La definición más sencilla de corrosión es “deterioro que sufre un material por acción de su entorno”
La
definición de Carácter hace referencia al “valor ético que atribuimos a nuestros
deseos y a nuestras relaciones con los demás”[1]
y dependerá cómo el sujeto establece lazos con los otros, con su propia historia,
con el mundo. Para Baden Powell la Formación del carácter es condición para el “ciudadano
activo” promotor de Felicidad no
como alegría vacía, sino con el sentido político establecido por Jeremy Bentham,
donde se trata de hacer felices a los demás construyendo una sociedad más
justa. Ciudadanía, Formación del Carácter y Felicidad configuran el nudo que
sostiene la finalidad del movimiento.
El carácter
también puede definirse como el “aspecto duradero, a largo plazo, de nuestra
experiencia emocional. El carácter se expresa por la lealtad y el compromiso
mutuo, bien a través de la búsqueda de objetivos a largo plazo, bien por la
práctica de postergar la gratificación en función de un objetivo futuro
(…) el
carácter se relaciona con los rasgos personales que valoramos en nosotros
mismos y por los que queremos ser valorados ”[2]
Este punto es de importancia nodal porque los rasgos no conforman la totalidad en
tanto son trazas identificatorias, por lo que difícilmente pueda
plantease un “carácter total”, algo que Baden Powell tenía claro… basta leer
“Guía para el Jefe de Tropa” para darse cuenta que si hay algo alejado al
pensamiento de BP es la construcción de un “para todo scout… tal totalidad”…
veamos su esquema.
En “Guía
para el jefe de tropa” Baden Powell plantea un esquema progresivo de cuatro
columnas: Cualidades de Carácter, Cualidades de Salud, Cualidades de artes
manuales y destreza, Cualidades de servicio al prójimo. Este esquema -
que es arbitrario – señala una pequeña lista discreta (lo importante aquí es
“pequeña”) que se desarrolla a partir de determinadas actividades… podría ser
solo carácter, pero eso solo no brindaría una idea general de lo que es el
escultismo, por eso pone como áreas el cuerpo, las artes scouts, el servicio.
Retomando las definiciones anteriores podríamos decir que en este cuadro define
“Rasgos” que adquirirán una forma singular en cada uno de los scouts, y es muy
claro definiendo que no son “objetivos a lograr” sino
que los define como “lo que se desea fortalecer” y la diferencia de lo que se dice,
importa.
LA CORROSIÓN DEL
CARACTER.
La corrosión
del carácter por definición se configura con todo aquello que atenta con la
constitución de un anclaje estable en el sujeto, condición necesaria para el
afianzamiento de los modos de producción capitalista de época. Es un concepto trabajado
por el sociólogo Richard Sennet, pero que lo leeremos haciendo puente con un
conjunto de sociólogos filósofos y psicoanalistas que piensan nuestra época, como Zygmunt Bauman y su concepción sobre la “modernidad
líquida” que hace referencia a la pérdida de consistencia del sujeto en nuestra
época
La deriva del sujeto.
Dos
conceptos articulados ligados estrictamente a los modos de producción del
capitalismo comienzan a ocupar cada vez un lugar más importante en la
bibliografía general y en las prácticas; uno de ellos es el de flexibilidad
(laboral, identitaria, social) . El otro, su contrapartida en “educación” y
“salud”: la resiliencia.
El sujeto neoliberal
en nuestra época debe licuar su Yo para sobrevivir. Consumir o quedar al margen,
son su destino. Todo anclaje del Yo como su cultura, religión, aquello que
configura su Identidad es puesto en tensión en función de una especie de “ciudadano
global” que no es más ni menos que un “hombre sin atributos[3]”,
a la deriva, siendo su única cualidad su valor como número, renunciando a sus
anclajes identificatorios por presión social en nombre de lo “pluri:
confesional, sexual, político, ideal, musical”, con un mandato a gozar sin
límites (de cualquier manera, sin importar la clase o grupo social) y
paradójicamente siendo gozado por todo lo que se espera que él sea en lo físico
y en lo social, lo que constituye una trampa mortal para el sujeto, y un
paraíso para el sistema de producción… hasta que lo expulsado retorna de la
peor manera, como con el terrorismo donde un rasgo identitario “enloquece” por
ser el único atributo que queda (o que puede servirse) para el sujeto y lo
conserva literalmente a costa de su vida y la vida de los otros.
El sujeto está a la deriva pero “no
es saludable” si no es flexibile al sistema de producción (destrucción de la
identidad ocupacional) y resiliente a los continuos cambios sociales. El problema
es él, no el contexto histórico – político – social que lo enmarca en un modo de producción y sus consecuencias. La educación
y la salud, algunas ONGs que ocupan el lugar de “damas de caridad” del sistema,
construyen programas destinados a las poblaciones en riesgo teniendo en cuenta
este “objetivo”.
El sujeto
arrancado de su espacio social y cultural, de los lazos sociales que configura
su historia personal y comunitaria, de sus costumbres religiosas y de la
planificación de su recorrido en la vida, debe responder de forma resiliente
sino algo no está bien.
Mientras escribo
este texto viene a mi memoria un ejemplo cercano a mi ciudad que es el de otra
ciudad pero rural, denominada como “capital de la cebolla” donde los períodos
de trabajo – no trabajo se encuentran articulados por los momentos de siembra y
cosecha, lo que implica desplazamientos de “trabajadores golondrina” que van
trasladándose con sus familias a lo largo del país en función de la variación
de las distintas producciones. En dicho lugar el índice de “delitos a la
propiedad” aumenta en los tiempos que no hay producción, sencillamente porque
no hay trabajo y para quienes deciden establecerse corriéndose de un sistema
que les lleva la vida y la de sus familias, el vivir se les hace complicado
siendo la conducta delictiva una de las pocas posibilidades de sobrevivencia. Desde
la perspectiva neoliberal, la población que comete los delitos no es resiliente,
cero análisis político y social. Lo interesante es la respuesta que la propia
comunidad ha generado y ha sido efectiva: la construcción de una “colectividad”
del país de origen, lo que podría decirse que no es algo “flexible” como
incorporarse a la población general a costa de renunciar a su cultura sino todo
lo contrario, en tanto que la comunidad recupera su cultura, las costumbres,
los anclajes que hacen a la vida del sujeto en cualquier lugar en que se
encuentre.
Desplazados
La condición
del “desplazado” es inherente a los modos de producción del capitalismo
actual. De alguna manera casi todos somos “trabajadora golondrina”, de igual
manera que el capital, yendo de un lado
a otro con la familia por cuestiones de empleo, a veces dentro de su país, a
veces hacia otros países con el impacto que ello implica en los lazos
culturales, sociales, amistades, religión, etc. El empleo ya no es visto como
aquello que brinda estabilidad, “socialmente” y a partir de los Medios
de Comunicación está mal visto que alguien quiera o tenga un empleo estable
toda la vida, algunas veces incluso se instala que si el empleo es estatal
posiblemente el trabajador sea un corrupto o un “ñoqui” (termino usado en
argentina para el que cobra un sueldo pero no va a trabajar).
Los trabajos hoy están y mañana no, por lo que quien trabaja sin importar el nivel
de formación que tenga está expuesto a la imposibilidad de planificar a largo plazo,
de establecer relaciones consistentes, ya que en cualquier momento puede perder
su empleo o ser trasladado… esto último muchas veces es parte de la política de
las grandes multinacionales cuyo objeto es provocar de forma calculada la
ruptura del sujeto con sus entorno y la generación de una especie de identidad
con la empresa quedando a merced de ella, esto dura generalmente hasta que
llega el telegrama de despido, o la solitaria jubilación.
¿Qué sucede
con los hijos de los trasladados, aquellos que algunas veces pueden acercarse
al grupo scout? Según Richard Sennet Los
padres se ven atravesados por la problemática de cómo proteger a la familia
para que no sucumba en una sociedad con comportamientos a corto plazo, con débiles
lazos de lealtad y compromiso, donde la obligación, la honradez y el compromiso
ya no tienen valor ¿Cómo ofrecer a su familia cuando hay imposibilidad de
sostener relaciones duraderas? ¿ Cómo un niño puede desarrollar un relato de su
identidad en una sociedad compuesta de episodios y fragmentos?. El modo de
producción y trabajo es corrosivo del carácter y de la posibilidad de una
constitución identitaria en los hijos, lo que configura una nueva posibilidad
de entender qué es lo que pasa en la actualidad con la niñez y la juventud, sus
síntomas, adicciones, consumos, cortoplacismo, violencia, patologías del
consumo (anorexia, bulimia, obesidad), indiferencia… la otra cara de un “identidad
flexible” en el sentido capitalista del término.
Si la
formación del carácter se relaciona con la posibilidad de dar cierta linealidad
al propio destino, operar en la temporalidad a largo plazo no solo respecto del
trabajo sino de la familia, el tiempo libre, la firmeza en lazos sociales que
forman parte de la historia personal y
social; la corrosión del carácter implica la imposibilidad de planificación de
un destino, de operar en la temporalidad en virtud del cortoplacismo del
capitalismo incidiendo directamente en la vida familiar, el tiempo libre
(muchas veces invadido por el trabajo) y los lazos sociales que pasan a ser
endebles, ocasionales, con poca historia compartida… cuantificables.
¿Qué respuesta
brinda el escultismo? A los padres desplazados y a los hijos desplazados. ¿Un
programa que demanda conductas adaptativas del sujeto a una forma de ver la sociedad?
¿Una demanda de un ciudadano universal acorde a la dualidad de los valores de
época? ¿Apuntamos a formar el carácter a partir de lo que se desea fortalecer o
a licuarlo como diría Bauman, condición necesaria para el modo de producción de
la época?
En mi pais
Sin ánimo de
generalizar y tomando como base el país donde vivo constituido a partir de
grandes desplazamientos poblacionales de inmigrantes, haciendo una revisión
historiográfica podemos objetivar que muchas comunidades conservaron su
identidad conformando “colectividades”, y algunas de ellas optaron por la
fundación de grupos scouts como formas de afianzar su Carácter (en el sentido
de este texto) existiendo algunos de ellos en la actualidad. Estas colectividades
mantenían (y mantienen) costumbres religiosas, comidas, historias pero no por
ello están fuera de la realidad, sino que tienen anclajes para hacer
frente a ellas.
Algo de esto
se repite en poblaciones completas desplazadas, pero también en los
microdesplazamientos que se producen por cuestiones de trabajo, donde las
personas deben mudarse y muchas veces se ve dificultada la posibilidad de
encontrar lugares donde alojar su propia subjetividad, los rasgos que
constituyen parte de su identidad. Algunos de estos sitios son las Iglesias (en
el caso de ser creyentes), otros un deporte particular o una práctica como el
Kárate… los scouts pueden constituirse en otro de esos lugares siempre y cuando
se brinde la posibilidad de formar el carácter y no corroerlo anulando las
diferencias.
Hace poco un
amigo scout (Panda) se fue a Japón durante un tiempo para perfeccionarse en
Kárate. Se encontró con distintas personas del mundo ya que no es un curso tan
común, y día a día realizaba su entrenamiento técnico, al que todos conocían
sin importar en qué parte viviesen. Un estudiante de Kárate puede cambiar de
lugar de residencia en cualquier parte del mundo y volver a encontrarse con
algo de lo propio al dirigirse a un Dojo ¿sucede algo similar en los scouts?
Dentro del
Combo de BP las artes scouts producen algo similar, son una cuestión
identitaria que opera contra la “corrosión del carácter”, un lugar
similar ocupan los juegos y la aventura. Los chicos se juntan y miran las construcciones
de otros, comparten conocimientos y experiencias, nudos, construcciones,
juegos, variaciones de juegos, etc. Los adultos desplazados también pueden
servirse de él, tienen mucho para compartir con otros desde aquello que une, y
desde lo diverso.
La Ley es
punto de unidad que genera el vínculo con una comunidad determinada: se es
parte de la hermandad scout. El servicio siempre será lo distinto porque cada
comunidad es diferente en su conformación como en sus necesidades, para quien
ingresa al grupo scout desde otro lugar es una oportunidad de descubrimiento
del nuevo lugar. Pero estas cosas para que sirvan en Formar el Carácter ¿pueden
estar de cualquier manera?... ese es un tema que trataremos de ir abordando en
estos escritos.
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