sábado, mayo 31, 2008

Estar a la altura de la función

Por esas cosas de la vida, la palabra “función” se da la mano con funcionar, que es lo mismo decir que se trata de lo que permite que las cosas anden ¿pero de qué cosas se trata?. Como no nos vamos referir a las matemáticas sino a cuestiones que hacen a los humanos, diremos que la funcion permite que la convivencia sea posible entre lo miembros de una organización determinada en todos sus niveles, con miembros de otras organizaciones, y con la sociedad en general; todo esto siempre acorde a la costumbre, la ley y los ideales que designan aquello que debe funcionar. Si lo que se designa es la fraternidad scout, el compromiso social, la ciudadanía activa pero en lo concreto esto es alejado a lo que sucede, podemos decir que no funciona, por lo que nos lleva directamente a la idea de disfunción. Entiendo que es un poco enredado, pero es interesante reflexionar sobre la función en toda la estructura.
La función si bien parece algo abstracto se concretiza en una palabra: cargo…y de eso los scouts conocemos mucho, ya desde chicos hablamos de “cargos de patrulla”, y de mas grande de cargos de grupo, cargos distritales, cargos nacionales”, pero lamentablemente la lectura que generalmente se hace de los mismos va del lado del status, la jerarquía, y por quien sabe que motivo se la desliga del fondo de la cuestión: Quien asume un cargo asume una carga simbólica, se convierte en funcionario porque debe hacer que la cosa funcione liberándose de sus obligaciones cuando las cumple. Tomemos el ejemplo sencillo del cargo de patrulla “cocinero”; cuando termina de cocinar y todos se encuentran satisfechos, queda liberado de su obligación… hasta que tiene que volver a realizar la comida en tanto sea cocinero. Vayámonos al otro extremo de la estructura: El Concejo Directivo (incluido el Presidente) de una organización se libera de su obligación cuando cumple con la deuda simbólica que se establece a partir de los mandatos que realiza la Asamblea Nacional, el cumplimiento de la Ley Scout en el ejercicio de su función, el cumplimiento de lo normado por el Estatuto de la Asociación. Cuando el cocinero no está a la altura de su función, o sea que opera a través de la impostura (engaña, pretende sostener lo que considera apropiado negando la realidad, enuncia cosas pero no concreta, pide que le crean) la comida se quema, los pibes en el peor de los caso se intoxican o descomponen, y la cosa no funciona. Cuando un Concejo Directivo (incluido el Presidente) no está a la altura de su función ocurre lo mismo, y lo que obtenemos es el fracaso que se expresa en el malestar institucional, la fragmentación, el exceso de carga que recibirán las nuevas generaciones.
La idea de función nos permite quitar toda referencia a las discusiones cotidianas sobre quien tiene la razón, quien es mejor, quien es peor, esto nos mete en el orden de las argumentaciones falaces como puede ser que el cocinero se ahorró unos mangos con las compras y se guardó la plata, que había un arreglo con el tipo del supermercado, que en realidad al ser amigo del guía de la otra patrulla cocinó mal a propósito… como vemos esto es inconducente, lastima más que poner en el tapete el verdadero problema que es llevar el asunto al terreno de lo simbólico, donde la retórica tiene poco para decir porque con ella trata de justificar lo injustificable. Por eso a la hora de evaluar a un cocinero, de lo que se trata es de la comida, ese era su cargo y su carga por la que debía responder; si hemos comido bien podríamos decir que se liberó de su carga
A la hora de evaluar a un Presidente y a un Consejo Directivo se trata de otra cosa, tomar los datos que tenemos y reflexionar si estuvieron a la altura de la función y de la carga asumida libremente, por ello deben responder. Si de lo que se ha hecho bien no se dice nada, es porque la deuda está saldada, por eso es bueno reflexionar sobre lo que no se ha saldado, y quizás sobre lo que se ha aumentado la deuda, la carga de las nuevas generaciones.
Por mi parte, pienso reflexionar sobre los siguientes puntos, para elaborar mis propias conclusiones de la gestión actual:
Interinstitucional:
Relación con las instituciones scouts hermanas
Relación con Organizaciones No Gubernamentales
Participación y promoción interna de las organizaciones no – scouts de las que se forma parte: Por ejemplo el prestigioso Comité Argentino de Seguimiento y Aplicación sobre la Convención de los Derechos del Niño
Participación política no-partidaria en las distintas problemáticas sociales
Participación responsable en programas de educación, promoción humana, desarrollo comunitario, salud comunitaria (adultos / niños ) junto a Organizaciones No Gubernamentales y Organizaciones Gubernamentales.
Gestión de fondos para Programas específicos diseñados por la Organización

Institucional:

Programa: Promoción e implementación de la Política de Programa.
Creación y promoción de Programas para desarrollar la “ciudadanía activa”
Formación: Adecuación del esquema de formación a las necesidades de los dirigentes
Calidad del sistema de formación
Comunicaciones: Calidad y contenidos de la información que los miembros reciben
Promoción de noticias extra scouts que apunten al desarrollo de distintos
puntos del Proyecto Educativo (recordatorios nacionales, cursos,
actividades de otras organizaciones)
Promoción de la “ciudadanía activa” alentando la participación social.

Cada uno verá que evalúa, lo importante es evaluar si se ha estado a la altura de la función, un buen ejercicio para realizar en cada uno de los estamentos de la estructura, pero para eso el primer ingrediente es la posibilidad de una real verdadera autocrítica… si se quieren desembarazar del problema, algunas sugerencias posibles son:

· La culpa es de los demás
· La culpa la tienen los que se van
· Los responsables son los otros
· Seguro que son los blogs
· Los enemigos del escultismo son los culpables
· Los zurdos, los derechos, los fachos, los radicales, los peronistas, los, los socialistas, los comunistas, los masones, los católicos, los ortodoxos, los judíos, los musulmanes, los negros, los colorados, los blancos, los marrones, y otros etc. no permiten que desarrollemos la tarea de una manera que nos haga felices a todos
· En realidad no quisimos hacer esto… pero….

¿La cabeza en las nubes o los pies en la roca? Por Jaguar Parlanchín

La lectura de libros clásicos de la historia de nuestro Movimiento es una afición compartida por muchos Dirigentes Scouts. En parte existe el interés por conocer en profundidad nuestras raíces en la búsqueda de respuestas a los problemas que enfrentamos actualmente, mediante el estudio de cómo hemos crecido y madurado a lo largo de nuestra historia. También existe una inclinación romántica que nos motiva a dedicar horas nocturnas a reflexionar aquellas líneas que tantas aventuras han inspirado y que hemos tenido el privilegio de vivir. En la mayoría de los casos no resulta sencillo determinar cuál de estas dos motivaciones es más predominante; lo que sí puede afirmarse con claridad es que, a partir de la lectura de estos textos, efectivamente es posible encontrar aportes significativos a los problemas cotidianos y además se disfruta ampliamente de su lectura.
A la hora de hablar de Roverismo, no cabe duda que el texto más popular al respecto es "Roverismo hacia el Éxito". Este texto es verdaderamente la piedra angular del marco simbólico de la Rama Rover y un documento de referencia permanente para cualquier Dirigente Scout. Sin embargo, "Roverismo hacia el Éxito" tiene una desventaja a la hora de compararlo con otros clásicos de B-P, como "Escultismo para Muchachos" o "Manual del Lobato", pues carece de definiciones precisas sobre la metodología de trabajo en la Rama. Para encontrar este tipo de definiciones es interesante remitirnos a otro clásico de BP: "Rovers Scouts, lo que son… lo que hacen", el cual contiene dos escritos del fundador que aportan numerosas reflexiones sobre la manera de aplicar el Programa Scout en la Rama mayor del Movimiento. Sobre uno de estos escritos, nos ocuparemos a lo largo de este artículo para intentar encontrar algunas claves que nos ayuden a pensar nuestro Roverismo.
Conferencia Rover
El primero de los dos escritos contenidos en "Rovers Scouts, lo que…" es una muy breve carta de B-P a una conferencia de dirigentes del Reino Unido, reunida para discutir sobre la organización del trabajo de la Rama y sobre los problemas del Roverismo una década después de su creación. En esta carta, B-P lista seis recomendaciones para el Roverismo, las cuales creemos que nos brindarán algunas herramientas para reflexionar sobre nuestra propuesta educativa para la Rama.
1- “Que los Rovers son Scouts; en el Espíritu Scout la ambientación al aire libre es esencial.”
Esta afirmación se centra directamente en los contenidos de la propuesta educativa; y en este caso no sólo de la Rama Rover, sino de todas las Ramas. Esta es una de las críticas más frecuentes sobre la malla de objetivos educativos del MACPRO, pues si bien no se contraponen con el desarrollo de actividades al aire libre tampoco las privilegia. B-P, en cambio, enfatiza en esta frase la importancia que tienen las actividades ambientadas al aire libre en la formación de todo Scout, considerándolas esenciales para el Espíritu Scout.
2- “Que el servicio no es extraño ni en la vida diaria de los Rovers ni en su trabajo. El realizar bien su profesión es parte de su servicio a la comunidad.”
3- “Que el Roverismo es en parte preparación para la vida y también un logro en la vida.”
Estas dos afirmaciones son sumamente profundas en cuanto a la definición badenpowelliana de un “perfil de Rover”. Este perfil incluiría, en principio, dos aspectos claramente distinguibles:
Para un Rover, el Servicio Rover es una actividad indispensable
El Rover tiene un proyecto de vida propio
Para un Rover, el Servicio Rover es una actividad indispensable
En este sentido, el lugar del Servicio Rover dentro el programa educativo de la Rama es prácticamente indiscutido. El “Siempre Listos para Servir” tiene una influencia decisiva en la manera en que tanto los Rovers como sus Dirigentes entienden la actividad. Sin embargo, las diferencias surgen a la hora de identificar qué entendemos por Servicio Rover y qué características distintivas tiene el Servicio Rover en relación al Servicio en las restantes Ramas (buena acción diaria, buena acción de Patrulla, proyecto de servicio de una Comunidad Caminante, etc.). Respecto de las características de un Servicio Rover, no podemos determinar a partir de la lectura aislada de estas frases qué opinión tendría B-P. Razón por la cual, nos aventuraremos a reflexionar desde una perspectiva más amplia qué características tiene el Servicio Rover para nosotros mismos.
La buena acción diaria puede describirse como una acción acotada de servicio desinteresado. Decimos que es un “servicio desinteresado” porque se basa en la idea popularmente conocida como “Haz el bien sin mirar a quién”; los Scouts aprendemos desde pequeños a mirar al mundo buscando la oportunidad de ayudar a alguna persona, sin importarnos quién sea, bastando la sola condición de necesitar algún favor o asistencia por más pequeña que sea. También decimos que es una “acción acotada” puesto que una vez que el Scout ha cumplido con su buena acción se despide tranquilo de la situación; y sin esperar ningún tipo de recompensa ni alabanza, por supuesto.
A partir del concepto de buena acción diaria, se proyectan diferentes tipos de actividades de servicio en todas la Ramas del Movimiento que comparten el mismo formato. La diferencia suele radicar solamente en el “tamaño” de la buena acción. Es decir: ceder el asiento en el colectivo es una acción mucho más elemental que pintar una escuela rural, pues la complejidad, dedicación y compromiso (el “tamaño” por decirlo de una manera más informal) del trabajo a realizar es menor. Ahora bien, podemos afirmar también que ambas tareas comparten el hecho de ser sumamente acotadas, ya que tanto el Scout que cede el asiento del colectivo como la Tropa que pinta una escuela rural, una vez cumplido su servicio, se despiden de los beneficiarios del mismo sin mayores trámites.
Una situación diferente se produciría en el caso que la Tropa asuma un compromiso de “Padrinazgo” de la escuela o que, al menos, se involucre en tareas de acompañamiento permanente[1] con la Institución. En este caso, la naturaleza del servicio cambia radicalmente y ya no hablaríamos de “hacer el bien sin mirar a quién” sino que estaríamos “haciendo el bien mirando decididamente a quién”. Una profundización de este tipo de actividades deriva en lo que se denomina comúnmente como “Proyecto de Desarrollo Comunitario”, los cuales se caracterizan por buscar un desarrollo integral de la comunidad donde se lleva adelante el proyecto y podríamos ilustrar este tipo de servicios con la famosa expresión “En lugar de regalar pescados, es mejor enseñar a pescar”.
Claramente, nos encontramos con dos modelos de trabajo diferentes (a su vez complementarios entre sí y ambos de fundamental importancia para la vida Scout). El servicio “acotado” -por mencionarlo de alguna manera- tiene un fuerte impacto en la formación del sentido de solidaridad del Scout y consolida en él una actitud vigilante de servicio a los demás. El servicio prolongado, en cambio, consolida el concepto del “compromiso social”, pues el Scout se encuentra colaborando con personas y realidades con las que establece vínculos permanentes, reconociéndose a sí mismo como un transformador de la vida de esas personas a la vez que vive en su propia vida transformaciones significativas.
A partir de estas ideas tiene sentido preguntarnos qué tipo de servicio es un Servicio Rover, o planteado en otra forma:
¿Qué tipo de servicios debería incluir el Programa Rover?
En principio todos, ya que cualquier actividad de servicio es conducente con la misión del Movimiento Scout y, en particular, con el ideal Rover. Sin embargo, podemos concluir que servicios muy acotados brindan un importante aporte a la hora de ser una "preparación para la vida" pero difícilmente permitan alcanzar “un logro en la vida”. Razón por la cual, surge la necesidad de fomentar en el programa de la Rama Rover la realización de servicios que se diferencien de las buenas acciones no por ser tareas más complejas sino por representar compromisos más significativos.
El Rover tiene un proyecto de vida propio
B-P habla de Rovers que buscan a través del Roverismo alcanzar logros reales en su vida, habla de Rovers que trabajan y que entienden que por medio del buen desempeño de su profesión realizan un servicio a la comunidad. Esto nos lleva a plantear la siguiente cuestión: ¿Tienen nuestros Rovers trabajo, profesión o –en un sentido más amplio- un proyecto de vida definido?
Tanto en Escultismo para Muchachos como en otras obras, B-P ha hecho un fuerte hincapié en la importancia de los ritos de paso en una sociedad. Nuestro Movimiento se vale de este recurso en diversas situaciones para que el Scout viva experiencias que le aporten un aprendizaje significativo a medida que progresa en el Juego Scout (Ceremonias de Pase de Ramas, Excursión de Primera Clase, Raids, etc.). Ahora bien, la construcción de un proyecto de vida personal es el tema central del Roverismo, pues es la Rama que acompaña al joven cuando realiza su paso hacia la vida adulta, por lo que es de suma importancia analizar el tema de los ritos de paso en esta etapa de la vida Scout.
En nuestra sociedad existe un rito de paso hacia la vida adulta bien definido a los 18 años de edad, a partir de la finalización de la educación media. Al terminar el polimodal el joven se encuentra con la necesidad de comenzar algún tipo de actividad que defina una parte muy importante de su proyecto de vida. En otros tiempos, este rito de paso comenzaba cuando el padre sentaba a su lado a su joven hijo y le preguntaba “nene, ¿vas a estudiar o a laburar?” (o en una versión un poco más moderna, “nene, a demás de laburar ¿vas a estudiar algo?). Esta incorporación del joven al mundo adulto necesita un acompañamiento acorde desde la Rama Rover.
La edad de incorporación del Rover a la Rama es la primera variable que debe ser analizada. Si la edad de pase se dispone a los 18 años (modalidad común en Argentina) la Rama Rover no puede basar su programa en ser sólo una “preparación para la vida” o en proveer al Rover actividades que lo ayuden a encontrar su propia vocación, puesto que en muchos casos (sino en todos) ya ha tenido que tomar decisiones importantes al respecto. En realidad el programa que debe contener este tipo de orientación es el de la rama anterior y el de la Rama Rover centrarse un poco más en llevar adelante las decisiones tomadas en el proceso de construcción de un proyecto de vida valioso para el Rover. Caso contrario, podríamos pensar en la posibilidad de reducir la edad de ingreso a la Rama Rover, lo cual nos llevaría a un terreno de reflexión bastante interesante íntimamente ligado con la antigua discusión de Programa Scout en 3 o en 4 Ramas (discusión que podríamos abordar en otro artículo).
Otro aspecto a tener en cuenta es la deserción o permanencia del Rover en el Grupo Scout. Al sumar esta variable a nuestro análisis encontramos que una Comunidad Rover cuenta con Rovers que permanecen en el Grupo compatibilizando sus actividades laborales o de estudio (o ambas en muchísimos casos) con su actividad en el Grupo, Rovers que abandonan el Grupo porque no logran compatibilizarlas, Rovers que permanecen en el Grupo pero que nunca logran definir un proyecto de vida claro y el grupo les brinda una actividad social recreativa y Rovers que abandonan el Grupo por otras razones y que nunca logran definir un proyecto de vida claro. Los primeros dos casos son los Scouts que han logrado trasladar a su vida diaria los conceptos más importantes de la educación en buena ciudadanía que brinda el Movimiento. Los últimos dos casos son cada vez más comunes y se corresponden con los llamados “adolescentes eternos” que a veces no logran encauzar su vida ni después de los 18 ni de los 30 ni más adelante tampoco.
Por lo tanto, nuestro Roverismo debe esforzarse por valorar y apoyar la construcción de un proyecto de vida en cada uno de sus Rovers y establecer mecanismos de trabajo flexibles que se adapten a esos proyectos. Ejemplos típicos de estos mecanismos son las reuniones de Comunidad en días de semana y a la noche (buscando horarios no laborales), definición de calendarios de trabajo compatibles con las fechas de examen de los Rovers que estudian, realización de proyectos individuales o de grupos chicos que complementen los proyectos que incluyen a toda la Comunidad (lo que ayuda a fomentar la participación de Rovers que no pueden unirse a actividades que exijan una asistencia regular sostenida), entre otros. De esta forma, un Roverismo que privilegia la concreción de logros en la vida ayuda a retener más Rovers que podrían abandonar el Grupo a raíz de las exigencias que les imponen esos mismos logros y serviría de incentivo a los Rovers que aún no han logrado consolidar un proyecto de vida personal.
“Que la constancia es una manifestación de carácter que es muy rara, muy valiosa, y de los más necesaria para la juventud de hoy, y puede desarrollarse a través del Roverismo.”
Esta afirmación avanza aún más en la definición del perfil de Rover de B-P e ilustra un punto que también es de lo más necesario para la juventud de hoy, como lo era a principios del siglo XX, la constancia. Otras ofertas de la sociedad se caracterizan por negar la importancia del esfuerzo en la concreción de logros en la vida y la oferta del Roverismo debe ser diferente. Nuestro Roverismo debe transmitir el concepto de que un buen Rover alcanza logros en su vida porque se esfuerza para ello.
“Que al formular cualquier regla o esquema para el Roverismo ¡Por amor de Dios! Háganlas elásticas. Tengan un amplio panorama, ya que la visión amplia no sólo se aplicará para Londres y Puddington in the Marsh, sino para nuestras posesiones de ultramar y para otros países extranjeros que acuden a nosotros para pedirnos dirección y ejemplo.”
Esta afirmación no es específica sobre el Programa Rover sino que se centra en la forma de llevar adelante las labores dirigenciales, entre las cuales el desarrollo del Programa es una de ellas, y claramente merece ser tomada muy en cuenta por cualquier Dirigente de cualquier Rama o en cualquier función dentro del Movimiento Scout. El Método Scout es un método de Auto-educación, por lo que flexibilizar los mecanismos de aplicación del Método a las realidades particulares de cada persona es indispensable; y en el caso de la Rama Rover, lo es aún más.
“Que el Roverismo no fue hecho para hacer de un hombre un ser autosatisfecho, ni tampoco un santo melancólico, sino para ayudarle a encausar su energía alegre y joven hacia los caminos que le traerán más alegría viviendo una vida digna a través de su servicio para los demás.”
Esta última recomendación es muy descriptiva acerca del concepto de B-P de un Rover de Partida. Si desde nuestro Roverismo no logramos formar ciudadanos que entiendan su vida como “un Gran Juego y un Servicio a los demás” no sólo estaríamos en la necesidad de repensar nuestro Roverismo sino también todo nuestro Movimiento.
Algunas Conclusiones
En primer lugar, resulta importante señalar que el objetivo del presente artículo no es describir qué opinión tendría Baden-Powell sobre nuestro Roverismo. Muy por el contrario, el objetivo del artículo se limita a plantear algunas reflexiones sobre el Roverismo actual utilizando como conceptos disparadores las opiniones de B-P sobre el Roverismo Británico de comienzos del siglo XX. En aquel tiempo, los primeros Dirigentes Rovers se dieron a la tarea de construir un Programa Rover que proponga soluciones a los numerosos problemas que atravesaba la Rama, que habían llegado al punto de popularizar la frase “Los Rovers tienen la cabeza en las nubes”, en clara alusión a la falta de dirección del Roverismo inglés de esa época. Con el paso del tiempo, a medida que estos problemas fueron solucionándose, se logra revertir esa situación y se acuña la frase “El Roverismo tiene ahora los pies en la roca, y no la cabeza en las nubes” (Frase que cita B-P en la carta a la Conferencia Rover tratada en el presente artículo).
Hoy en día, en base a las reflexiones tratadas en este artículo, podemos pensar que un Roverismo “con los pies en la roca” debe tener las siguientes características:
Una firme identidad scout, donde el Rover pueda descubrirse a sí mismo como un Scout ya formado y con amplias capacidades de aplicación de los conocimientos y habilidades aprendidas en las ramas anteriores; con un fuerte hincapié en la ambientación de actividades al aire libre.
Una firme vocación de servicio a los demás, con una orientación hacia servicios de mayor compromiso social, en la búsqueda de un Rover transformador de su realidad social, un Rover que “deja el mundo mejor de cómo lo encuentra”. Un buen punto de partida puede ser fomentar las actividades de voluntariado, ya sea en clubes, sociedades de fomento, instituciones de bien público o como ayudante de alguna Rama del Grupo. Para que estas actividades redunden en un crecimiento significativo para el Rover, es necesario acompañarlo y capacitarlo para que pueda desempeñarse con solvencia.
Una firme valoración de los proyectos de vida y un reconocimiento de los logros del Rover en su esfera familiar, laboral, profesional y en todos los ámbitos donde se desarrolle. Para esto, el Roverismo debe evitar convertirse en un simple esparcimiento para jóvenes desocupados e intentar ser un espacio de motivación para el cumplimiento de metas significativas en la vida de cada Rover.
Una firme formación en ciudadanía activa, en la formación de ciudadanos consustanciados con el ideal scout y comprometidos en los procesos de transformación de su realidad. Una formación orientada a fortalecer el sano liderazgo, puesto al servicio de la comunidad.

Entendiendo que siempre es útil -o al menos interesante- releer los viejos conceptos buscando en ellos nuevas respuestas, es posible que estas conclusiones sirvan como “señales de pistas” que nos ayuden a construir un Roverismo que se adapte a los nuevos problemas que enfrenta nuestra juventud, manteniendo los pies en la roca y no la cabeza en las nubes.

Conceptos Fundamentales del Escultismo: Ciudadanía

Mas scouts ¿ mejores ciudadanos?
Cuando disfrutaba del escultismo como beneficiario y en mis primeros tiempos de dirigente, ni se me habría ocurrido plantear en una discusión entre pares el concepto de “ciudadanía” como central en la Misión del movimiento scout. Esto ocurría porque además de los juegos y la técnica, era muy común en el grupo scout que los que en ese tiempo eran Raiders o Rovers- además de su participación en el movimiento scout, participaramos en centros de estudiantes- otras ONGs, partidos políticos, etc.; por lo que no existía una escisión entre escultismo y ciudadanía, sino todo lo contrario, existía una relación profunda que así era entendida por nosotros y nuestros dirigentes. A la hora del debate, de la charla, o simplemente de un mate cocido compartido el tema que surgía siempre es que no se podía ser scout los sábados y el resto de la semana hacer cosas diferentes a lo que decíamos ser, por eso todos veíamos muy bien cuando los beneficiarios e incluso lo propios dirigentes se comprometían en lo social y lo político
Uno cree que el mundo es igual a la pequeña comunidad en la que le toca vivir, pero cuando crece un poco se da cuenta que no es tan así; pasado el tiempo los de mi generación nos dimos cuenta que nuestra Parroquia era una de las pocas excepciones de lo que era la Iglesia Argentina en la época de la Dictadura Militar, lo mismo que nuestro grupo scout respecto de otros grupos católicos y heterogéneos.
Al conocer de forma más amplia el movimiento scout nos entramos a preguntar mas cosas y a releer los fundamentos, especialmente cuando caemos en la cuenta que pareciera que el escultismo se ha convertido solamente en un juego, perdiendo el eje de uno de sus fines más importantes: la ciudadanía activa. Podrán decir que los scouts hacemos colectas, colaboramos durante inundaciones, y ¡es cierto! pero bien sabemos que la base de este tipo de acciones se encuentra ligada a cuestiones religiosas (caridad) que si bien forman parte de la ciudadanía, no la abarcan. Aparte de dar el pescado hay que enseñar a pescar, y en un país pasan muchas mas cosas…
A vuelo de pájaro podríamos decir que a excepción del Proyecto “Gota a gota el agua se agota” con su claro impacto político no-partidario, no es muy común encontrar a los scouts (en especial los Rovers) trabajando en proyectos colectivos que supongan que por su realización se obtendrá un impacto en la vida socioeconómica de las personas, a favor de los Derechos Humanos, a favor del medioambiente. ¿Esto tiene algo que ver con el escultismo? Veamos.
En el escrito “efectos de torsión en algunos conceptos fundamentales del escultismo” señalábamos como una de las fuentes de las concepciones de Baden Powell al pensamiento aristotélico; si a esto le sumamos la filosofía política predominante en Inglaterra, nos damos cuenta como se relacionan íntimamente tres conceptos: Formación del carácter, ciudadanía (señalados en el artículo) y Felicidad. No es el objetivo de este trabajo hacer historiografía, sino simplemente señalar algunos puntos que pueden ayudar a precisar mejor los conceptos en juego en el escultismo.
En la Inglaterra del siglo XVIII el “republicanismo clásico” sentaba sus bases en “La política” de Aristóteles entendiendo a la comunidad como un cuerpo, por lo que el ciudadano se encuentra subordinado a la comunidad de igual manera que la mano se subordina al cuerpo, por lo que la felicidad del ciudadano depende de la felicidad común y resulta inseparable de ésta; sobre finsal de siglo y principios del XIX las concepciones filosóficas de Bentham ejercen una enorme influencia política en el siglo XIX en la constitución de las democracias; influencia que se extiende a otros países como Argentina. El utilitarismo rompe con la idea de “felicidad común” a la manera de que la comunidad es un solo alma, reemplazándola por la idea de que la felicidad de la comunidad es la suma de las felicidades de los individuos, por lo tanto el interés de la comunidad (y por ende del ciudadano que forma parte), pasa a ser que el mayor número de personas posibles sean felices. Para que el mayor número de personas sean felices es necesario que la legislación y los gobernantes en sus decisiones políticas, beneficien al mayor número de personas posible. Sea que se entienda a la comunidad en un sentido republicano clásico o en un sentido utilitarista, la idea de felicidad no es ajena a la política.
Ciudadanía – Formacion del Carácter - Felicidad
Con Baden Powell podríamos plantear una especie de nudo donde los conceptos de Ciudadanía, Formación del Carácter y Felicidad se hallan íntimamente ligados:
Ciudadanía





Formación del Carácter Felicidad
1. La ciudadanía activa propuesta por BP se encuentra por un lado en el reino de los fines, ya que en GPJT, libro escrito para los dirigentes y no para los beneficiarios, se plantea el escultismo como un método que apunta a “mejorar la calidad del ciudadano” entendiendo que “Un mal ciudadano es aquél que sólo ve su provecho; el buen ciudadano es aquél que está listo para tender la mano a la comunidad en cualquier momento”.
En palabras de BP “El propósito de la instrucción o adiestramiento de scouts es mejorar la calidad del ciudadano futuro, particularmente en lo que se refiere al carácter y a la salud; sustituir el Yo por Rendir Servicios; hacer de los mozalbetes individuos eficientes, moral y materialmente, con el objeto de que esa eficiencia pueda ser aprovechada en servicios al prójimo” … “La ciudadanía o civismo ha sido definida en pocas palabras así: ‘Lealtad activa a la comunidad.’ En un país libre es cosa fácil, y nada fuera de lo común, considerarse uno como buen ciudadano con sólo acatar las leyes, ser trabajador y expresar opiniones sobre política, los deportes o actividades de índole general, y dejando que otros se preocupen del bienestar nacional. Esto se llama ciudadanía pasiva; mas esta clase de ciudadanía no es suficiente para mantener en alto, en el mundo, las virtudes de libertad, justicia y honor. Únicamente la ciudadanía activa puede conseguirlo”.
Podemos notar claramente que no alcanza con acatar las leyes, opinar de política o de deporte; la ciudadanía activa se relaciona directamente con ocuparse del bienestar nacional promoviendo la libertad, la justicia y el honor. Resulta difícil de entender la resistencia que muchos dirigentes ofrecen a la palabra “polítca”, afirmando la misma nada tiene que ver con los scouts ¿cómo podemos decir que lo que hacemos es escultismo cuando ni siquiera la ciudadanía pasiva es un tema que se aborde con nuestros jóvenes?
La ciudadanía activa no sólo es un fin sino que también un medio, que se va desarrollando en forma progresiva bajo las formas de hacer un favor a alguien todo los días, la Buena Acción personal y el Servicio Rover.
2. La Formación del carácter tiene como objetivo la formación del ciudadano en su singularidad. Si el objetivo de la instrucción scout es “mejorar la calidad del ciudadano futuro” el “adiestramiento para la ciudadanía” (GPJT) se caracteriza por un programa progresivo dividido en distintas áreas que sirve para jugar lo que denominamos “Gran Juego”. No está demás recordar la cita que BP realiza de Henry Schackleton “la vida es el mas grande de los juegos; pero se corre el peligro de tratarla como un juego trivial”.
3. La felicidad es el tercer elemento que se liga; entre las definiciones que nos da BP encontramos “La felicidad me parece en parte pasiva, pero principalmente activa. Es la actividad de hacer el bien lo que cuenta”,” Si logras hacer felices a otros, serás feliz tú también.”, “Si queremos que nuestros muchachos sean felices en la vida, debemos imbuirles la costumbre de hacer el bien al prójimo, además de enseñarles a apreciar las bellezas de la Naturaleza” por lo que podríamos decir que no es posible ser feliz plenamente si no trabajamos por la felicidad de la comunidad.
¿”Guía para el Jefe de Tropa” o “Roverismo hacia el éxito”?
Les llamará la atención el por qué de la pregunta con la que titulo este apartado, pero lo que encontramos en el primero de los textos no parece estar muy presente en el segundo, y esto creo tiene relación con los destinatarios de los mismos y con los momentos históricos en que cada uno de ellos es escrito.
“Guía para el Jefe de Tropa” es un texto destinado a los dirigentes, en donde Baden Powell se ocupa de los objetivos del movimiento scout, fue editado en 1919, el mismo año en el que por medio del Tratado de Versalles se da por finalizada la primera guerra mundial. “Roverismo hacia el éxito” es un texto destinado a los muchachos y fue escrito en 1922 mientras ocurrían importantes crisis en el mundo. En Octubre de 1917 la revolución rusa conmueve el planeta; el comunismo tardará un tiempo en instalarse definitivamente, dado que luego de la revolución de Octubre se sucede una revolución civil que comienza en 1918, y culmina en 1921 con la asunción de Lenin al poder. Entre 1919 y 1922 la “Internacional comunista” decide promover los soviets y realizar un frente único que avanzaría sobre algunas alianzas con socialdemócratas y con la clase trabajadora a partir de los sindicatos, que en Inglaterra en muy pocos años habían duplicado sus afiliados. El propio Lenin se refiere a la situación de Inglaterra hacia 1920: “En Inglaterra no existe todavía Partido Comunista, pero entre los obreros se advierte un movimiento comunista joven, pero extenso, poderoso, que crece rápidamente y autoriza las más radiantes esperanzas. Hay algunos partidos y organizaciones políticas (‘Partido Socialista Británico’[20], ‘Partido Socialista Obrero’, ‘Sociedad Socialista del Sur de Gales¡, `Federación Socialista Obrera’[21]) que desean crear el Partido Comunista y llevan ya a cabo negociaciones entre sí con este objeto. En el periódico ‘El Dreadnought de los obreros’ (t. VI, núm. 48 del 21. II. 1920), órgano semanal de la última de las organizaciones mencionadas, dirigido por la camarada Sylvia Pankhurst, aparece un artículo de esta última titulado: ‘Hacia el Partido Comunista’. Se expone en él la marcha de las negociaciones entre las cuatro organizaciones citadas para la formación de un Partido Comunista unificado, sobre la base de la adhesión a la III Internacional, del reconocimiento del sistema soviético en vez del parlamentarismo y del reconocimiento de la dictadura del proletariado.”
La situación de Inglaterra en 1922 tenía sus complejidades, y dentro de ellas el avance del comunismo en especial entre los jóvenes se daba de bruces con la monarquìa parlamentaria y las ideas políticas de BP, un verdadero “caballero del imperio”. Consideramos que no es casual que Baden Powell en su libro para los Rovers ponga mucho énfasis en los “charlatanes y presuntuosos” y en la “irreligión” . Si leemos detenidamente los escollos, podremos notar que se hace una clara referencia a los fenómenos de época. A manera de síntesis podemos recordar algunos títulos:
· Charlatanes y presuntuosos:
El orador populachero (idea del orador político que embauca a la juventud inexperta)
El balancín (el riesgo de caer en posturas políticas extremas)
El creador de huelgas en la industria
Evolución y revolución (la idea de evolución en oposición a la revolución política)
El pedante extremista
La autoeducación es la salvaguarda contra el charlatanismo
Irreligión
Rescate de lo religioso ante la avanzada de asociaciones ateas (incluyendose en ellas el comunismo)

Teniendo en cuenta el contexto político de la época, podemos especular el por qué encontramos algunas diferencias no poco importantes entre “Guía para el Jefe de Tropa” y “Roverismo hacia el éxito”. Cuando en GJT hay un claro direccionamiento donde postula la ciudadanía activa como fin del escultismo afirmando que la ciudadanía pasiva no alcanza sino que lo esperable es que los scouts trabajemos por la libertad, la justicia y el honor; alentando desde el Programa: el altruismo, los deberes cívicos, el patriotismo, el humanitarismo, el respeto por los derechos de los demás; en RE se centra en alertar a los Rovers sobre cuestiones del contexto de la época influenciado por el temor al avance del comunismo entre los jóvenes ingleses, perdiendo fuerza los señalamientos en relación a la ciudadanía activa.
Si bien no podemos afirmar que los dos textos planteen posturas diferentes, es claro que RE como única referencia y sin tener en cuenta el contexto en el que fue escrito, permite hacer una lectura en donde lo político quede cuestionado orientando al Rover hacia la lectura, los viajes y la naturaleza ya que estos, a decir de BP son los antídotos contra la charlatanería. Probablemente también por el contexto de la época, plantea que “en las escuelas públicas, las universidades, y los clubes de jóvenes, existen sociedades de debate con el objeto de formar jóvenes políticos. Pero el peligro consiste en lo que algunas veces forman, son pedantes, ya que sus miembros son sólo una imitación de politicos que hablan de lo que han leído u oido de otros y no como resultado de su propio saber” sugiriendo la política para la edad adulta y no para la juventud. El servicio lo denomina de dos formas, aquel que se orienta al bien del prójimo y la comunidad; en sus formas más sencillas y aquel que se relaciona “con algo mas elevado y grande que esto” que es el servicio como ciudadano al propio país”.

Los dirigentes scouts seguramente acordaremos en la relación del escultismo con el servicio bajo la forma de la caridad y la cortesía; el problema lo encontramos a la hora de definir qué entendemos cuando BP nos dice que quiere “algo más elevado y grande que esto”, es allí donde se diferencian las distintas formas que asume “El Gran Juego” en las distintas instituciones y dentro de cada una de ellas, las orientaciones educativas de una Organización Scout, las posiciones que los dirigentes ocupan ante las preguntas de los chicos cada sábado (no diciendo nada tambien se comunica, tanto como diciendo que hablen el tema en otro lugar), aquello del escultismo que es distinto y se suma a la orientación de las distintas confesiones religiosas.


Bibliografia:
Buho Terco “Efectos de torsión en algunos conceptos básicos del escultismo” Sección educación http://ar.geocities.com/apuntad_alto/
Miguel Martínez “Educación y ciudadanía activa” http://www.oei.es/valores2/mmartinez.htm documento de la Organización de Estados Iberoamericanos

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