La
asociación de Neoliberalismo y Escultismo lleva inexorablemente a la anulación
de las fórmulas conocidas de la Promesa y de la Ley Scout como Principio de
Unicidad del Movimiento Scout. Un escultismo sin Otro nos remite a las
formas culturales neoliberales que surgen como sustituto del Otro, que son las
Bandas basadas en modalidades de goce y no en Ideales Sociales que orientan el
deseo. Si se lo quiere decir desde una lógica “progresista”: El escultismo en su
mutación neoliberal apunta a la conformación de un colectivo autoreferenciado
sostenido en un modo particular de gozar.
Una
afirmación semejante asombrará a muchos a decir rápidamente ¡“esto no es así”!,
pero basta observar la inmixión en el movimiento de los discursos colectivos
fragmentarios para darse cuenta del derrotero, en
tanto cada punto que apunta a un Ideal deja por fuera a los que no lo comparten y cuando lo que ha sostenido el movimiento queda relativizado, se
produce la pérdida misma del SENTIDO del método creado.
Dany Robert Dufour[1] es uno de los filósofos dedicados al
análisis de los problemas del sujeto posmoderno, utilizaremos algunos de sus
desarrollos para poder dar cuenta y entender el momento de mutación en el que
nos hallamos, invitando al lector a pensar cuál es la posición que conviene al movimiento
scout.
La caída de los Grandes Relatos
En un
artículo titulado “el nacimiento del neoliberalismo”, Pierre Bourdieu afirma que el neoliberalismo es “un programa de destrucción
de las estructuras colectivas y de promoción de un nuevo orden fundado en el
individuo solo pero libre”. Es necesario destruir la familia, la escuela, las
iglesias, los sindicatos y los Estados – Nación porque ellos hacen obstáculo a
la circulación mundial de mercancías.
A lo largo
de la historia el sujeto ha estado sometido a distintos Otros: la Naturaleza y
sus espíritus, los dioses del monoteísmo, el Rey, la Republica, la Raza, el
Proletariado; todas figuras de un Gran Otro donde se articulan los sistemas
políticos-simbólicos, la vida en general, los deseos, la economía, la
producción de saber (conocimiento), el arte, la técnica, las obligaciones, las
relaciones sociales. El “estar juntos” en el mundo cambia acorde al Gran Otro
en el que una cultura se articula.
Si la
modernidad se caracterizó por ser multireferencial respecto al Otro, el
neoliberalismo opera por la anulación de cualquier Otro en tanto todos los
aspectos de la vida deben estar relacionados exclusivamente por la circulación y
producción de mercancías, siendo la vida misma es una de ellas. Dostoyevski
acuña la frase “Si Dios no existe todo está permitido” … si la posmodernizamos
podemos decir “Si no hay Un Gran Otro (en cualquiera de sus figuras) todo está
permitido” por lo que el horizonte que se avecina tiene solo dos posibilidades:
(1) La vuelta a una animalidad previa al contrato social donde todo es válido
por lo que si el otro muere o es esclavizado, poco importa (2) La vuelta de un
Gran Otro Feroz por lo insoportable de la vida sin sentido ni valor.
¿Cuáles son
los Grandes Relatos que hacen obstáculo al neoliberalismo y por ello por todos
los medios se apunta contra ellos y se introducen antagonismos dentro de los
mismos?
-
El
relato religioso monoteísta
-
El
relato de los Estados – Nación
- El relato de la emancipación del pueblo trabajador
¿Cuáles son los Relatos que se ofrecen en el “mercado” desarticulados de un Gran Otro?
-
El
relato ecologista no crítico (que se desentiende del análisis de las
condiciones de producción)
-
El
relato Neopagano o la fluctuación generalizada de los Valores
-
El
relato democrático desvinculado de la tierra y el trabajo, basado en un
supuesto “individuo libre”
- Los
relatos de “colectivos sociales liberales” atomizando y licuando cualquier
principio universal, dividiendo el conjunto en una multiplicidad de conjuntos (no
en subjconjuntos) donde el mundo se conforma mediante una yuxtaposición de
colectivos cada uno orientados por su modo de gozar y con sus propias regulaciones,
lo que provoca una vuelta a la tribalización de la humanidad generando por un
lado la producción de mercancías para cada tribu y un continuo estado de
conflicto inter – tribus que no toca la distribución de los bienes ni las condiciones de trabajo.
¿El mercado como relato?
El relato
que glorifica la mercancía es dominante. Esto implica
- Relativización
de los relatos de soberanía de los Estados Nación, sin fronteras para la
circulación de mercancías, con fronteras para la circulación de las personas
-
Ascenso
de la nueva variante del discurso democrático del “individuo libre” sosteniendo
como eje el goce sin límites, no el deseo que se articula a una Ley
-
El
ascenso de las nuevas tribus neopaganas y orientalistas compatibles con el
relato neoliberal
-
El
hundimiento del relato del pueblo trabajador emancipándose, de la mano de un
proceso de tecnificación y automatización que produce acumulación de tierras
(en los países de Latinoamérica) y posibilidad de ampliar la cantidad de
productos producidos (industria) sumado al continuo descenso de la cantidad de
empleos ofrecidos por el mercado apuntando a un panorama siniestro dentro de 10 o 15 años.
-
La
permutación de la Iglesia hacia el Shopping como lugar de culto, acompañado por
el sacerdocio de encuestadores y la operación de algoritmos en las redes
sociales que en función de los perfiles personales ofrecen productos para el
goce, sea de consumo o para agigantar conflictos (fake news)
-
Sin
preguntas por el origen o el final, solo el ¡pleno goce ya! aunque en la
realidad no sea más que ilusión en tanto cada vez mas personas quedan por fuera
-
La
autoreferenciación y no referenciación en función de algún Otro en una especie
de delirio de autoengendramiento que reniega de todo tipo de deuda simbólica.
Promesa y Ley
El
Movimiento Scout si bien nace en el imperio británico, acompaña el surgimiento
de los Estados Nación y la obtención de distintos derechos por parte de la
población, de los que se destacan los laborales, elección de autoridades y
educación. Dentro de la caracterización que realiza Dufour es considerado como
parte de las organizaciones Multireferenciales respecto al Otro, conformándose
en el entrecruzamiento de los Estados Nación, la Religión y la Razón (ciencia).
Lo que opera
como Unidad y a su vez da sentido al movimiento es la formulación la Promesa
que expresa la adhesión y el compromiso con lo que se expresa, donde lo
Universal toma la forma de: Cumplimiento de los deberes para con Dios, con el país
o la patria, la ayuda a los demás y el cumplimiento de la Ley Scout.
Estos
Universales son cuatro (1) Dios -religión- (2) El País -Estado Nación- (3) Ayuda
a los demás – ciudadanía- (4) Ley Scout – estilo de conducta- La afectación de cada uno de ellos implica el
desgranamiento de la Unicidad ¿esto quiero decir que no hay lugar para la
excepción?... para nada, no se trata de un universal que aplasta la diferencia,
sino que las aloja. No corresponde que la excepcionalidad se convierta en
Universal, de allí el viejo dicho de que “la excepción confirma la regla” que
es la expresión en forma sencilla de la fórmula lógica de los Universales desde Aristóteles a la fecha.
Debemos
diferenciar dos términos: la Unicidad que conduce a lo Unitario (unidad) que
ubica al sujeto con relación al Referente y lo Unario que es lo más singular de
la persona, tanto que no hay otro humano que lo comparta, por eso básicamente
es autoreferencial tendiendo a la ruptura del lazo bajo las formas de un autismo
de goce o enfrentamiento social con quien considera obstaculiza su goce.
Desde hace
tres décadas asistimos al ataque continuo de las instituciones modernas por
parte de los medios de comunicación que forman parte de la maquinaria de la
producción del sujeto neoliberal. Ninguna institución ha quedado en pie por el
bombardeo continuo de aquello que no funciona en ellas universalizando
cuestiones que no son generales y que forman parte de la condición humana: Los
partidos políticos y la corrupción, Las ONGs antisistema y sus manejos
económicos, La Iglesia católica y la conducta de algunos sacerdotes, los
líderes sociales y de pueblos originarios con excesos o conductas
“reprochables”, la familia y la violencia familiar… no hay Institución
generadora de lazo social que se haya salvado de los continuos ataques, con excepción de las financiadas por el establishment que entre otras cuestiones minan las
democracias del continente apuntando a su disolución si los Estados quieren
ejercer soberanía. El sentido de dichos ataques justamente es que las
instituciones dejen de producir sentidos para no obstaculizar al Dios Mercado. El primer efecto que se observa recae
sobre la individualidad que corta lazo: “para militar no es necesario
participar de partido político ni una organización social”, “para ser católico
no es necesario ir a la Iglesia”, “para cambiar el mundo no es necesario
reclamar leyes para el medio ambiente sino guardar los papelitos en el bolsillo
y tirarlos en el tacho de basura de tu casa”, “para defender tus derechos
laborales no es necesario el gremio y el sindicato” y el colmo del paroxismo
marcado por Slavov Zizek… “para recuperar los bosques de Namibia tenés que
tomar un café en determinada cadena internacional que te cobra el café mas caro
porque una parte es utilizada para la reforestación”.
Desgastadas
las posibilidades de Identificación con el Otro, el sujeto queda abandonado a
lo Unario constitutivo porque siempre se está sometido a un Otro (de hecho eso
significa “sujeto”), que puede producir lazo social (Otro Simbólico) o que lo rompe desde lo autoreferencial (el cuerpo vivido como Otro), de allí el pasaje de los
movimientos de derechos civiles a los movimientos de derechos de goce que
buscan su reconocimiento en tensión narcicista con los otros, acompañados de la
agresividad que caracteriza las pauta de intercambio social. Robert Dufour dirá
que “Cuando se le pide a cada uno que sea él -ya saben que esa es la gran
exhortación de la posmodernidad- partir del momento que se le solicita eso a
cada cual, se choca precisamente con la mayor dificultad y hasta con la
imposibilidad de ´ser sí ´. Esto se explica que muy a menudo en las sociedades
posmodernas se encuentre una especie de cultura sostenida por las industrias
culturales, que promueve técnicas de acción sobre sí, ya sea por vías de
programas de televisión que ponen en escena la vida ordinaria, la vida de todos
los días, o bien a través del uso de psicotrópicos destinados a estimular el
humor y a multiplicar, se dice, las capacidades individuales. Es decir que con
la posmodernidad, la distancia que se elimina respecto del Otro se ha vuelto
una distancia de sí a sí. Por eso todo sujeto se encuentra luchando con su
autofundación (…) en un estado límite entre neurosis y psicosis, atrapado cada
vez más en una melancolía latente[2]”
No es
difícil darse cuenta de la deriva de la Promesa y Ley en nuestro tiempo, en
tanto ambas implican la relación con el Otro del escultismo, con aquello que la
educación scout busca que el sujeto se Identifique. Toda Identificación por
definición es Unitaria, no Unaria. Ya hemos vistos los deslizamientos respecto
de la Promesa y algunos de los conceptos Universales (Dios, la Patria) y
también los distintos movimientos que se producen con relación a la Ley Scout
donde comienza a cuestionarse el por qué habría que ser de determinada manera,
ya que cada uno se autoconstruye y no es necesario el Otro. En la práctica
actual pareciera que Promesa y Ley son solo apariencias de Unidad en tanto que
cada uno de los conceptos que fundan la Unidad Unificante del movimiento están
cuestionados o simplemente obviados; los tres primeros fueron (1) el Religioso
(se puede ser religioso sin participar de la religión, o su otra forma que es
nombrar el concepto vacío de espiritualidad, o directamente se es indiferente
respecto del tema aunque se lo nombre) (2)
La ayuda y servicio a los demas no es importante en tanto que como movimiento
de jovenes lo que importa es qué les pasa a los jóvenes y el debate sobre este
tipo de temas -en sintonía con los temas que surgen desde el pode real que
dicen qué es lo que le pasa a los jóvenes- (3) El Estado Nación y por ende la
ciudadanía activa se ven atravesados por un discurso antipolítico y de no
participación social, excepto en los temas que “involucran a los jóvenes”
cercanos al poder real y alejado de las condiciones de vida de gran parte de
los jóvenes. La Ley ya no tiene el mismo lugar, y es una cuestión de tiempo que
ademas de figurar en un cuadrito que recuerde “lo que era el movimiento scout”
directamente se la evapore o que cada uno construya su propia Ley a la cual se
comprometa cumplir, una Ley autogenerada que parta desde cada Ego como sujeto ¿ “individuo libre”?
[1]
Dufour Dani Robert. “el arte de reducir cabezas”. Ed. Paidós
[2]
Dufour Dany -Robert “El inconciente es la política” Universidad Paris VIII
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