viernes, febrero 26, 2016

Relatos distópicos: En el borde de Ciudad Centro / túneles



            Llegó el día “D”… con la excusa de realizar una actividad presencial los Huemules se juntan en la estación para dirigirse hacia los bordes de ciudad Centro. Un poco de agua y comida sintética bastará para realizar la excursión, total ¿qué puede pasarles?. La zona no se encontraba prohibida y la Policía Corporativa sólo pedía circular con precaución sin establecer contacto con los desenlazados.

            Al bajar en la última estación del tren fueron sorprendidos por lo antiguo del lugar. Pantallas gigantes en edificios, flechas iluminadas que indicaban sentidos de circulación y algunos vehículos pequeños con ruedas que circulaban por las calles. Llegaron al límite de la ciudad y se encontraron con un muro de unos 30 metros de altura que se alzaba como divisoria de la ciudad y el campo percatándose del domo gigantesco que cubría la ciudad, algo que nunca habían visto. La única puerta que permitía atravesar el muro estaba custodiada por la Policía Corporativa… sobre ella un cartel luminoso anunciaba claramente “prohibido el paso a los habitantes de ciudad Centro”. Con gran frustración Kemal invita a sus compañeros a ir a la plaza y comer allí, disfrutando del día.

            Una vez relajados y mientras Sacha contaba las historia que había leído en el libro del abuelo, se acercó un muchacho de su edad y les dijo

-         Estuve escuchando lo que contaban ¿Ustedes también estuvieron en el exterior?

            Los huemules se miraron unos a otro, se dieron vuelta para preguntar a solo voz

-         ¡¿estuviste en el exterior?!

La respuesta no se hizo esperar…

-         Sí… salgo siempre con mi papá para buscar fruta natural que vende en el mercado negro… la Policía Corporativa no nos dice nada porque esos productos van para los mandos intermedios del Gobierno Corporativo, que incluyen a los Sheriff de cada departamento…

-         ¿Y por dónde salen? Preguntó Kemal

-         Por los túneles del viejo tren que andaba por debajo de la tierra. Cuando construyeron la ciudad Centro dejaron uno de ellos como posibilidad de escape si la tecnología corporativa no funcionaba en el arranque de la ciudad… luego quedó olvidado.

            Los Huemules un poco por asombro y otro por curiosidad lo invitaron a compartir la comida y Joao –asi se llamaba el muchacho- aceptó con gusto y comenzó a contarles cómo era el exterior.

-         Afuera del domo hace frío y hace calor, a veces llueve pero no es para mojar las plantas como sucede aquí, llueve muchísmo y el agua de los arroyos cercanos a la ciudad crece. El cielo es distinto, tiene otro color y el aire está lleno de olores. Si bien están los campos de la corporación, los desenlazados tienen pequeñas comunidades ocultas donde siembran y cosechan con semillas no autorizadas, lo mismo sucede con los animales que si bien son parecidos ¡no son todos iguales!

            Piero, que siempre se mantiene atento a lo que pasa a su alrededor y muy pocas veces habla dijo

-         ¿Cómo hacemos para salir?
-         Maximiliam contesta ¡Pará Piero! ¡está prohibido!
-         ¿y quién se enteraría si salimos por los túneles? Nuestras familias piensan que el fin de semana estamos en la actividad presencial…

            Dudaron todos pero se tentaron… nadie quería echarse atrás aunque el temor se apoderaba de ellos.

-         Si quieren los acompaño por los túneles… hay que conocerlos bien y ser cuidadosos… una vez en el exterior les  doy un viejo GPS que se carga con energía solar, porque si les descargo el plano en algún dispositivo de la Corporación suena la alarma y los pueden localizar ¿están de acuerdo?
-         Siiiiiii… (respondieron)

-         Entonces… en marcha!

..............

Túneles


            Joao le cuenta a los Huemules que bajo la estación Carranza hace muchos años circulaba un tren subterráneo. En el lugar utilizado como taller de mantenimiento para los robots que realizan diariamente la limpieza, hay una puerta azul con un cartel que dice “prohibido pasar” y conduce a los túneles. Por acuerdo entre los contrabandistas y el Sheriff en ese lugar los sensores de movimiento y las cámaras que se encuentran conectados con la Computadora Central Corporativa pueden ser evadidos si se utilizan unas pulseras especiales donde los visores y sensores simulan que nadie está en el lugar otorgando 5 metros de invisibilidad a la redonda a su poseedor… eso permite traer contrabando del exterior. Una vez allí es cuestión de pasar la puerta y bajar a los túneles… allí es donde los muchachos se encuentran en este momento.

-         Joao. Bueno… aquí estamos… no se preocupen si sienten algo raro en el cuerpo, es normal, en los túneles no está la protección del domo.

            Al bajar las escaleras comienza a disminuir la iluminación. Hay mucho silencio aunque se escucha un sonido como si enormes gotas cayeran en un plato.

-         Maximilian: ¡Ese olor me hace mal! ¿qué es?... se me revuelve la panza y tengo ganas de vomitar
-         Joao: jajajaja!!! Es humedad… aquí debajo en las paredes hay muchísimo moho transgénico, es por el uso del DAPROUND en los cultivos de crecimiento ultrarápido de ciudad Central… y eso no es nada, aún no viste los gusanos…
-         Ruben ¿¿¿gusanos gigantes???
-         Joao: jajajaja nooooo, era un chiste!!!

            Avanzan por el túnel y pueden ir viendo caer agua de las paredes. La iluminación al seguir conectada a los paneles solares externos, sigue manteniéndose en poca cantidad pero suficiente.            Luego de caminar un tiempo llegan a Olleros, estación abandonada que provoca miedo, especialmente por el ruido metálico de una escalera mecánica que conducen a una pared cerrada.

-         Maximilian ¿qué me pasa? Me vienen a la cabeza imágenes de cosas feas que nunca había imaginado!!
-         Joao. Cuando tenemos 5 años nos conectan al Sistema Unico Educativo que se encarga de darnos las imágenes que el gobierno Corporativo considera que no hacen mal y que son las adecuadas para cada momento y lugar, y elimina imagenes indeseables… cuando te encuentras en situaciones nuevas o fuera del Programa algo sucede que esas imágenes aparecen… pero no se preocupen, al principio pueden generar miedo pero pueden ser también muy placenteras.
-         Kemal. ¿ Y si mientras caminamos jugamos a contarnos qué cosas imaginamos?
-         Todos. ¡¡¡¡ Buenísimo!!!
-         Ruben. Comienzo yo… cuando Joao nos dijo que todavía no habíamos visto los gusanos, empezé a pensar que estas cuevas en realidad estaban habitadas por gusanos gigantes que se alimentaban de seres humanos, y que cuando llegáramos a la estación uno de ellos estaría esperándonos con mucho deseo de alimentarse
-         Todos. Jajajajajaja… a ver.. qué cuente otro!!!
-         Sacha. ¡Voy yo con mi historia!...

            Y así, entre historia e historia, casi sin darse cuenta llegaron a la última estación. Un haz de luz lastimaba la vista de quienes habían caminado dos horas en la casi oscuridad. Al acercarse al final del túnel una serie de sonidos los sorprendió, era el ruido de los pájaros. Pusieron sus pies fuera del túnel, el sol era brillante y daba calor en la piel… el aire tenía tantos olores juntos que no podían reconocer de qué se trataba. El lugar estaba lleno de árboles  por primera vez sintieron el golpeteo del viento en sus rostros… era muy distinto a la interfaz neural… parecía una oleada de caricias que despertaba extrañas sensaciones. Casi sin darse cuenta, los Huemules se encontraron fuera de ciudad Centro… la Ciudad pantalla… mientras que el sol calentaba sus cuerpos y el sudor marcaba las remeras, se abrazaron fuertemente y Kemal gritó:

-         ¡¡¡ Scouts!!!

            La respuesta no se hizo esperar…

-         ¡¡¡Comienza la aventura!!! 

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