domingo, abril 24, 2016

En el siglo XXI, es necesario redefinir la apoliticidad de los scouts.




            Es un clásico dentro del movimiento scout el definirse como apolítico. Esto ha generado y genera muchas confusiones ya que el hombre en sus acciones siempre es un ser político. De lo que se trataba en el siglo XX es de que el movimiento scout no sea cooptado por un partido político en particular a los efectos de usar el método scout como adoctrinamiento para “la toma del poder”, ello no implicaba la prohibición de que sus miembros no participaran en política partidaria sino que cada uno lo haría a nombre propio y no del movimiento scout, aunque sí impulsados por la “escuela de ciudadanía” que se planteaba como objetivo del movimiento, y el compromiso político era parte de ello. En este sentido la figura de Roland Phillipps pasa a ser paradigmática: no abandonó en ningún momento su intensa vida política ni su intensa vida scout. El propio BP lo definió como “un fanatico de los ideales scouts”, y para los que nada saben de él, fue quien escribió un librito indispensable: “el sistema de patrullas” que era el complemento perfecto de “Escultismo para muchachos”.

            Si Uds. buscan en internet encontraran que entre los “scouts notables” se nombran reyes, presidentes y otras personalidades, el movimiento los reconoce como miembros que han sido scouts… en nuestro país eso también ocurre, aunque no de la misma manera con los scouts que por su compromiso político fueron víctimas del Terrorismo de Estado ya que pareciera existir un “doble estándar” a la hora de ver a quien se  nombra y a quien no, decisión que ES POLITICA por considerar “mala propaganda” para una organización que se lleva mejor con la centrodrecha que con el progresismo, lo que implica un claro posicionamiento ideológico que en lo interno ha llevado (y lamentablemente  aun lleva)  a la segregación de dirigentes por su ideología política, siendo contrario al espíritu del movimiento scout.

             Probablemente muchos no sepan que existe la Union Parlamentaria Scout Mundial que nuclea a los Scouts que se encuentran en cargos de diputados y senadores, existen 100 paises en las que funciona y Scouts de Argentina en su momento impulsó su conformación. Como vemos no existe un divorcio entre lo político y el movimiento scout, sino que las Organizaciones Scouts no deben identificarse ni dejar que las identifiquen con un partido político en particular. En nuestro país en los distintos Congresos (Nacional, Provinciales) tenemos parlamentarios scouts pertenecientes a distintos partidos políticos y seguramente en cada localidad algo de ello sucede.

            El problema en el siglo XXI es que se amplía el espectro de “lo político” especialmente a partir del viraje que se produce en la crisis mundial de 2008 donde las corporaciones empezaron a tallar firmemente en los destinos de las democracias de todo el mundo. Las corporaciones siempre hicieron política en función de sus intereses, en el caso de América Latina pueden verse en la actualidad como atentan contra la estabilidad democrática y a partir de la monopolización son responsables del manejo del mercado a conveniencia haciendo de los países lugares menos justos. En estos últimos años se producen mayores concentraciones económicas a nivel mundial cuyo resultado es mayor poder a la hora de crear distintas estrategias para el “libre mercado” donde la única distribución  posible es la de la riqueza entre pocos, buscando la anulación de lo político partidario (democracia) a efectos de instaurar a nivel global y en cada región el manejo de las economías de los países en manos de los representantes corporativos, lo que lleva a una caída en  los estándares de vida de los ciudadanos. Esto ha llevado entre otras cosas a corromper una parte de la base del sistema democrático donde ya no se trata de una puja de intereses, sino de generar las condiciones de máxima ganancia con menor distribución a cualquier precio, como puede ser operar directamente para que caigan los gobiernos que se atreven a molestar sus intereses. La búsqueda de la anulación de las fronteras tiene como único objetivo que los países no puedan regular los patrones de intercambio y que en los países centrales el trabajo no sea un costo tan caro. Esto es un ACTO POLITICO QUE INCIDE EN LA VIDA DE LAS PERSONAS. Es nuestra función preguntarnos ¿debemos los scouts ampliar la noción de apoliticidad? ¿En la actualidad es conservador hablar de “patria” y defender los intereses de las mayorías del país en el que nos toca vivir? Los sentidos de las palabras siempre se deben contextualizar en la época que nos toca vivir

            Conversando con Klaus Tegeder compartíamos que el movimiento scout en nuestro tiempo debe ser desglobalizador, apartidario evitando que lo usen las corporaciones para su fin de lavar su imagen deteriorada en el ámbito social, de la misma manera que hacen algunos gobiernos. ¿Cómo es esto? Algunas organizaciones scouts se sienten atraídas por el dinero de los “programas de responsabilidad social empresarial”, el mismo se deduce de los impuestos que deben pagar y tiene la ventaja de que, al hacer propaganda con ello, “mejoran” la imagen social de las empresas a costa de que el Estado no pueda distribuirlo en sus gastos presupuestados donde el dinero de los impuestos es anónimo… si pensamos por ejemplo en mi ciudad, las empresas del Polo Petroquímico solo realizan estos programas alrededor de las fábricas, el objetivo es muy claro… deducen impuestos y buscan generar aceptación de  la población para que no insista con temas importantes como la polución ambiental o las enfermedades que podrían estar produciéndose a partir de los gases tóxicos y los efluentes que se vierten a la ría de Bahía Blanca. Para los scouts puede ser una tentación solicitarles dinero a estas empresas o hacer alguna buena obra con su financiamiento, la pregunta necesaria es ¿Acaso no implica dejarse utilizar políticamente por quienes contaminan el ambiente de la ciudad al otorgarles el plus de que los scouts hacen el trabajo con el dinero de ellos colaborando a brindar una supuesta imagen de "compromiso social y con la gente"?. Mientras fui Concejero Nacional en SdeA he sido testigo  de las largas discusiones para intentar ubicar ese tipo de programas en la Organización, con el pretexto de que eso es esperable y deseable para la imagen institucional. Como otorgaban financiamiento para proyectos  había que aprovecharlo, sin evaluar en ningún momento las implicancias éticas y políticas de ello… parece que cuando de dinero se trata las organizaciones scouts no tienen grandes pruritos con ser funcionales a los intereses de las corporaciones porque no se lo considera político (y en algunos caso, siendo político, se recibe obscenamente sin ningún problema dinero de países que avasallan los derechos humanos para financiar programas como “Mensajeros de la Paz”). Que lo que planteo no sea lógico, sería refutado por otras ONG de gran impacto donde claramente respecto de la obtención de dinero para el financiamiento de sus proyectos establecen como condición la no aceptación de contribuciones de gobiernos, partidos políticos y empresas. En el escultismo se cuenta el presupuesto nacional pero no lo que cada grupo, persona, dirigente ponen de su parte para que la cosa funcione… eso es anónimo… lo que pueda donar una empresa para un programa o proyecto ni se acerca al volumen de dinero real que aportan los voluntarios y sus familias… las estructuras de gestión viven del aporte de los pibes y de los dirigentes, la función de la Organización respecto del financiamiento no es solo conseguir dinero para programas, sino hacerlo dentro de un marco ético donde los scouts, los pibes y los dirigentes que terminan poniendo el cuerpo, no sean utilizados con otros fines.

            Como todos sabemos Argentina está viviendo una serie de catástrofes naturales que hacen que la población se movilice para ayudar solidariamente, tal es el caso de las inundaciones donde en distintas partes del país los Scouts han estado colaborando, cuestión que de hecho es muy valorable. Me llamó la atención que un distrito públicamente agradeciera a determinadas empresas la colaboración prestada utilizando sin quererlo el trabajo de los pibes y del movimiento scout para dar una buena imagen social a una cadena de supermercados responsable del lobby para la fijación de los altos precios que perjudican la posibilidad de alimentarse de los argentinos, conocida socialmente por ser parte de un oligopolio que imponen márgenes de ganancia exagerados, con prácticas de exclusión para la distribución de productos de las empresas que quieren vender su mercadería a un precio justo  siendo a su vez de alta calidad. Cualquier persona sabe que lo que está pagando por comer en este momento donde la pobreza avanza a pasos agigantados, es en gran parte gracias a la responsabilidad de dichas empresas poseedoras de toda la cadena de valor ¿esto implica que no debemos aceptar la donación? No. Implica que la misma debe recibir el mismo trato que cualquier otra,  el mismo anonimato que cada una de las personas que se acerca a desprenderse a veces de lo poco que tiene y es producto de su esfuerzo, sin especular con el uso publicitario que pueda realizar. No debemos usar a los pibes y la imagen del movimiento a  efectos de los intereses marketineros de las empresas colaborando al lavado de su imagen pública.

            Entonces… ¿podemos reducir la política a lo partidario? ¿o en algún momento nos daremos cuenta que el movimiento scout y su imagen pública puede ser parte del sistema de propaganda de las corporaciones que por su injerencia en la política de los países tienen efectos nefastos sobre la población?. Si bien el signo político de un gobierno puede cambiar, no ocurre lo mismo con estas empresas monopólicas u oligopólicas que operan para el logro de su máxima ganancia a costa de los ciudadanos.

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