lunes, diciembre 25, 2017

No somos scouts... estamos siendo




                En la actualidad el escultismo tradicional y el comercial al momento de pensar los valores encuentran como punto de partida teorías que se fueron produciendo en la denominada modernidad Europea. La conquista y dominación de los territorios americanos se produce dentro de un proceso de colonización que muestra a las claras la verdadera cara del moderno europeo que expulsó mediante  distintos procesos sus “restos poblacionales” primeramente a las colonias, con posterioridad a los países emergentes en los procesos independentistas siempre sirviendo a dos dioses… el del catolicismo utilizado como velo del verdadero dios Europeo, Wotan que retornaba de su sueño guerra tras guerra.

                El proceso de colonización dio como resultado el sostenimiento de las categorías del pensamiento Anglo - Germánico en las clases altas y la Universidad (reproductora de la Ideología del Amo), pero el intercambio cultural entre los restos sociales: pueblos originarios, gauchos, mestizos, libertos y mas tardíamente inmigrantes expulsados de la revolución industrial, provocaría el nacimiento de un “pensamiento mestizo” que originará con los años un fenómeno que los Europeos no pueden entender desde sus categorías que son los diversos procesos emancipatorios latinomaericanos.

                Si la cultura y el lenguaje determinan nuestra forma de ver y estar en el mundo las dos modalidades de escultismo señaladas son variaciones de una misma matriz: el discurso sobre el Ser y el Ego instaurado a partir de la modernidad[1] donde el apoderamiento del mundo y del propio Yo, la explotación hasta el agotamiento y la satisfacción individual son llevadas al extremo quebrando la relación existente entre la naturaleza, el conocimiento y el hombre, lo que retorna en nuestra época con reclamos fragmentarios, en tanto no existe una cosmovisión orgánica del mundo sino de apoderamiento y dominio. ¿Cómo incide esta perspectiva en las prácticas scouts?. Veamos

                Podríamos considerar a la Ley Scout como un Universal que podría alojar a lo particular de cada lugar… después de todo en el “pensamiento mestizo”[2] no se trata de remitirse a un idealismo sobre las poblaciones originarias de hace 500 años, sino reconocer que existen una inmixión cultural variable como realidad que vive la gran mayoría de los países de América Latina especialmente en las ciudades, produciendo otra cosa al discurso Europeo o Norteamericano (donde la inmixion fue inexistente). El pensamiento mestizo se constituye como Uno y MúltipleUno como factor de unidad del movimiento scout, múltiple en tanto aloja las lecturas particulares porque no existen los niños y jóvenes “en general” sino los que viven realidades sociales y culturales diversas aún dentro de una misma ciudad.

                Aquí nos encontramos con el problema de que en el Escultismo Tradicional la Ley es entendido como Imperativo Categórico: EL SCOUT ES…  funciona a la manera de la frase del libertador San Martín que versa “serás lo que debas ser o no será nada” dejando al niño y al joven entre el Ser… y la nada. El Escultismo comercial es más voraz… convierte la Ley Scout en un protocolo de conductas donde directamente no existe diferencia entre el Ser y el Ideal conformando el primer proyecto educativo Biopolítico que ha llegado tan lejos como querer fabricar el scout a costa del niño… si alguien lo toma en serio es aplastante y enloquecedor. ¿Cómo entender la adhesión a la Ley Scout desde nuestrAmerika? No somos scouts simplemente por haber formulado una promesa que produce una fijeza en el ser engendrando una categoría social … más bien estamos siendo scout lo que implica algo muy distinto.

La educación popular en el escultismo y su relación con el estar siendo

                El estar siendo es una dimensión de la experiencia comunitaria. El escultismo es algo que vivimos en la patrulla con otros y en cada juego, aventura, acción comunitaria estamos siendo scouts con otros. Esta verdad de Perogrullo se hace evidente cada vez que un muchacho o los dirigentes se dirigen al grupo; ellos no son una masa Identificada con un líder que se anula en la patrulla / grupo (vieja concepción europea de la psicología de las masas) sino que son parte de una Unidad donde lo múltiple de cada singularidad constituye el borde de lo común que posibilita los lazos de amistad, la construcción de proyectos en común impidiendo la uniformidad.

                En el  estar siendo la naturaleza, el conocimiento y los hombres conforman una trenza orgánica donde la técnica es una reiteración del saber hacer que durante generaciones produjeron los hombres en relación con el paisaje, por eso a los conocimientos comunes de los scouts que hacen lazo con niños y jóvenes de todo el mundo, el desarrollo woodcraft del lugar donde vivimos nos permite trenzarnos en el paisaje haciendo necesaria la transmisión cultural que a diferencia de la enseñanza escolar va acompañada de narraciones, historias, mitos, música y leyendas que no son más ni menos que las formas que encontraron los que nos precedieron para construir mediante el lenguaje explicaciones y modalidades de estar con el paisaje. Si tomamos como ejemplo la música podremos observar que sus construcciones obedecen a la relación del hombre y su tierra… ejemplo de ello son los aires de la zamba que asemejan las subidas y bajadas de los cerros, la milonga surera que revela la relación del gaucho y el peón rural en una pampa donde el horizonte no encuentra límite, la música andina expresando en la quena el sonido que quiebra la soledad de un desierto asfixiante y el carnavalito señalando el tiempo de fiesta y encuentro; no podemos olvidarnos del tango porteño y la vida del conventillo atravesada por  los afectos y sueños pasados, presentes y perdidos... El conocimiento desde esta perspectiva del escultismo no es sin ese trenzado que nos hace ser parte de la tierra que vivimos, permitiéndola respetarla y ser sus custodios… después de todo ¿qué es la Patria sino la tierra donde vivimos?

                Me he cansado de ver grupos scouts cuya relación con la comunidad funciona con la lógica de una sucursal de una multinacional que opera de forma utilitaria y extractiva en el lugar donde realiza sus actividades donde la participación de la comunidad se reduce a proveer al grupo scout de lugar, comprarle empanadas y rifas. Si se realiza alguna acción comunitaria es en servicio de la progresión y esto debe ser algo rapidito… los padres y otros miembros de la comunidad general tienen nula participación porque no se considera que tengan algo para transmitir que sea valioso para las nuevas generaciones, y esto nos habla evidentemente de un Ser Scout y no de un Estar Siendo Scout junto con otros ¿son los niños y jóvenes los que construyen las fronteras o son los adultos temerosos de su relación con los otros? Esa especie de “sentimiento de inferioridad” que padecen niños y jóvenes que por los distintas migraciones se encuentran en nuestras ciudades con una lógica de pensamiento distinta a la del neoliberalismo, terminan en autosegregación s porque no alcanza con hacer lugar a la diferencia sino que a su vez debe adquirir valor y visibilidad para los otros, que muchas veces repiten el prejuicio social familiar o el promovido por los monopolios de comunicación… Y cuando en una actividad del grupo la madre de la niña mapuche enseña a hilar la lana con una piedra para teñirla luego con sustancias naturales donde el asombro de los niños y jóvenes nos da chance para una inclusión verdadera, lo mismo con el papá albañil o mecánico… y es cuando una actividad de Clan se convierte en apoyo escolar, en una biblioteca viajera que circula por las escuelas de los niños más humildes, o en el trabajo codo a codo con los padres que construyen un pequeño salón maternal para que algunas mamás puedan salir a trabajar mientras otras cuidan de los niños… es allí donde el estar siendo Scouts nos muestra como no se trata de  una identidad fija, sino del juego de identificaciones orientadas por la ciudadanía activa, que permite asumir el papel que se necesita en un momento y contexto concreto.




[1] Rene Descartes. Discurso del método.
[2] Siguiendo la línea de Rodolfo Kusch podríamos definir al “pensamiento mestizo” como las distintas articulaciones del pensamiento seminal que se asienta en el estar como condición del pensamiento con el pensamiento causal europeo moderno que se asienta sobre el Ser Racional (no afectado) quien disecciona y se apodera del mundo. 

domingo, diciembre 17, 2017

Lo bueno, lo malo. Caballería y ciudadanía


            La ciudadanía en la historia del escultismo es uno de los temas más complejos, a su vez fue motivo por el que rápidamente obtuvo apoyo de sectores ligados a la oligarquía, masonería y militares en los distintos países de América Latina al momento de su Institucionalización. En el caso de Argentina la primer Institución Scout aparece en 1912, año que fuera promulgada la Ley Saenz Peña consagrando el voto universal, obligatorio y secreto poniendo fin por este medio al ciclo de gobiernos oligárquicos.

            El “notable” Perito Moreno veía en el movimiento una herramienta para moralizar a las futuras madres (mujeres) y a los futuros ciudadanos (hombres); a los pudientes y a los menesterosos, a los “hijos de papá” (ricos) y a los holgazanes (pobres) y fue la figura más influyente para sentar las bases de lo que fuera ANSA, y uno de los artífices de la Ley Irigoyen que consagrara el monopolio del Escultismo a una sola Institución. Como notable ocupo puestos importantes en el  Consejo Nacional de Educación representando los intereses de la derecha liberal, en franca oposición con las izquierdas de la época y con la Iglesia Católica que ocupaba un importante espacio, a partir de la ausencia del Estado en muchos lugares del país, ocupándose a través de órdenes religiosas de la fundación de escuelas en cientos de nuevos poblados, además de trabajar en la educación de  los pueblos conquistados que le valieran la fama a Moreno como Perito y coleccionista de cabezas. En este tiempo de transición posterior a la Ley Saenz Peña, y debido a las acusaciones de distintos sectores (anarquistas, Iglesia, etc) por su concentración de poder y accionar impetuoso, Moreno sería desplazado de su cargo en 1914.

            Por el acceso al voto de las grandes mayorías el Escultismo pasa a ser una urgencia para las Oligarquías gobernantes en función de la promoción de los ideales liberales ya que sus privilegios corrían el riesgo de verse afectados por el pensamiento anarquista, socialista o católico (en 1891 la encíclica Rerurm Novarum inaugura la Doctrina Social de la Iglesia Católica cuestionando al capitalismo y al socialismo). La Iglesia a partir de la acción progresista de los salesianos a lo largo y ancho del país, pasaba a ser un problema respecto de la promoción de derechos de los pueblos conquistados y de las denuncias de las masacres cometidas en la Patagonia y Tierra del Fuego. Es a partir del copamiento por parte de este sector social que busca imponer sus concepciones, que surgirán tempranamente experiencias socialistas de “escultismo sin scouts” y los exploradores de Don Bosco.

            Los binarismos “Morenianos”[1] nos interrogan sobre su concepción de ciudadanía y por la utilidad del escultismo para uno u otro lado de las columnas, donde se percibe que las mujeres, los menesterosos y los holgazanes no tendrían el mismo lugar que los hombres, los pudientes, y los "hijos de papa". No debemos olvidar que Moreno entiende el escultismo en contigüidad al pensamiento de Esteban Echeverría quien concibiera la ciudadanía no como una cuestión de derechos y garantías sino como deber social de los más capaces  quienes deben ejercer una labor pedagógica sobre la sociedad. No se trata que dentro ANSA el Perito no tuviera  su contrapeso, por ejemplo en la figura del pedagogo José Berruti - un demócrata radicalizado[2]-… se trata de qué visión sobre la ciudadanía triunfó y para ello alcanza con ver los Directorios de “notables” y militares, como las publicaciones scouts de la época.

Ciudadanía ¿romana, judía o cristiana?

            Si a partir de la Educación del Carácter el Escultismo es un modo de Educación Moral ¿Cuál es el origen de la moral esperable en el ciudadano? ¿Una moral a la grecoromana? ¿una moral judeo-cristiana?... esta cuestión es determinante además de actual.

            En la concepción romana lo “bueno” era entendido como los valores que eran impuestos por la conquista de unos sobre los otros, o sea estaban dados por la posición social ocupada siendo lo “bueno” todo aquello que tenía que ver con el lugar de los vencedores: nobleza, riqueza, agresividad, sensualidad; y lo malo la forma de vida de los vencidos (cito textual a Nietzsche): “el hombre vulgar en cuanto hombre de piel oscura (…) en tanto el color era lo que lo distinguía de la raza rubia, es decir de la raza aria de los conquistadores que se habían convertido en los dueños”, lo malo era lo abyecto, lo bajo, lo plebeyo, los pobres… en síntesis los siervos,  esclavos y artesanos y quienes no están en el sistema productivo (¿holgazanes?).  Cuando escribo esto no deja de resonarme el discurso instalado en nuestro país con relación a “los negros”, “los inmigrantes”, “los choriplaneros” junto a la concepción de ciudadanía de la generación del 80´de la que el Perito Moreno fuera uno de sus últimos representantes respecto de la “labor civilizatoria” sobre la “barbarie” sumado a la “doble vara” o mejor dicho “doble moral” respecto del accionar delictivo donde los ricos son inimputables y si no se aceptan sus valores neoliberales el país se desmorona.

            Nietzche señala que el oprimido pueblo judío al liberarse de la esclavitud provoca una inversión de los valores en tanto que la humildad, la pobreza, la hermandad pasan a ser lo bueno y la nobleza, la riqueza, la agresividad y la sensualidad lo malo… a esto le llama “veneno” en tanto se la entiende como “moral que surge del resentimiento” donde los débiles pretenden imponer sus valores a los fuertes… y no deja de resonar la época actual en donde cualquier posición política distributiva (impuestos, planes sociales, ayudas económicas, atención de la salud) o comunitarista es vista como “veneno”, las manifestaciones sociales por cuidar los derechos como especie de complot de los holgazanes ( “agarren la pala” es parte de este folclore del poder) que querrían quedarse con lo que los poderosos “producen” (cuando es sabido que producen los trabajadores)

            ¿Acaso estas concepciones no están en el centro de las ideas de ciudadanía, especialmente en las concepciones liberales del Estado? Los valores en los que se asienta el sistema democrático pueden servir para afianzar a los poderosos o para limitar su poder que por otra parte es REAL en tanto son los dueños nacionales e internacionales de las cadenas productivas y comunicacionales que generan opinión y juicios sin pasar por la justica; sería de esperar que actúen como límite pero las realidades de los países que no son centrales demuestran lo contrario. ¿Acaso el neoliberalismo actual no propone el ideal “romano” de hombre liberado de cualquier deber excepto para con sí mismo, siendo la filantropía asistencialista el paradigma de la no-crítica al sistema de poder en nombre de un amor abstracto a valores individuales lejanos al hombre concreto, sirviendo en el mejor de los casos para alimentar su ego?. Si la democracia resurge en la modernidad como limite al absolutismo ¿no estamos en una época donde el poder absoluto no pasa por el Rey en alianza con una religión, sino que lo tienen los mercados financieros y sus sacerdotes economistas neoliberales de la Iglesia del Fondo Monetario Internacional quienes prometen que luego del sacrificio de los más débiles vendrá un tiempo de bonanza donde la copa de los ricos derramará a los pobres?

            Baden Powell partiendo de sus simpatías con el socialismo ingles y los movimientos culturales que tuviera acceso desde niño (hermandad pre-rafaelita y art & craft) rescata la Caballería y el Código de los caballeros como valor que orienta el escultismo, especie de “tercera posición” donde el trabajo vuelve a retomar su lugar como arte y desarrollo de la persona. La moral caballeresca es esencialmente cristiana y tiene que ver con el surgimiento de un “amor nuevo (Ni la moral de los vencedores, ni la de los vencidos) donde entiende al caballero como un ser saludable, aventurero, que se regocija con la vida y la toma como partida de ajedrez donde enfrenta la realidad del mundo en función de su código. La idea de Justicia Social queda claramente expresada en el concepto de Felicidad que toma de Bentham, de igual manera la necesidad de que los scouts sean “ciudadanos activos” en la construcción de la misma, y no pasivos frente a los valores impuestos.

            En la evolución del concepto de ciudadanía observamos cómo la labor ciudadana del escultismo se ha reducido a la concepción liberal. Si existe alguna defensa activa de derechos es con relación a los individuales con un silencio selectivo con relación a lo social. La búsqueda de alianza con los gobiernos y con las Grandes empresas es otra muestra de los valores romanos con los que se negocia, ya que son los poseedores del poder real teniendo un papel central en la generación de la injusticia social. La identificación del escultismo con la derecha liberal y neoliberal es una carga que se distribuye de forma pareja en todas las organizaciones, no importa en qué grupo se realicen las actividades… Si alguna miembro del movimiento cree que esto es un prejuicio social, se engaña (somos grandes para que no se admita). Probablemente algo en lo que acuerdan implícitamente distintas asociaciones es la falta de compromiso con la construcción de una sociedad más justa… algunos ocultos en un tradicionalismo aventurero, otros en una supuesta visión renovada y modernizada de participación juvenil... pero ambos confluyen en lo mismo. Creo que merecemos reflexionar sobre el tema ¿o no?


[1] Los niños y el Perito Moreno. “Ciudadanía del mañana”, scoutismo y asistencia social. Andres Bisso. (IDIHCS -CONICET – UNLP)
[2] Escuela y Democracia. José Berruti

domingo, diciembre 10, 2017

Rovers... ¿ciudadanos de qué mundo?



            En distintas ocasiones he abordado la “ciudadanía activa” como meta del movimiento scout. No ha sido una ocurrencia personal, sino que surge del encuentro con los textos  de Baden Powell que posteriormente fue atravesada en distintos contextos mundiales por lecturas que operaron directamente sobre el Programa que se ofrece a niños y jóvenes. En escritos anteriores rescataba al Escultismo Francés - de gran influencia en Argentina en lo que fuera la Unión Scouts Católicos Argentinos – que retomaba el concepto de ciudadanía expresado en “Guía para el Jefe de Tropa” y lo encarnaba de manera particular en el Roverismo en los tiempos donde no se definía claramente un fin de dicha etapa (edad) por lo que podría entenderse (de hecho algunas asociaciones así lo hacen) que quien ha formulado la promesa scout y ha pasado por el movimiento si no es dirigente dentro del mismo sigue siendo Rover.

            Que la masonería rápidamente se abalanzara hacia el control del escultismo mundial promoviéndolo en distintos países no es un problema para los ingleses, en tanto los intereses de la Corona Británica con los de la Gran Logia son coincidentes… el problema es que en el resto de los países desde el inicio de los procesos independentistas también han coincidido los intereses de la Masonería con los de la Corona Británica y es allí donde surgen otras respuestas como la del Escultismo Católico Francés de la mano de Sevin, quien recogió las experiencias del escultismo a partir de la visión de hombre católica que introduce una dimensión del otro y del Otro y de lo nacional que no fue sin consecuencias… no está mal recordar que el propio BP reconoció al escultismo francés.

            La evolución del estilo franco - belga a lo largo de los años y en especial post – “Roverismo hacia el éxito” y “Rovers de Gilcraft”, no pasa de largo la idea de Nación haciendo referencia a la pertenencia de un mismo pueblo ubicado en un territorio determinado con la complejidad de los vínculos culturales que se establecen entre sí. Nación y Pueblo van de la mano, y la diferencia con el concepto de Patria es que esta última define no solo los vínculos históricos sino los jurídicos que pueden cambiar en el tiempo, este punto es importante porque las instituciones surgen de la Nación y no al reves. Francia no necesitó pedirle nada a sus Scouts cuando estuvo invadida, ello entre otras cosas en un acto de valentía se manifestaron por la libertad de los presos a manos de los nazis mediante una procesión religiosa; al terminar la guerra se unieron bajo el lema de la Reconstrucción de Francia y eso hicieron… en un país devastado construyeron viviendas. Salir a descubrir Francia y disfrutar de su campiña era una de las actividades Rovers… descubrir implicaba tener algo que hacer… no eran excursiones de turismo-aventura… descubrir para servir, este es el origen de la llamada “descubierta”.

Inteligencia e "Intelligentzia"

            El pensador y político argentino Arturo Jauretche en su libro “Los profetas del odio…” con su concepto de inteligencia nos brinda una herramienta que nos permitiría pensar la evolución del movimiento scout en relación con lo nacional (que pareciera que cada vez que se lo nombra sería una especie de apología del fascismo) y lo internacional (devenido en globalización cultural donde todos son felices cual teletobbie).

            Veamos cómo define a la  inteligentzia: el concepto políticamente no tiene que ver con izquierda, derecha o centro sino con la colonización llevada a cabo por la intelectualidad corrompida que trabaja para impedir la formación de una conciencia nacional, menospreciando las construcciones populares, utilizando categorías de análisis impropias para esta parte del mundo que no es donde viven los colonizadores sino los colonizados. La inteligencia tampoco tendrá que ver derecha, izquierda o centro sino con la defensa y la construcción de un pensamiento propio de la Nación. Esta distinción realizada por el pensador argentino adquiere enorme actualidad en un mundo donde la globalización y la imposición de un pensamiento único busca borrar las diferencias y construir una subjetividad acorde al neoliberalismo que rompe el lazo social con los otros y las relaciones de responsabilidad solidaria en la construcción de un mundo más justo. En esta visión neoliberal las ONGs debieran cumplir una función de “parche” y los voluntarios solo “emparchar” sin cuestionar aquello que produce la pobreza y la injusticia tanto a nivel nacional como en las relaciones asimétricas entre los países.

            La incapacidad para ver el mundo es cultivada diariamente en la escuela, en los medios de comunicación y también en los scouts, Jauretche dirá con relación a quienes están colonizados pedagógicamente y ocupan el lugar de diseñar la educación colonizadora, que para ellos El amor por la humanidad, por la libertad, por la democracia, por la justicia los exime del amor por el hombre, por la libertad, por la democracia, por la justicia del hombre concreto de carne y hueso que constituye el contenido humano del país. Asi se adscriben a todos los conflictos lejanos en que su principismo humanitario está en juego, en cuanto no pertenecen a la realidad inmediata, y ello los libera de las obligaciones con esta”. Si el Roverismo no sale al encuentro del otro concreto, difícilmente el escultismo que practicamos colabore con la decolonización de los jóvenes, quizás por ello es más cómodo sentarse en el Kraal a debatir en grupo sobre la realidad de forma abstracta (o su versión especializada la de los foros donde la participación se reduce a blablabla) que dirigirse a la realidad para ser interrogados por ella… ser interpelado nos aleja de la posición de extranjero (aquel que mira desde fuera) para ver de qué se trata la libertad, la democracia, la justicia en los hombres concretos generando la posibilidad de encontrarse con la diferencia entre enunciaciones abstractas y realidades personales, pudiendo pensar que no solo dichos valores deben contar para los individuos sino para las naciones en tanto colectivo… allí es donde empieza a importar quienes no tienen trabajo, vivienda, salud, posibilidad de educarse. El concepto de Felicidad al que se refiere BP poco tiene que ver con la sonrisa vacía, el mismo es tomado de la filosofía política de Jeremy Bentham que entendía que un gobierno debería proveer de felicidad al pueblo, concepto solidario con el de Justicia Social.

            Tomar conciencia REAL es el primer paso para realizar algún tipo de acción sin quedarse en la enunciación de “construir un mundo mejor”, para evitar ser los actores que trabajan concretamente en ello.

Ciudadanías en juego

            En el escultismo existen dos ciudadanías en juego que se encuentran en tensión despareja: La primera de ellas, hegemónica, es la que por medio del diseño institucional los personeros de la “intelligentzia” operan introduciendo teorías pedagógicas liberales, cognitivas, individualistas que desconocen los valores propios de las distintas culturas, negando la historia de los pueblos, naciones y personas siendo aspectos a ser colonizados.

             De ella se desprende un “Roverismo extranjero” que mira la realidad desde fuera, carece del amor real al otro que le permitiría compenetrarse con la cultura y el pueblo del que forma parte, se ubica como clásica ONG liberal siendo el servicio un parche para lo que el Estado no se ocupa y que -a la mejor manera de lo postulado por Adam Smith- queda en manos de los privados y la buena voluntad de las personas. De allí es que difícilmente veamos al movimiento scout involucrado en reclamos de derechos sociales ya que será visto como “partidismo”, no ocurre lo mismo con los derechos individuales. El “Rover extranjero” es un “ciudadano del mundo” que participa de los valores hegemónicos en desmedro de los de su nación observando el mundo con la mirada del turista, deslumbrándose por lo exótico de quienes NO reconoce fraternalmente, sin posibilidad de análisis de la estructura colonial que le permitiría comenzar a responderse por qué hay personas que viven en las condiciones que observa.

            Nos ubicamos dentro de un Roverismo ongeísta de la más rancia tradición liberal, que puede realizar algún servicio pero el otro no deja de ser un extranjero para él y el único acercamiento que tendrá será puntualmente para esa acción y nada más. Es el Roverismo de la gran ciudad y los barrios “acomodados” que ven facilitado el anonimato de los otros por la gran urbe que separa a las personas por clases sociales en función de los barrios donde viven. No existe empatía sino ajenidad, y de hecho muchas veces en función de estos valores abstractos peyorativamente en silencio responsabiliza de su propia desgracia a quien dirigirá  su ayuda... el servicio le sirve a su propio ego.

            Es el Roverismo que toma a la comunidad como un objeto de experimentación y realiza encuestas en los barrios para presentar proyectos generando ilusiones en los que más necesitan, que posteriormente no se llevarán a cabo asumiendo la postura del técnico insensible ¿acaso de esta forma no se objetiva y cosifican las relaciones humanas?,¿ el Proyecto scout– y por ende la gente -  no pasa a tener valor de mercancía que debe ser “vendido” en la propia rama?. La participación en Jamborees y en organismos internacionales en este tipo de práctica permiten que se identifique cada vez más con la ideología del colonizador, y como decía Jauretche respecto a los universitarios que viajaban al exterior a formarse, cuando vuelven lo hacen colonizados con el pensamiento del imperio, asumiendo costumbres extranjeras como rasgo de distinción respecto de los demás, mirando al mundo desde una perspectiva construida desde “los más parecidos a él” respecto de lo social.

            La otra ciudadanía en juego es la de un “Roverismo crítico” que no niega el internacionalismo y la mística propia que se desprende de ello, sino que toma como lógico centro de su práctica el propio lugar, el barrio, la nación o naciones que integran su país (en America Latina hay naciones conformadas por distintos pueblos originarios que forman parte de distintos países, como hay naciones conformadas por simbiosis culturales). Este tipo de práctica no asimila el pueblo a sus Instituciones sino que considera a las mismas como instancias segundas siendo la primera de ellas la “comunidad de base”, por ello se puede tomar la distancia que conviene frente a gobiernos y organizaciones en tanto ellas no necesariamente representan intereses locales, regionales o nacionales. En este punto el “Roverismo crítico” es muy claro: la independencia es político – partidaria, gubernamental y con relación a las Empresas y sus actuales políticas de propaganda donde a partir de fundaciones y convenios con voluntarios que son los que ponen el cuerpo,  lavan su imagen social y muchas veces colonizan a la Población a partir de supuestos programas de ayuda

            Al hablar de la instituciones como segundas queda claro que primero es la comunidad y después la institución, lo mismo vale para con la Organización Scout que deja de ser un fin en sí misma (como se observa en las grandes organizaciones) para convertirse en espacio de articulación y servicio para la aplicación de la plataforma escultismo en las comunidades de base; de allí se plantea la necesidad de que la estructura (sea cual fuera) se rija por el aforismo “pinta tu aldea y pintarás al mundo” alentando y colaborando desde el Adiestramiento no solo en la formación del Maestro Scout que dirige jóvenes, sino en metodologías activas de trabajo con los otros, con su comunidad y con las comunidades. Es en el Roverismo donde estos aspectos se desarrollan al máximo haciendo uso de la descubierta una forma de conocimiento de la realidad para poder Ver lo que sucede, juzgarlo con los criterios que se desprenden de la Ley y la Promesa orientados por el fin último del escultismo, y actuar sobre ello con el objeto de producir algún cambio…

            El movimiento scout no debe obstaculizar el desarrollo de la comunidad en tanto se entiende que el escultismo es ante todo una plataforma orientada al desarrollo y promoción de la infancia y juventud de las comunidades (un proceso siempre en marcha) apuntando a la “ciudadanía activa”, siendo incompatible su utilización como herramienta para la colonización cultural. Si la comunidad que lo aloja es una escuela, iglesia, unidad vecinal, etc. el grupo scout mantiene su independencia (característica esencial) y respeta los vínculos comunitarios cuidando mucho la interdependencia, porque las personas del barrio son las mismas en distintos lugares (a veces en más de uno de ellos). Con dolor conocemos como lamentablemente comunidades guías – scouts fueron devastadas con graves implicancia vinculares entre los chicos y los adultos porque las instituciones scouts en sus proyectos de crecimiento (o ante la dificultad de pérdida de miembros) han tomado actitudes agresivas para eliminar la guías con el objeto de absorber los grupos de niñas y jóvenes, todo esto apoyado por la organización que no pone tope a este tipo de prácticas que surgen por la imposibilidad de un grupo de solucionar sus conflictos con la comunidad por lo que se desgaja de ella, siendo un claro ejemplo de que ocurre cuando lo primero es la Institución y no la comunidad, práctica colonizadora que se lleva puesta a las comunidades que alojaron y permiten la existencia de los grupos scouts, no eligiendo favorecer desde otra instancia el diálogo que privilegie el lazo social tema más que importante en nuestra época.


            Hay mucha tela para cortar sobre estos dos modelos de escultismo siempre presentes en las distintas organizaciones scouts. Si bien la tendencia del “Roverismo Extranjero” es claramente hegemónica quizás el confiar en que desde las instituciones en general se produzca un cambio o al menos una equilibración con relación al “Roversimo crítico” es una ilusión a la que conviene renunciar, para pensar en cómo aquellos que promovemos esta orientación en las distintas organizaciones comenzamos a acercarnos un poco – Rovers y dirigentes - para compartir experiencias ofreciéndonos más claramente como una posible  transversalidad a las ofertas institucionales. Es posible que de esta forma los jóvenes puedan acceder a hacer uso de la libertad para poder trabajar en sus comunidades desde otra perspectiva, más cercana a la emancipación que a la colonización.









domingo, diciembre 03, 2017

Autoeducación y Escultismo



            Siempre me llamó la atención que se definiera el método scout como un sistema de autoeducación progresiva; aunque me resultara atractivo por la responsabilidad de cada uno en el proceso, nunca terminó de “cerrarme”. ¿Acaso alguien se educa sin el Otro y sin los otros? Si fuera posible ¿qué sentido tiene tomar como base la pandilla de muchachos?

La Patrulla, pequeña comunidad

            Ya casi no encontramos el mítico grupo de chicos de la esquina que deciden practicar escultismo. Aún así, cuando un pibe ingresa a una Patrulla se pone en juego la construcción de una pequeña comunidad donde apuntamos a que prime la amistad, nos encontramos en problemas si no sucede ya que es de vital importancia para el crecimiento y desarrollo de los lazos. Nunca olvidemos que podremos tener un equipo… pero no una patrulla, máxime en nuestra época donde existe dificultad para establecer lazos no superficiales con los otros. ¿Acaso algunos chicos no pasan por el movimiento como si fuera una actividad entre otras de las que realizan en su vida, como inglés o guitarra?

            Si un equipo puede funcionar los sábados a la tarde, no es seguro que a una patrulla eso le alcance. La construcción de comunidad implica muchas cosas que algunos dirigentes suelen dejar de lado y que son el carozo del sistema. La distribución de responsabilidades surge del conocimiento entre los miembros de la patrullas, de lo que saben y lo que no saben… de lo que desean o necesitan conocer para jugar bien la partida. Lo mismo sucede con la participación en las decisiones; no se trata de levantar la mano y decir “sí” o “no”, o dejar que el Guía de patrulla decida por todos, sino de la participación desde los inicios de lo que se quiere hacer y en qué cosas hay que lograr experticia.

            De esta manera de un escultismo orientado a los Guías de Patrullas como líderes (visión que durante décadas fue impuesta por una concepción de ciudadanía elitista, donde solo algunos pueden liderar) nos dirigimos al escultismo donde todos en realidad importan y lideran de distinta manera operando en la constitución de un Organismo que localiza al Líder en función de los miembros de la patrulla y no de su ego; de allí que dentro de la “pandilla” el escultismo buscará sostener un líder democrático (no autoritario) siendo este uno de los pilares para la construcción de ciudadanía. El Guía de Patrulla no representa a los dirigentes  y por ello lo eligen sus propios patrulleros. El Guía de Patrulla es un cargo de representación que no es mejor que otros en tanto está sujeto a los otros. Ese es el carozo de la ciudadanía, no niega los liderazgos sino que los potencia y promueve siendo más cercano a la educación popular que a la educación individualista y meritocrática, aquella en la se cuenta la historia de la patrulla por quienes fueron sus Guías de patrulla y no por los integrantes.

            Es cierto que nuestra época es distinta en tanto muchas veces se dificulta que los chicos se reúnan en el local porque alguno de los dirigentes no puede concurrir (hoy importa desde lo legal). Pero si hablamos de una educación dentro de la comunidad, cada una de las casas de los chicos (o de quienes puedan) puede convertirse en lugar de reunión en tanto habrá un adulto responsable miembro de la familia, y el grupo se convierte a su vez en un espacio donde las familias se van acercando y ocupando un lugar, por ejemplo el papá mecánico que enseña el cuidado de las herramientas, la tía maestra que maneja técnicas artesanales, el vecino cocinero que puede enseñar a realizar un guisito carrero. Un patio nunca es chico, siempre es un buen lugar para hacer algunas actividades; armar una carpa, utilizar el garage o el piso del comedor son buenos lugares para dormir juntos que es algo más que una “pijamada”. La reunión de Patrulla algunos viernes antes de la actividad sabatina es algo que debemos promover; gracias a ella conviven, se divierten , construyen comunidad y al otro día se dirigirán juntos al grupo scout donde harán las actividades sean grupales o de patrulla de acuerdo a la modalidad que implemente la tropa.

            En el sistema de patrullas son la reunión de Patrulla y el Concejo de Patrulla, el “alma mater” ya que todos participan en la preparación de Proyectos y actividades que realizarán. ¿Acaso cuando se elabora proyecta no se ponen sobre la mesa las necesidades de aprendizaje de cada uno de los miembros y en función de las mismas no se determina qué se hará y quiénes serán los encargados? Como bien definía Roland Phillipps: uno que sabe con uno que no sabe… se aprende haciendo con otros. La lógica de los cargos de Patrulla apuntará a desarrollar liderazgos para distintas situaciones, la de los puestos de patrulla a que todos – de forma secuenciada - accedan a los conocimientos que permiten jugar.

            Cuando no hay tiempo para reuniones de Patrulla se produce el deterioro del sistema, observándose al menos dos tipos de respuestas fallidas que no reparan la falencia: la del Escultismo Comercial donde en la práctica los scouts se manejan como una manada donde el Guía de Patrulla tiene la misma responsabilidad que un seisenero, o la del Escultismo Tradicional con influencia militar donde todo se articula como en una pirámide de mando siendo el vértice la Jefatura de la Rama y los Guías de Patrullas imparten las ordenes hacia abajo.

El discurso de lo auto: “Edúquese, constrúyase y repárese Ud. mismo”

            “Autoeducación”. No es el único término del acervo cultural liberal –individualista que se contrapone a las experiencias educativas que vivimos desde el nacimiento. Desde que nacemos podemos vivir gracias Otro que nos auxilia, alimenta, cuida, enseña el lenguaje, nos introduce a la cultura. Está siempre presente: en un peluche, en los juegos de la infancia, incluso en un juego de la compu… el Otro es un horizonte ineludible al momento de pensar ¿cómo nos educamos?... de la misma manera que es ineludible el intento de que el Otro y los otros estén a merced de nuestro capricho infantil.

            La sociedad neoliberal actual nos inunda con la falacia de que cada uno puede sin los otros y para ello hace uso del lenguaje en todo su potencial ideológico; entonces cuando correspondería decir “grupos de ayuda mutua” los nombra como “grupos de autoayuda” constituyendo una interesante paradoja ya que si podríamos “ayudarnos solos” ¿para qué un grupo?. La dirección al otro es ineludible incluso en internet ¿qué son las redes sociales sino una forma de intentar establecer un lazo con otros?

            ¿A quién se dirige el discurso de lo “auto”? Al hombre y mujer de clase media- media baja que se encuentra determinado por el aparato ideológico - comunicacional, con poco sentido crítico, identificado a slogans que lo ubican imaginariamente dentro de una clase social a la que no pertenece, pero que le brinda –en el mejor de los casos- la posibilidad de pequeños goces e ilusiones de que algún día será su tiempo, hasta que es expulsado del sistema responsabilizándolo de que eso ocurra… y así se le va la vida, cuando se da cuenta ya es demasiado tarde.

             El hombre “auto” cuando más se identifica con el sector social del cual no forma parte, más se aleja del que sí lo es, siendo obstáculo para la relación comunitaria (en el sentido de Roberto Espósito) en tanto la ideología comunicacional ha cumplido su labor de dermáptera, que según cuenta la leyenda popular es un insecto que ingresa por el oído y deposita sus huevos parasitando el cerebro… se es pobre pero al menos está parasitado por las ideas de los medios…. es un “individuo libre” y no un negro populista que no quiere trabajar. La dermáptera funciona a decir de Jorge Alemán como “una orden velada que indica lo que debe ´hacerse´ para cumplir con el objetivo” y es mucho más voraz que un mandato familiar común en tanto cumple una labor represiva e intimidante operando sobre una especie de “sentido común fabricado” que opera en los lazos. Dirá Jorge Alemán que lo auto “Es en sí mismo una máquina disciplinaria de segregación que se esconde en sus promesas de realizarse como un valor en permanente aumento. En varios escritos he explorado sobre este tema a los que invito repasar la serie de “De la formación del carácter a la corrosión del carácter” o los textos donde analizo la serie televisiva “3%”.

            A veces creo que la formación de algunos Adiestradores y de algunas organizaciones tiene como objeto crear una cortina de humo respecto de estas cosas. Es la manera de perpetuar un escultismo rancio, conservador, liberal, disfrazado de progre pero fascista, estrecho de miras y escaso de logros con relación al para qué jugamos.

Relatos Scouts Distópicos. T3 C2: la paradoja de Wildowl

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