jueves, julio 16, 2015

El libro de la selva como articulador de inclusión. Primera parte


            A veces la palabra inclusión genera cierto resquemor… a las Asociaciones Scouts y los grupos les es mucho más fácil pensar en incluir a las personas con “discapacidad motora” en tanto más semejantes a “nosotros” que a niños y jóvenes con la llamada “discapacidad mental”, con excepción en algunas ocasiones de niños y jóvenes con síndrome de Down (trisomía).

            La suposición de “peligrosidad” más el desconocimiento de cómo abordar a quienes no están dentro de la “norma” es causa de exclusión. Estamos más tranquilos con aquellos que tienen un desarrollo promedio y creemos que quienes no se encuentran dentro del mismo se quedaron atascados en alguna “etapa”, desconociendo que dichos conceptos que circulan como si fueran verdades se construyeron sobre una base discriminatoria que supone etapas de desarrollo iguales para todos lo que nos lleva a “estandarizar” lo que “debiera ser”,  sosteniendo en la práctica una “teoría del déficit” que ignora que cada persona tiene una manera distinta de transitar por el mundo y que la diferencia no implica una negatividad.

En la serie de artículos titulados “Educación por indicios: una nueva manera de entender la educación” damos cuenta que se trata de llegar al “detalle” y construir a partir de allí un punto de encuentro. En el artículo “el teatro de siluetas como organizador de actividades inclusivas” planteábamos al cuento como organizador de actividades. En este texto que consta de diversas entregas trabajaremos sobre cómo sacar mayor provecho del “Libro de la Selva” con distintas actividades, para que podamos ser verdaderos facilitadores de la inclusión social. Cuando en los cursos y como fundamento del valor del movimiento scout se hace referencia al reconocimiento que María Montessori realiza con relación al método scout, habría que agregar siempre que ella trabajó básicamente con “discapacidad”… algo habrá visto en el escultismo para apoyarlo.

Estamos hechos de palabras…

            El lenguaje nos atraviesa a todos desde el momento en el que nacemos. Que estemos habitados por él no quiere decir estrictamente que hablemos, o que lo hagamos según las pautas. Quienes trabajamos con patologías graves de la subjetivación podemos dar cuenta de que existe comprensión de lo que se escucha, más allá de si se puede hablar o no, o si se da lugar a lo que se solicita. En la mayoría de las problemáticas no hay ningún estudio serio que demuestre cierto “daño” en el cerebro relacionado con la realidad de que algunos chicos no hablan, y otros lo hacen con gran dificultad. Incluso en el caso de lesiones localizadas nos encontramos con afasias de expresión (dificultad o imposibilidad de hablar) pero que no implica necesariamente una falla de comprensión. No ahondaremos en esta temática compleja porque no es el objetivo del artículo, pero si puedo asegurar que existe una base cierta para dichas afirmaciones.

Como punto de partida de las actividades trabajaremos sobre la Imagen del cuerpo en tanto que de su construcción depende que cada uno de los niños y jóvenes puedan constituir un adentro y afuera estable,  subjetivarse. Pero ¿cómo es esto de un adentro y un afuera?; si están leyendo este artículo ven las letras “fuera” de Uds, exteriores a su cuerpo, pero en realidad las imágenes se forman dentro de sus ojos y debe suceder alguna otra cosa para que puedan hacerlas “externas”. Lo mismo sucede con la voz, cuando Uds hablan todo su cuerpo vibra de una manera que podría calificarse de horrorosa, algo así como el ronroneo del gato, algo debe suceder para que Uds no sientan toda esa vibración corporal cuando hablan. Cuando Uds se angustian mucho sienten “palpitaciones” y el médico les dirá que es stress, pero se asustan mucho porque se sienten morir “¡siento como mi corazón late, debe ser un paro cardíaco!”… cuando en realidad en ese momento de angustia lo que se desvanece un poco es aquello que les permite construir su interior y exterior porque en realidad el corazón late como todos los días. La constitución de la Imagen Corporal como centro de la activad inclusiva, algo que sirve a unos y otros de diferente forma, apropiarse del cuerpo a través de la imagen,  la voz, el movimiento y los objetos.

Más que contar historias…

            Pocas veces se explota el potencial de las narraciones como posibilidad de articular una serie de actividades. Como decía en otros escritos, esto es algo que BP tenía claro desde un principio y puede verse tranquilamente en “Escultismo para muchachos” donde la narración de una historia precedía al desarrollo de actividades. Desde la perspectiva de la inclusión, el cuento es una herramienta importantísima porque nos permite:

·         Realizar una programación ordenada y secuenciada de distintas actividades que se articulan al cuento, donde la palabra es amplificada por juegos, producciones artísticas y todo aquello que se nos ocurra conviene al programa educativo general y del uno por uno.

·         Desarrollar en el marco de las actividades una lógica de tres tiempos que son ver, comprender y concluir siendo esta última siempre algo del orden de lo propio, lo singular.

·            Generar espacios de producción y exposición que alojen de la buena manera aquello que realizan los niños y jóvenes.

El rol del dirigente puede deducirse de un viejo cuento… aquí un video del mismo, que conviene ver y conversar con los compañeros dirigentes



En el próximo escrito comenzaremos con el primer capítulo del libro de la selva… a prepararse!

(Fuente de la imagen: http://periodiconmx.com/espectaculos/inarritu-podria-dirigir-la-nueva-version-de-el-libro-de-la-selva/attachment/libro-de-la-selva /) 


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