamientos no sucede lo mismo, y el programa OSI está basado en comportamientos…
El camino largo de las identificaciones que se producen en la construcción del carácter es muy distinto al camino corto del objetivo comportamental, que de por sí es engañoso. La invitación a ser parte de un relato contenido en el marco simbólico no se reduce a entender el símbolo como “una imagen, figura o expresión que representa una idea o un concepto”[6], es evidente que la simbólica excede el marco de las ideas y penetra dentro del mundo de lo intangible. Eric Laurent[7] respecto de los relatos comenta que “El proyecto Tolkien… propone construir una identificación a héroes positivos con los restos de una mitología céltica… C.S Lewis, autor de ‘Las Crónicas de Narnia’, era un proyecto católico: que los jóvenes se identificaran a valores positivos, restaurando una oración… era necesario contactarse realmente con la subjetividad de la época. Este proyecto de restauración de lo simbólico toma otras formas en nuestra época”. Como podemos ver la simbólica del escultismo (desalojada del lugar primordial que tuvo por una centuria), rica en ofrecer identificaciones complejas enmarcadas en la creencia, en el nuevo Programa deja paso a la dilución del universo simbólico reemplazado por marcos identificatorios mas chatos e inestables, con métodos evaluativos poco sostenibles y que no es seguro beneficien al desarrollo de chicas y muchachos que participan del movimiento.

Continuará…

[1] Epistemología Doctrina de los fundamentos y métodos del conocimiento
[2] Podrán acceder al artículo completo en la sección “Educación” de Apuntad Alto!
[3] Eric Lauren. “Patologías de la identificación en los lazos familiares y sociales”. Ed EOL/Grama, 2007
[4] Se recomienda leer en la sección educación “Manolo y la técnica”
[5] Se recomienda leer en la sección educación “Manolo y la técnica”
[6] Definición de símbolo OSI
[7] Op. cit

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